Canarias disfruta de una excelente salud musical. El Festival de Música de Canarias, que ya ha superado la ‘barrera’ de las veinte ediciones, se consolida como el mejor festival de invierno del planeta, mientras el mundo de la creación estimula el nacimiento de nuevos valores y las dos grandes orquestas canarias adquieren reconocimiento a nivel europeo.
La música en Canarias vive una etapa de salud excelente. En el plano de la creación, las asociaciones de compositores nacidas en las dos capitales -Promuscan en Las Palmas de Gran Canaria y Cosimte en Santa Cruz de Tenerife- han estimulado extraordinariamente el trabajo de los más jóvenes, que presentan regularmente sus novedades en conciertos de estrenos y en la colección fonográfica RALS. Junto a ellos, los veteranos mantienen su magisterio. Juan José Falcón Sanabria prepara el estreno de La hija del cielo, ópera de gran forma sinfónico-coral que se inspira en acontecimientos y personajes de la historia de Canarias. Por su parte, Lothar Siemens estrena en junio de 2005 su segunda ópera de cámara, El moro de la patera.
El Festival de Música de Canarias, nacido entre dudas y las críticas más diversas, celebró en 2005 la edición vigesimoprimera, con un programa de gran contenido y los mejores resultados económicos de su historia por la masiva afluencia de público, tanto al Auditorio de Tenerife como al Alfredo Kraus de Las Palmas, escenarios de relieve internacional que, además, mantienen una ocupación constante a lo largo del año. Consolidado como el mejor festival de música clásica del mundo en la época invernal, mantiene calidades modélicas por el decidido apoyo del Gobierno de Canarias y su muy profesional y acertada dirección.
Los encargos directos del Festival a compositores canarios, peninsulares y de otras nacionalidades, han fecundado la creación musical interior tanto, al menos, como influido en que las dos orquestas de las islas alcanzasen una profesionalidad de primer rango. Así, la Filarmónica de Gran Canaria y la Sinfónica de Tenerife, con sus ilustres maestros titulares Pedro Halffter y Víctor Pablo Pérez, desarrollan ciclos de abono de formato internacional y convocan a buenos directores invitados y solistas del primer circuito. Además, el éxito de sus giras peninsulares y centroeuropeas (Alemania, Austria y Suiza, básicamente) aportan elementos de contraste para ubicar ambas orquestas en privilegiada posición española y a muy alto nivel europeo.
La unificación biprovincial del Conservatorio Superior de Música de Canarias está dejando sentir los efectos de una mayor cualificación de la enseñanza musical, apoyada en centros y aulas para los niveles básicos y medios que han descentralizado el sistema con beneficios evidentes para los estudiantes. Mientras, los festivales de Opera en las dos capitales, los ciclos de conciertos de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas y otras iniciativas civiles complementan admirablemente el cuidado y los recursos que las instituciones públicas dedican al lenguaje que mejor define la personalidad artística de los canarios.
Todo es mejorable y perfectible pero, en términos comparativos y absolutos, la vida musical del Archipiélago proyecta una categoría sin parangón entre las autonomías españolas y muy similar a la de algunas regiones europeas renombradas precisamente por el genius loci musical.
Festival de Música: cifras y nombres
Dos estrenos mundiales, un estreno en España, 25 programas, 66 audiciones, dos sedes principales, siete islas, más de setenta mil espectadores, 21 años de historia… Las cifras que rodean al Festival de Música de Canarias dan una idea de la dimensión que tiene el que ya es considerado como el mejor festival de música clásica del mundo en la época invernal. Pero, por encima de las cifras, están los nombres que consagran a esta iniciativa en la élite mundial. En la edición de 2005, por ejemplo, acudió a Canarias el director holandés Bernard Haitink al frente de la Orquesta Sinfónica de Londres o el ruso Semyon Byckkov con la Sinfónica de la Radio Alemana de Colonia. Asimismo, orquestas como la de la Radio de Finlandia o la del Festival de Budapest acudieron a la cita, junto con la Sinfónica de Tenerife y la Filarmónica de Las Palmas. Y si el Festival de Música fue un éxito en 2005, ya se apuntan las líneas maestras de la próxima edición, que se centrará en Mozart y Shostakovich.