España ‘acepta’ en 2004 la hegemonía del voleibol canario

El voleibol canario pasa por el momento más dulce de su historia. La presencia de ocho equipos en la máxima categoría convierte al Archipiélago en la potencia hegemónica de este deporte. Una representación que en el capítulo de títulos encabeza el Tenerife Marichal, líder nacional en ese apartado, y al que se unió en 2004 el Arona Playa de Las Américas.

El Tenerife Marichal ha ganado todos los títulos nacionales en disputa desde la temporada 96-97, con la única excepción de la Superliga 02-03, que ganó el Hotel Cantur de Las Palmas. Es decir, ni un solo equipo peninsular femenino se ha llevado un título a sus vitrinas en la última década. Y en 2004 se alcanzaron las cotas más altas hasta la fecha. El club presidido por Quico Cabrera, se adjudicó los cuatro títulos en juego (Superliga, Copa de la Reina, Supercopa y Liga Europea de Campeones) con una única derrota en 45 partidos oficiales. En España, apenas encontró dificultades. La localidad lucense de Monforte de Lemos le vio alzarse con su novena Copa en febrero de 2004, tras derrotar en la final al Caja de Ávila (3-0). Un mes más tarde conquistó Europa y al siguiente, por la vía rápida (3-0), la Liga ante su gran rival, el Hotel Cantur, con el que se ha medido en el play off final desde 2002.

Mucho tuvo que ver en estos logros el técnico holandés Avital Selinger, otro descubrimiento de Quico Cabrera, que supo exprimir al máximo a una gran plantilla. Pero el acierto del presidente blanquiazul no se ciñe al banquillo. También luchó en la Federación Internacional (FIVB) para obtener la libertad de Elena Godina y recuperó a la mayor figura que ha tenido el club en su historia: Magaly Carvajal. Incluso, se atrevió a protagonizar un boom mediático al incorporar a Maurizia Cacciatori. Tras un verano convulso, su racha de éxitos está lejos de extinguirse. En septiembre, con la plantilla sin completar, ganó la Supercopa. Las ausencias de Godina o Svistina fueron cubiertas con jugadoras de equipo, que han mantenido el nivel competitivo del Marichal. Y su imbatibilidad en España dura ya más de setenta encuentros.

A este festín de éxitos, queda vinculada la brillante conquista de la Copa del Rey en tierras baleares por parte del CV Arona Playa de Las Américas en 2004 ante el favorito Numancia, lo que le permitió jugar la Supercopa y ganarla en el mes de octubre… ante el favorito y anfitrión Unicaja Almería. De esta forma, el club que preside Eulogio Hernández se ha encargado de llenar, muchos años después, el enorme hueco que dejó la desaparición del histórico Cisneros. Su progresión ha sido meteórica (cuarto en 2002, subcampeón en 2003, campeón de Copa y Supercopa en 2004…). Su director técnico, Jaime Fernández Barros, se ha convertido en el principal artífice de estos éxitos al ser el responsable de confeccionar la plantilla de jugadores. Además, se sentó en el banquillo sustituyendo a Marcelo Benatti en la histórica cita de Palma de Mallorca.

No obstante, los éxitos de Marichal y Arona no ocultan otros que, sin ir sumados a títulos, colocan a Canarias como la capital nacional del voley. En categoría masculina, el Jusan Canarias (antes Guaguas) sigue entre los mejores tras superar sus dificultades económicas, mientras que su vecino grancanario, el 7 Islas Compaktuna, se ha asentado en la Superliga y tiene ambiciosos planes de futuro. Algo que no puede decir el Orotava-Puerto Cruz, que ha tenido un paso efímero por la élite. En categoría femenina, el Hotel Cantur intenta cada año ser una alternativa al Marichal y se consolida como su principal enemigo desde hace tres campañas. Mientras, Alvemaca Aguere y Ciudad de Las Palmas han encontrado su sitio y las primeras alcanzaron el play off por el título en sus dos primeras comparecencias en la élite. En un marco tan brillante, no es casualidad que el nuevo seleccionador de voley playa, Yoyi Luis, sea tinerfeño.

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