ZP y Canarias: del compromiso pendiente a la promesa cumplida

José Luis Rodríguez Zapatero asumió la presidencia del Gobierno con un prometedor guiño a Canarias. Un año después, con las luces y sombras de los Presupuestos de 2005, el PSOE mantiene que la ‘agenda canaria’ de Zapatero va más allá de las partidas financieras que reclama CC y augura que el balance global será favorable al final de la legislatura.

En su discurso de investidura, el líder socialista garantizó a las Islas un cuidado especial y diferenciado para contrarrestar los efectos de la lejanía. “Estoy convencido de que las demás comunidades autónomas sabrán entender que mi compromiso sea más intenso con Canarias que con ninguna otra”, expuso desde la tribuna del Congreso, “porque ese es el trato que el Gobierno de España ha de tener con su territorio más alejado”. El compromiso personal de Zapatero con el Archipiélago le aseguró el apoyo del grupo parlamentario de Coalición Canaria (CC) -configurado a través de un resquicio del Reglamento con el préstamo de dos diputados del PSOE-, que asumió de inmediato el papel de socio del Ejecutivo socialista bajo la fórmula de acuerdos puntuales, junto a los integrantes del tripartito catalán, ERC e IU.

Los primeros meses de legislatura, mientras el nuevo Gabinete hacía el proceso de aterrizaje, fueron necesariamente de tránsito para las Islas aunque colmados de buena disposición y voluntad de diálogo. La verdadera prueba de fuego llegaría con los primeros Presupuestos Generales del Estado de la era Zapatero. Antes de cumplir con el ritual otoñal de trasladar al Congreso los tomos del proyecto de ley de las cuentas estatales, el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, cerró un “acuerdo base” con CC para corregir el desfase de gasto por habitante de la sanidad canaria y situar a las Islas en la media de inversión estatal en infraestructuras en el plazo de cuatro años. Según esto, de forma progresiva y a lo largo de toda la legislatura, los Presupuestos del Estado habrán de recoger las correcciones al alza necesarias hasta completar el ajuste financiero en el ejercicio de 2008.

Los convenios

El acuerdo político abrió entonces una negociación directa entre los Gobiernos central y canario para actualizar los convenios vigentes en materia de carreteras, obras hidráulicas y costas. CC intentó a toda costa dejar definidos los proyectos y su financiación antes de la aprobación de los Presupuestos a final de año, para justificar ante la sociedad canaria su respaldo al Gobierno con algún resultado palpable. Sin embargo, los nacionalistas toparon con un ministerio de Fomento con escasa capacidad financiera y enrocado en la necesidad de asumir directamente la gestión de las obras, para evitar distorsiones como las de la última etapa del Gobierno de Aznar. La primera lectura de los Presupuestos arrojaba además una nueva sorpresa: pese al compromiso del PSOE de reducir progresivamente la diferencia entre las Islas y el resto del territorio español -acrecentada en los últimos años a consecuencia del incremento de población-, las cuentas estatales reflejan un gasto por habitante 130 euros inferior a la media nacional y una inversión en infraestructuras un 31% por debajo del ejercicio anterior.

Los recortes dieron cancha al PP canario para poner en evidencia el abandono del PSOE a Canarias y airear la lista de promesas incumplidas. En CC saltaron algunas alarmas, pero prevaleció la confianza en la palabra de Zapatero. El mensaje de su presidente y portavoz en el Congreso, Paulino Rivero, fue claro: la voluntad de cumplir está ahí, sólo hay que dar el tiempo suficiente a la negociación para encontrar la manera de plasmar los compromisos es un escenario económico difícil. Como prueba de buena fe, CC retiró todas sus enmiendas a los Presupuestos, a la espera de pactar los convenios en el plano político.

Junto a compromisos pendientes también hay promesas cumplidas. Y ahí el PSOE puede esgrimir el incremento de los recursos para sufragar los servicios esenciales que la Comunidad Autónoma presta a los ciudadanos canarios, especialmente la asistencia sanitaria, a través de la cesión de 50 millones de euros del extinto ITE (Impuesto de Tráfico de Empresas). Esta cantidad viene a sumarse a los 40 millones que el anterior Gobierno del PP ya había aminorado de la cantidad anual que Canarias paga al Estado en compensación por la desaparición del impuesto. Finalmente, otro compromiso estrella llevado a cabo –pese a las reticencias iniciales de Fomento- ha sido el incremento de la subvención al transporte para los residentes canarios, promesa electoral del PSOE, que en 2005 aumenta cinco puntos y pasa del 33% al 38%. Y el acuerdo con CC establece una progresión que en 2008 situará la ayuda en el 50% del precio del billete.

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