Fuerteventura registró en el 2005 el mayor crecimiento poblacional del Archipiélago en términos porcentuales, con un incremento de un 8,3 %. El pasado año, la Isla sumó un total de 6.656 residentes más a su población de derecho, que se sitúa en los 86.642 habitantes. A excepción de Betancuria, que vio reducida su población, el resto de municipios majoreros experimentó un aumento demográfico.
Fuerteventura ha registrado el mayor crecimiento de población de España, e incluso de Europa, desde 1998 a 2004, que se ha cifrado en un 63,17%, lo que supone 30.966 personas más. Las cifras hablan por si solas y mientras Europa crece al año un 0,3% y China un 0,9%… Fuerteventura lo hace a un ritmo del 8,7% anual. Un crecimiento que preocupa por igual a políticos y ciudadanos y que deja obsoletas las infraestructuras actuales, lo que ha llevado a que el presidente del Cabildo Insular, Mario Cabrera, haya pedido “un trato diferencial” para hacer frente al colapso de servicios tan básicos como la sanidad o la educación.
En cambio, en materia de inmigración, Fuerteventura ha terminado el año con un resultado positivo, registrando por primera vez un descenso en la llegada de barquillas. De las 239 interceptadas en 2004 ha pasado a 68 en 2005. Un descenso del 70% que muchos achacan a la puesta en marcha de patrullas hispano marroquíes que han permitido un mayor control de la costa majorera. Las autoridades españolas señalan que la instalación del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) en Fuerteventura ha permitido un incremento considerable de la localización e interceptación de las barquillas en alta mar y ha provocado el desvío de las pateras a otras islas que cuentan con menos vigilancia.
De hecho, Fuerteventura fue la sede el 12 de enero de 2005 de la Subcomisión Canarias-Estado de Inmigración, en la que las autoridades majoreras solicitaron que la Isla fuera catalogada como frontera Sur de Europa y dónde se dieron los primeros pasos para diseñar el perfil de un Plan de Inmigración Específico para Canarias. Un documento que se firmó en el mes de junio, con una inversión del Gobierno del Estado de 127 millones de euros a los que hay que sumar los 45 millones que aportará el Ejecutivo Autonómico para el período comprendido entre 2005 y 2007.
También el sector turístico finalizó el año con buenos resultados. En concreto, la llegada de visitantes extranjeros aumentó un 0,29 % con respecto a 2004, mientras que la entrada de peninsulares registró un incremento del 11 %. En términos generales, se consiguieron unas cifras similares a las del pasado año y, lo que es más importante, como afirmó la consejera de Turismo del Cabildo, Olivia Estévez, “se ha conseguido estabilizar el turismo extranjero que en los últimos años había descendido mucho, especialmente el alemán”. Después de un comienzo de año poco halagüeño, la llegada del verano supuso un fuerte espaldarazo para el sector, en especial por la llegada de turistas peninsulares, que incrementaron una ocupación que llegó a rozar el 100% en muchos hoteles de la Isla.
En materia de turismo, en 2005 se dio un paso importante con la celebración del primer congreso de esta materia en la Isla, que a pesar de ser criticado por los empresarios por la falta de soluciones concretas ofrecidas durante su celebración, al menos sentó las bases para la creación de una sociedad mixta que sustituirá al Patronato de Turismo en sus funciones y que permitirá que la promoción se financie con capital público y privado. Pero no todo en el 2005 fueron datos positivos para el sector. Así, los pequeños y medianos comerciantes de los municipios turísticos alertaron de la caída en picado de las ventas y exigieron soluciones a las autoridades competentes, ya que afirmaron estar pasando por una de las peores crisis de los últimos años.
Por otro lado, el Cabildo avanzó en la creación del Plan de Ordenación Turística y en el Congreso turístico se alertó sobre la necesidad de frenar la construcción de plazas alojativas. Mario Cabrera, aseguró que si no se le pone remedio en unos años, la isla tendrá 55.000 nuevas camas turísticas, que demandarían 18.115 empleos directos y 27.173 indirectos. Otro de los logros importantes del 2005, y que mejorarán la imagen de la capital de cara a los turistas, fue la celebración del concurso de ideas Puerto Ciudad en el que se eligieron los tres mejores proyectos para la construcción del nuevo frente marítimo de la capital, que permitirá que Puerto del Rosario deje de dar la espalda al mar.
Convulsiones políticas
Las diferencias entre Coalición Canaria (CC) de Fuerteventura y el Partido Socialista (PSC-PSOE) fueron, una vez más y por segundo año consecutivo, el asunto político más tratado en 2005. Ambas formaciones políticas mantienen un pacto de progreso desde 2003, que a punto estuvo de romperse tras la crisis surgida en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario. El pasado 16 de marzo, el entonces alcalde de la capital, Manuel Travieso, hacía pública su dimisión, para pasar la batuta a su compañero de partido, Marcial Morales, intento que meses atrás le podía haber costado una moción de censura que logró frenar con el compromiso de permanecer al frente de la alcaldía hasta la aprobación del borrador del Plan General de Ordenación Urbana de Puerto del Rosario.
