2009 fue el año de las bonificaciones al transporte canario, tanto marítimo como aéreo. La fuerte crisis económica y el impacto sobre la economía de las Islas forzó al Gobierno del Estado, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, a tomar medidas coyunturales dirigidas a ayudar a Canarias y sobre todo, fomentar su principal sector: el turismo. Así, estableció para la temporada de invierno de 2009 una bonificación del 30% en las tasas aeroportuarias de todas las compañías aéreas con rutas a Canarias.
Las medidas del Ejecutivo nacional para aumentar el número de visitantes a la Islas no se limitaron a la bonificación general del treinta por ciento en las tasas aeroportuarias, sino que las aerolíneas que aumentaran el número de pasajeros a Canarias con respecto al año anterior se vieron beneficiadas por una subvención del 100% del importe de la tasa por cada uno de los viajeros de incremento. Algo que, sin duda, contribuyó de manera decidida a la entrada en 2009 de nuevas aerolíneas, sobre todo de bajo coste (como Jet2), así como al aumento de las plazas ofertadas para las que ya operaban en las Islas o la apertura de nuevas rutas (caso de Vueling y Monarch Air Lines, entre otras). Un ejemplo de lo dicho lo constituye la compañía aérea irlandesa Ryanair, que, gracias a la ayuda, ofreció en la temporada de invierno dos millones de plazas a Canarias.
El transporte marítimo de mercancías fue también objeto de un incremento de las ayudas en 2009. El sector industrial del Archipiélago, fuertemente castigado por la crisis y la caída del consumo derivada de ella, consiguió un incremento de la bonificación que ya existía en el transporte de mercancías entre Islas y cuyo objetivo es mitigar el coste de la lejanía y la doble insularidad. De esta forma, la Administración elevó la bonificación del transporte de mercancías del 35% al 50% en el tráfico entre Gran Canaria y Tenerife (se prevé que en 2010 suba hasta el 70%) y hasta el 100% entre las islas no capitalinas.
El peor año de la crisis
Al margen de las bonificaciones, 2009 pasará a la historia por ser el año de mayor intensidad de la crisis económica iniciada a mediados de 2007 a raíz de las hipotecas subprime de Estados Unidos y que se fue extendiendo por todo el mundo como un reguero de pólvora en cuestión de meses. La caída en el tráfico de mercancías en los puertos canarios, como consecuencia del descenso del consumo y de la actividad económica, llevó a las navieras a principios de año a entrar en una auténtica guerra en los precios del flete, que bajaron a niveles de 2001. Esta política de rebajas desmesuradas colocó en una situación complicada a una de las empresas más importantes del sector, Contenemar, que se vio obligada a recurrir a la presentación de un proceso concursal en agosto de 2009.
La suspensión de pagos de Contenemar pone de manifiesto las dificultades que atravesaron ese año la totalidad de las empresas canarias del sector del transporte y la logística, sobre todo las pequeñas. En el caso del transporte de mercancías por carretera muchos fueron los autónomos que tuvieron que cerrar y dejar su actividad. Si atendemos a las estadísticas, se confirma un descenso importante del tráfico que explica el cierre de empresas. En el caso del Puerto de Las Palmas, el tráfico de mercancías descendió en 2009 un 26,5%, hasta las 10,8 millones de toneladas. El número de contenedores bajó un 23,34%, hasta situarse ligeramente por encima del millón de teus, cuando en 2008 rozó casi el millón y medio. Los contenedores en tránsito hacia otros puertos descendieron un 29,63%, hasta los 587.662 y frente a los 835.094 de un año antes.
Sí subió el número de buques mercantes llegados al Puerto de La Luz, que aumentaron casi un 7%, hasta los 10.395. Este notable alza puede responder a la ubicación de este Puerto y el hecho de que sea el que ofrece en esta zona la mayor y mejor oferta en el suministro de combustible. Es por eso que hoy es el primer puerto español de avituallamiento, conectado con 180 puertos de todo el mundo a través de más de 30 líneas marítimas. El bunkering es actualmente el negocio de futuro por el que apuesta el Puerto de Las Palmas y que ya está dando resultados: en abril de 2010 la multinacional Addax convertirá esta terminal en su almacén de crudo para el Atlántico, después de muchas gestiones realizadas por el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Javier Sánchez Simón, durante todo el año 2009.
En el caso del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, las caídas registradas en los distintos indicadores fueron inferiores a las registradas en el de Las Palmas. Pero hay que tener en cuenta que también partimos de cifras absolutas inferiores. No se puede comparar el nivel de actividad de islas como Lanzarote y Fuerteventura con el de La Palma, La Gomera y El Hierro como tampoco el parón experimentado en su economía como consecuencia de la crisis. Y en el caso de los buques mercantes, frente al alza de La Luz, en el Puerto de la provincia tinerfeña se produjo un descenso de casi un 10%, hasta los 15.483. El tráfico de mercancías descendió un 8,56%, hasta los 2,7 millones de toneladas. Y un 13% descendió el número de contenedores, hasta situarse en los 346.089 teus. Por el contrario, los contenedores en tránsito experimentaron una fuerte subida de un 107,76%, hasta los 16.725 (en el Puerto de Las Palmas se movieron 587.662).
En Canarias subió el número de pasajeros de cruceros, algo reseñable sobre todo si tenemos en cuenta que el número de turistas llegados en avión descendió en 2009 como consecuencia de la crisis casi un 12%. En los puertos pertenecientes a la Autoridad Portuaria de Las Palmas el alza fue de un 6,12%, hasta situarse en los 611.701 turistas, mientras que en la provincia tinerfeña fue de un 4,17%, hasta los 580.605. Y todo ello, cuando en lo que respecta al transporte aéreo, Canarias perdió cuatro millones de pasajeros en 2009. En total, los ocho aeropuertos canarios recibieron el pasado año poco más de 30 millones de pasajeros frente a los 34 de un año antes. Recuperar estas caídas e incluso incrementar el número de pasajeros es el objeto de las bonificaciones de las tasas aeroportuarias que se aprobaron en 2009. Una medida que en 2010 ha sido prorrogada hasta el 31 de diciembre y que está arrojando resultados positivos, ya que en los dos primeros meses del año ha subido el número de viajeros por avión en torno a un dos por ciento.