Canarias se prepara para enfrentar una nueva etapa de su Régimen Económico y Fiscal (REF) para el periodo 2007-2013 con las mejores perspectivas o, al menos, eso es lo que desde los Gobiernos central y canario se ha hecho ver a los ciudadanos de estas islas. Es el periodo de siete años que abarca el nuevo presupuesto financiero de la Unión Europa.
La mayoría de los agentes sociales coinciden en que la Comisión Europea no va a poner grandes dificultades a la renovación de los instrumentos fiscales del REF, por la manera como la han planteado el Parlamento de Canarias y los Gobiernos regional y nacional. Por eso, quienes se ocupan de la negociación con Bruselas han transmitido su confianza en que el nuevo REF salga adelante sin que le pongan muchas pegas. ¿Y por qué hay que pensar que esto va a ser así? Parece que hay razones para justificar ese optimismo, sin olvidar que no sabremos nada definitivo hasta el último trimestre de este año, cuando estén aprobados los mapas de ayudas regionales de los 25 Estados miembros. Y eso significa que las negociaciones no paran.
Pero mientras eso ocurra, la Comisión Europea ha aceptado empezar a hablar del REF de manera extraoficial, a iniciativa del Gobierno de Canarias, para que la propia Comisión pueda ir analizando la renovación. Ello implica un avance significativo puesto que cualquier negociación que se emprenda en el seno de la UE lleva aparejada, por lo general, un lento calendario de encuentros hasta alcanzar los acuerdos finales. Y motivos que aportan seguridad a los negociadores no faltan.
El consejero de Economía y Hacienda, José Carlos Mauricio, de por sí optimista, es de los que cree a píes juntillas que la propuesta de renovación de nuestros REF va en la dirección correcta, que es equilibrada y entra dentro de las directrices de ayudas regionales aprobadas en diciembre pasado por la Comisión Europea. Además, la filosofía que mueve a Canarias y a Madrid es la de no abrir una negociación de máximos, sino que busca dos objetivos: adaptar el REF a las nuevas directrices para las regiones, y tratar de mejorar el funcionamiento y la eficacia de las medidas del antiguo REF. Su prórroga se centra en tres apartados: la renovación de los incentivos a la inversión, el régimen especial de las empresas productoras de bienes corporales y la Reserva de Inversiones Canarias (RIC), a los que se añade un cuarto elemento al margen: la Zona Especial Canaria (ZEC).
En el Parlamento regional se han escuchado las voces del propio José Carlos Mauricio, explicando en más de una ocasión cómo debería ser el nuevo REF, y de los grupos políticos de la Cámara, que han apoyado la iniciativa del Gobierno. La actualización propone nuevos cambios, como la posibilidad de materializar la RIC en la creación de empleo vinculada a nuevos proyectos de inversión, al tiempo que sugiere una flexibilización de la normativa para las empresas más pequeñas.
Y hay más novedades, también para la Zona Especial Canaria, cuyo plazo de inscripción finaliza este año aunque la posibilidad de beneficiarse de ella durará hasta 2008. La filosofía de la ZEC sigue siendo la misma, es decir, una zona de tributación especial con la que se pretende impulsar el desarrollo económico y la diversificación de la actividad económica. Con estas premisas, los que entienden de números han hecho el cálculo: lograr una inversión de más de 2.000 millones de euros anuales como consecuencia de la materialización de la RIC. También están convencidos de que se podrán crear entre 50 y 75 empresas nuevas en la ZEC para dar empleo cada año a 1.000 o 1.500 personas.
Vistas así las cosas, pudiera parecer que no hay lugar para el pesimismo, pero no se deben obviar algunas voces discordantes, en este caso la de la Unión General de Trabajadores, que reclama que si en etapas anteriores se han beneficiado del REF las empresas, ahora sean los ciudadanos directamente quienes saquen la mejor tajada. Sea lo que sea, hasta octubre o noviembre no saldremos de dudas. Mientras ese día llega, los negociadores no deben bajar la guardia porque Canarias se juega mucho aunque siga teniendo la consideración, con sus correspondientes ventajas, de región ultraperiférica.