La mesa de seguimiento del pacto entre CC y PSOE se reunió en numerosas ocasiones y llegó al acuerdo de apoyar la candidatura de Morales, que consiguió hacerse con la Alcaldía con trece votos a favor (CC+PSOE) y ocho votos en contra, del Partido Popular (PP) e Independientes de Fuerteventura (IF). Cuando las aguas parecían volver a su cauce, una nueva crisis sacudió al Ayuntamiento portuense, tras hacerse pública la invitación del alcalde de la capital a los concejales de IF para adherirse al pacto en la corporación. El PSOE criticó duramente a Morales por no informarle de sus intenciones y por decidir “de forma unilateral” la entrada de los concejales de IF, que supuso la pérdida de dos de las áreas en manos de ediles socialistas, Deportes y Obras.
Finalmente, y después de tres semanas de intensas negociaciones, el PSOE aceptaba el tripartito a cambio de que le fueran compensadas las dos áreas arrebatadas, cerrando una de las crisis más largas desde que se suscribiera el pacto de progreso. Pero las relaciones entre ambos partidos volverían a ponerse en tela de juicio con una carta interna de la concejala y primera teniente de alcalde de Puerto del Rosario, María Jesús de la Cruz, del PSOE, al secretario general de su partido en la Isla, Domingo Fuentes, donde denunciaba la mala relación con los nacionalistas.
Tras hacerse públicas las quejas de De la Cruz, Marcial Morales anunció el cese irrevocable como primera teniente de alcalde y concejal de Parques y Jardines, delegándole únicamente las áreas de Juventud y Participación Ciudadana, alegando “la pérdida de confianza” como principal motivo de su decisión. Tras un cruce de acusaciones, la edil anunció su dimisión y socialistas y nacionalistas salvaron la última crisis de 2005, para evitar que la ruptura llegase al Cabildo y al Ayuntamiento de La Oliva, donde ambas formaciones gobiernan juntas.
Otro de los asuntos políticos que mayor expectación levantó el pasado año fue la sentencia desfavorable al alcalde de Antigua, Juan José Cazorla, por un delito de cohecho, que hizo pública la Audiencia Provincial de Las Palmas el pasado 31 de octubre. El llamado caso Antigua se destapó en 2002 tras una denuncia interpuesta por el empresario José Joaquín Díaz ante la Unidad de Drogas y Crimen Organizado, Udyco en Madrid. El alcalde majorero fue considerado culpable de un delito de cohecho y se convirtió en el primer alcalde de la democracia condenado por un jurado popular. Los empresarios José Ramón Pena, Gregorio Fondevilla y José Hernández Navarro fueron absueltos.
La juez encargada del caso, Pilar Parejo, condenó a Cazorla a una pena de 18 meses de prisión, seis de inhabilitación para cargo público y 270.455 euros de multa por un delito de cohecho, sentencia recurrida por el primer edil ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, TSJC. “Juro por la memoria de mi padre que soy inocente”, dijo Cazorla a su llegada tras el juicio al aeropuerto majorero, donde fue recibido con aplausos por un grupo de vecinos del municipio. El letrado responsable de su defensa, Emilio Pérez Mora, destacó antes de conocerse la sentencia dictaminada por la magistrada que “Antigua tiene alcalde para rato” y anunció su intención de “recurrir la sentencia en todas las instancias oportunas y espero que finalmente nos den la razón”.
Otro de los actos que mayor interés provocó en la Isla, y que acaparó las miradas de todo el país, fue la elección de Fuerteventura como sede de la inauguración oficial del curso escolar, un acto que estuvo presidido por los Reyes de España. El Colegio de Educación Infantil y Primaria Francisco Navarro Artiles fue el escogido por la amplia diversidad cultural de los alumnos que conviven en sus aulas y por ser un reflejo fiel de las necesidades del sistema educativo en Canarias. Los monarcas inauguraron el curso acompañados por la ministra de Educación, María Jesús San Segundo, y el presidente del Gobierno canario, Adán Martín.
Juan Carlos I se refirió al centro como “ejemplo del sentido de convivencia y del alto grado de generosidad de los majoreros ante las dificultades de personas que buscan nuevos horizontes vitales”. La elección de Fuerteventura para inaugurar el curso sacó a la palestra las numerosas deficiencias en materia educativa que padecen los centros majoreros, con unas infraestructuras educativas que no han sido acordes al elevado crecimiento poblacional registrado en los últimos años. En noviembre, estas quejas se hacían patentes con una huelga general convocada por la recién creada Asamblea por la Educación, que reunió en una gran manifestación a más de mil padres, alumnos y profesores, exigiendo una educación digna en la Isla.