Tras un año 2008 en el que las mociones de censura de Antigua y La Oliva tambalearon el escenario político insular –e incluso, regional–, una aparente tranquilidad se adueñó durante el pasado año de la clase política de Fuerteventura. Una tranquilidad que se vio alterada por la decisión de Domingo González Arroyo de crear una nueva formación en la Isla, el Partido Progresista Majorero (PPM). En esta aventura, Arroyo contó con el apoyo de más de 70 militantes, 14 de ellos cargos públicos.
La suspensión de militancia de González Arroyo por el Comité Nacional de Derechos y Garantías del Partido Popular (PP), tras apoyar una moción de censura contra la alcaldesa de La Oliva y actual presidenta de Coalición Canaria (CC), Claudina Morales, hizo que Arroyo intentara debilitar al PP y a su principal adversaria, la presidenta insular del partido, Águeda Montelongo. Para este nuevo viaje, Arroyo tuvo el apoyo de 14 cargos públicos, que también fueron expulsados por ir en contra de las decisiones de los órganos del PP. Eso sí, algunos de los que, históricamente, habían sido los hombres del Marqués, prefirieron aliarse a Montelongo y dejar en la estacada a su maestro político.
Sin embargo, la iniciativa se vio obstaculizada en el momento en el que los conservadores majoreros amenazaron con llevar a los juzgados al nuevo partido. Alegaban una similitud de marca y diseño entre ambos logotipos que podría llevar a la confusión al electorado. Finalmente, el edil de La Oliva presentó el pasado mes de diciembre, ante más de 700 personas, su nuevo retoño político. Como si se tratara de un pastor religioso, tomó como escenario el templo de la Misión Cristiana Moderna para dirigirse a sus simpatizantes. Las críticas a Paulino Rivero y José Manuel Soria se mezclaron con los acordes de Pepe Benavente. Tenía claro que quería estar en esta nueva etapa con su pueblo.
Las esperpenticidades de Arroyo no quedaron ahí. Antes de terminar 2009 sorprendía a su socia de Gobierno, Rosa Fernández (PSC-PSOE), reclamándole la Alcaldía durante los dos próximos años. Aludía a un pacto no escrito entre ambas formaciones, basado en un mandato compartido. Un acuerdo que sirvió para colocar a CC en La Oliva en la oposición. González Arroyo se amparaba en “la voluntad popular” y aseguraba a los socialistas haber encargado una encuesta entre la población del municipio. Quería que fueran sus súbditos quienes decidieran. Poco parecen interesar a los majoreros las historias de Arroyo. Los resultados de la encuesta siguen sin conocerse y a la población lo único que parece preocuparle son las altas tasas de paro.
Porque Fuerteventura finalizó 2009 con 10.654 desempleados. Las ONG aseguran estar desbordadas ante la fuerte demanda de ayuda, mientras las colas en las oficinas de Asuntos Sociales parecen no tener fin. La caída de la construcción ha hecho que las pequeñas constructoras hayan cerrado y las grandes intenten sobrevivir gracias a la obra pública. Las grúas han desaparecido del paisaje insular y la población peninsular, especialmente la gallega, ha abandonado Fuerteventura en busca de nuevos dorados. Incluso los musulmanes, que antes llegaban en patera y que encontraron en la construcción y la hostelería una salida laboral, ahora están en paro. Pasan el día en las mezquitas mientras se plantean volver a África.
La crisis internacional y la falta de conexiones aéreas han debilitado al principal baluarte de la economía majorera: el turismo. Ingleses y alemanes ya no tienen a Fuerteventura como principal destino de vacaciones. Municipios turísticos como Pájara intentan sobrevivir gracias al mercado alemán, mientras otras zonas como Corralero (La Oliva) o Caleta de Fuste (Antigua) registran datos históricos en cuanto a la bajada de la ocupación hotelera. Los acuerdos alcanzados por el Cabildo Insular con la compañía Ryanair, a finales de 2009, por los que empezaron a operar 12 nuevas rutas traerán alrededor de 300.000 pasajeros. Una medida que aporta aires de esperanza a la débil situación turística.
Elementos de división
La ubicación de la futura cárcel y el museo arqueológico dividieron a los distintos ayuntamientos de la Isla. Todos vieron en estos proyectos el motor económico necesario para su municipio. Aún se desconoce dónde se instalarán las dependencias penitenciarias, mientras la decisión de crear el museo arqueológico en Betancuria, desbancando la candidatura de Puerto del Rosario, dividió a los nacionalistas del Cabildo y a los del Ayuntamiento capitalino con Marcial Morales a la cabeza. Los desacuerdos entre Cabildo y consistorios también llegaron a Antigua. De fondo, el proyecto de regeneración de la playa de El Castillo. Las acusaciones entre Mario Cabrera y el alcalde, Gustavo Berriel, echándose la culpa del retraso de las obras, se sucedieron durante todo el año. Pero el tiempo pasa y los empresarios del ocio de Caleta Fuste siguen esperando unas obras que puedan salvar la crisis del sector.
La situación energética en Fuerteventura y el riesgo de un posible cero energético trajo de cabeza a la primera institución durante el 2009. Un problema que, lejos de solucionarse, continuará dando titulares a lo largo de este año. El Plan de Infraestructuras Energéticas del Gobierno de Canarias proponía Agando, en Tuineje, como lugar en el que ubicar la futura central eléctrica. Sin embargo, la oposición vecinal hizo que el grupo de Gobierno insular se opusiera y optaran por Monteagudo, en Antigua. Todo ello con el inconveniente de que este lugar se encuentra en plena Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Aunque esta ubicación fue aprobada en el Pleno del Cabildo por CC y PP, en los últimos tiempos la presidenta de los populares, Águeda Montelongo, empieza a desmarcarse de sus socios de gobierno y abogar por otro lugar.
En el ámbito social, la apuesta de la Consejería de Educación de crear nuevos colegios comienza a crear sus frutos. Poco a poco, desaparecen las aulas prefabricadas –barracones, según los padres– y empieza a difuminarse el temor de que se queden niños sin escolarizar al inicio del curso. Eso sí, la sanidad sigue siendo el talón de Aquiles de los majoreros. Faltan centros y las obras del Hospital Insular parecen no tener fin. Desperfectos en la estructura del antiguo centro sanitario obligarán a derruir la parte antigua y con ello a eternizar el futuro hospital.
En todo caso, la gran noticia para Fuerteventura –y la más positiva– llegó desde París. En marzo de 2009 la Isla se convertía en la cuadragésima Reserva de la Biosfera de España y la quinta del Archipiélago. La Reserva comprende todo el territorio insular y una franja marina de cinco millas en el sector oeste y tres millas para el resto de la isla. En total, alcanza una extensión de 352.812 hectáreas de las cuales el 47% corresponde al medio terrestre y el 53% al medio marino. Asimismo, las instituciones majoreras confían en que Fuerteventura se convierta en Reserva Starlight y puedan continuar con la tarea de recuperar la calidad del cielo nocturno y convertir a la Isla en uno de los principales enclaves para la contemplación astronómica.
Además, desde esas mismas instituciones se espera que, finalmente, salga adelante la declaración del Parque Nacional de Fuerteventura. La visita de la Reina Sofía a Cofete y al islote de Lobos en septiembre con la intención de conocer los proyectos de reintroducción de la foca monje y de la tortuga boba sirvieron para trasladar al exterior el compromiso que, desde hace unos años, el Cabildo de Fuertevenura intenta alcanzar a toda costa.