Mujeres 45, Hombres 55. La igualdad llegó al Parlamento

Los números que encabezan este artículo podrían representar la edad media de los diputados y diputadas del Parlamento de Canarias. Pero no. Se trata de los porcentajes que convierten al pleno de la Cámara Regional de esta legislatura en una de las pocas instituciones canarias, junto al ejecutivo autonómico, donde la presencia de mujeres y hombres cumple con creces la representación de género que establece la Ley de Igualdad.

En los escaños del antiguo salón de baile y conciertos, y ahora salón de plenos, se sientan hoy 27 mujeres y 33 hombres, con un aumento de la representación femenina respecto a la legislatura anterior, en la que las mujeres ocupaban el 36% de los escaños y los hombres el 64%. Ahora, lo dicho: 45 por ciento mujeres y 55 por ciento hombres. Esto lo decidieron en mayo los votos a cada una de las listas, pero antes los partidos políticos tuvieron que confeccionarlas cumpliendo la ley. ¿Cómo? Añadiendo a los equilibrismos familiares de cada una de las formaciones, la obligación de que hubiera un reparto no inferior al 40% para alguno de los sexos, condición que como se sabe en el caso de las municipales de Garachico convirtió en ilegal a la lista del PP formada sólo por mujeres. Y entre otras incidencias, también los grupos políticos tuvieron que recibir en algún caso un empujoncito de la Junta Electoral, que detectó trucos como poner a las mujeres en las listas de suplentes.

Una vez tejidas las listas con estos mimbres, llegaron los votos que decidieron por ejemplo que, de los 15 diputados que representan a Gran Canaria, nueve sean mujeres lo que supone un 60 por ciento: el máximo de la ley de igualdad. Y no es esta circunscripción la única en la que las diputadas superan al número de diputados, porque de los siete escaños que corresponden a Fuerteventura, cuatro los ocupan mujeres: el 57%. Tenerife es la tercera circunscripción en cuanto a los porcentajes, que no en el número de diputadas que la representan, porque siete de los 15 escaños que corresponden a la Isla los ocupan mujeres, un 47%. Y en la representación de las demás islas, la presencia de mujeres con respecto a los hombres está debajo del 40%: Lanzarote con un 37%, El Hierro con un 33%, y La Palma y La Gomera, las dos con un 25%.

Además, estas dos Islas son las únicas junto a El Hierro en las que no ha aumentado el número de mujeres que las representan -disminuyendo en el caso de los escaños herreños- respecto a la sexta legislatura. En Tenerife, el número de diputadas se mantiene. Sí ha aumentado en todos los grupos parlamentarios el número de mujeres y su representación respecto a la pasada legislatura, hayan ganado o perdido escaños tras las elecciones. Y todos superan el 40% de mujeres: el grupo popular, con un 47% y con 7 mujeres; el grupo socialista, con un 46% aunque tiene el mayor número de diputadas (12); y los nacionalistas, con un 41% y con 8 escaños ocupados por mujeres.

Estos números y porcentajes se acentúan si miramos a la Mesa de la Cámara, que ocupan tres mujeres y dos hombres, aunque en 25 años nunca la haya presidido una mujer. Todas estas cifras están ahí para demostrarnos ese ajuste a la ley de Igualdad, pero apaguemos la calculadora y aprovechemos esta mirada al parlamento regional para ver que la norma y sus números sólo han puesto en su lugar la alta participación de las mujeres en la política canaria, aunque ese papel no esté representado en los órganos de todos los partidos. Y para demostrarlo, sólo hay que mirar el bagaje de la mayoría de mujeres que están sentadas en la cámara, con una alta formación: muchas, como Belén Allende, que cumplen tres legislaturas; otras que además de repetir son alcaldesas de su ciudad en este mandato por primera vez, como Lola Padrón; algunas que después de dos mandatos como alcaldesas de su municipio llegan por primera vez a la Cámara como Guacimara Medina, la más joven del Parlamento. O también otras diputadas que son de las pocas personas que se sientan en la cámara que pueden decir que han estado en todas las administraciones, desde la municipal hasta la estatal, como Dolores Luzardo.

Una realidad, la del trabajo y papel de las mujeres, que en la Cámara Regional la ha impulsado una Ley de Igualdad, pero que todavía no ha podido hacerla visible en muchas conciencias y ámbitos de la sociedad que empieza cuando se pone el pie en la calle Teobaldo Power para salir del Parlamento.

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