El Norte, epicentro de las comunicaciones

Tras años de retroceso económico y despoblamiento, el Norte de Gran Canaria vuelve a estar en el mapa del Archipiélago como epicentro de las comunicaciones por carretera entre las dos capitales y, por ende, de todas las islas. La autovía Las Palmas-Agaete, aún en construcción, ha transformado la vida de los municipios de Arucas, Moya, Santa María de Guía y Gáldar, a lo que se une el Plan Territorial para reordenar el maltratado litoral y distintas inversiones públicas.

La GC-2 es la espina dorsal de las comunicaciones por carretera hasta el puerto de Agaete y crecerá en importancia cuando concluya la IV Fase de Circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria, actualmente en construcción, que abarca el tramo Tamaraceite-Tenoya-Arucas-Costa Ayala. Este último tramo de la Circunvalación cerrará el anillo viario en torno a la capital y mejorará de forma significativa la conexión con el Norte, al tiempo que mitigará la congestión de tráfico en puntos neurálgicos. La nueva vía permitirá disponer de una doble entrada hacia la capital y se estima que unos 40.000 vehículos circularán a diario por el nuevo tramo. En total van a ser construidos 6,8 kilómetros de autovía, con dos calzadas de dos carriles cada una, sin contar la longitud de los ramales de conexión y de las vías auxiliares, que suman 11,3 kilómetros más, lo que hace un total de 18,1 kilómetros. El presupuesto del proyecto supera los 91 millones de euros, cifra a la que hay que sumar más de ocho millones en expropiaciones. A lo largo del tramo se construirán nueve viaductos, seis enlaces, un túnel artificial y la duplicación del existente en Tenoya.

Otro de los proyectos que ejecuta en estos momentos la Consejería de Obras Públicas es el desdoblamiento de la carretera GC-2 entre Santa María de Guía y El Pagador, un proyecto cuyo presupuesto asciende a 64,2 millones de euros. Las obras avanzan a muy buen ritmo a pesar de lo complejo que ha resultado la construcción de algunas estructuras como el viaducto de Silva y el del barranco de Moya junto a una vía abierta al tráfico. La duplicación de este tramo permitirá comunicar el Norte mediante una vía de alta capacidad, pues pasará a tener dos carriles por sentido y un tercer carril en la rampa que va desde El Pagador hasta Llano Alegre. La longitud del tronco de la nueva vía, que tendrá capacidad para circular más de 60.000 vehículos al día en las máximas condiciones de servicio, será de 6,267 kilómetros. Y en total, 1.540 metros de la nueva carretera irán sobre viaductos y unos cien metros en túnel (sin contar el túnel que dará continuidad a la carretera del Hormiguero, que tendrá 130 metros de largo). La intención del Gobierno de Canarias es poner en servicio el desdoblamiento antes de que acabe el año 2011, aunque se continuará trabajando en algunos enlaces y puntos del tramo, afectando lo menos posible al tronco de la vía.

A pleno rendimiento se encuentran también los trabajos de otra carretera trascendental para el Noroeste de Gran Canaria, la que unirá La Aldea con El Risco de Agaete, una obra largamente reivindicada por los habitantes de toda la isla y en particular por los vecinos y agricultores de La Aldea de San Nicolás. La carretera, cuyo presupuesto asciende a 83.735.110 euros, forma parte del proyecto de la futura GC-2 y ya se están construyendo los impresionantes túneles del Andén Verde. El proyecto se ha dividido en dos partes: la primera, que abarca el tramo La Aldea-El Risco, tendrá 10 kilómetros de longitud; y la segunda, que irá desde El Risco hasta el núcleo de Agaete, tendrá algo más de 8 kilómetros. Obras Públicas decidió realizar primero el tramo La Aldea-El Risco por tratarse de la franja en la que la actual carretera presenta mayor peligrosidad. La longitud de este primer tramo es de 10 kilómetros y permite una disminución del recorrido del 35% respecto a la carretera actual, mejorando además su accidentado trazado. La nueva vía estará compuesta por una calzada con dos carriles, tres en determinados tramos (incluyendo el de vehículos lentos), y arcenes.

También se ha terminado el acondicionamiento de la carretera GC-2 en el tramo comprendido entre el enlace de Arucas y El Pagador, el conocido como cuarto carril. Las obras, que fueron financiadas íntegramente con fondos de la Comunidad Autónoma, tuvieron un coste de más de 20 millones de euros. La actuación se centró en dos aspectos fundamentales: aumentar la capacidad y mejorar la seguridad de la vía. Para lograr ambos objetivos se procedió a la ampliación de la plataforma, que ha pasado de 11 a 18 metros, con una disposición de calzada independiente por sentido de circulación, dos carriles y arcenes en cada una de ellas. Cuando concluyan las obras en la GC-2, el Norte de Gran Canaria quedará más cerca de la capital insular y también de los restantes municipios de la Isla, al tiempo que Agaete ganará presencia como punto de unión por carretera (y barco, obviamente) entre las dos capitales canarias.

Eso sí, esta autovía del Norte divide en dos a los núcleos urbanos que se encuentra en su recorrido, algo que se pretende corregir con el Plan Territorial Parcial de Ordenación del Litoral del Norte (PTP-15), con actuaciones a ambos lados de la carretera para contrarrestar su impacto. El PTP-15, cuyo avance ya se encuentra en exposición pública, también contempla la rehabilitación de toda la costa, con la demolición de más de 200 viviendas que invaden el dominio marítimo-terrestre en localidades como El Puertillo, Quintanilla, San Andrés, El Altillo, Pagador y San Felipe. Las familias serán realojadas en zonas interiores, lo que permitirá construir un paseo marítimo desde El Puertillo hasta San Felipe, sin descartar una ampliación posterior a la propia salida de la ciudad de Las Palmas. La propuesta aprobada por el Cabildo permite la creación de un campo de golf en San Felipe y un hotel de 200 camas en esa localidad de San María de Guía, ligado al deporte y al turismo rural y cultural.

Inversiones en el Norte

El Norte de Gran Canaria ha sido el destinatario de importantes inversiones del Cabildo Insular y del Gobierno de Canarias para recuperar la agricultura, la ganadería y el comercio. El mercado agrícola de la Atalaya, iniciado en 2010, será una vía para llevar los productos del campo hasta el consumidor de la ciudad y los ocasionales visitantes, tanto turistas como canarios de paso. Además, el Norte también ha iniciado un limitado desarrollo turístico ligado a sus espacios naturales y al rico patrimonio cultural y arqueológico de la zona, como el Cenobio de Valerón, el casco histórico de Guía y la Cueva Pintada de Gáldar.

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