En el resumen del año 2009, la mejor noticia en el mundo de la lucha canaria fue la consecución del Campeonato de Europa por parte de la selección canaria. En asuntos domésticos, los protagonistas son tan distintos como variados. Destaca el carácter salvador de Tenerife o la Federación de Lucha Canaria (FLC), pero con el matiz en este caso de la peculiar forma de cogestionar de un presidente diseñado como el quinto elemento de la misma.
El presidente de la Federación de Lucha Canaria, Germán Rodríguez, se aplica con desmesurado afán en la tarea para él prioritaria de coleccionar viajes y reuniones. Según su entender el objetivo es hacer crecer a la lucha canaria, pero los resultados son bien distintos porque en el fin primero del ente (la consolidación del aspecto deportivo) sigue dando tumbos. Se registran menos clubes en activo y más luchadores en paro. Los asimétricos movimientos federativos agravan este asunto que fractura lo que fue creado bajo la consigna del interés general. Poco se hace desde la madre de las federaciones para que haya estabilidad, que el número de clubes no siga decreciendo y las categorías se puedan conformar con un reparto de intervención global. La despreocupación federativa pone en entredicho la capacidad y facultades organizadoras de sus dirigentes para remediar lo que se ha convertido en una peligrosa normalidad.
Menos mal que este claroscuro que tiñe a la lucha canaria queda suavizado por la infravalorada fidelidad de los aficionados, las aportaciones de empresas y entidades y los impagables y denodados esfuerzos de los clubes, siempre al servicio de la causa. Y ahí es donde, otra vez, la lucha canaria de Tenerife le maquilla el rostro a Rodríguez por segundo curso consecutivo en sus dos años al frente del ente federativo de ámbito regional. No hay para más en la FLC, sólo mercadotecnia a la baja y espera de repetidos milagros como el de los tinerfeños. En este sentido conviene recordar que es únicamente en esa isla donde compiten los equipos de la máxima categoría. La Insular Tinerfeña, incluso caótica y de manera indirecta, repite la medalla de ser la que afilia a los ocho equipos de Primera, lo que reporta que este legado se resiente de viejas heridas en forma de mala planificación. Tal mérito tinerfeño no es, ni mucho menos, sinónimo de que la lucha canaria funciona bien. Casi todo lo contrario.
Campeones de Europa
Dieciocho años después, la selección canaria volvió a ser proclamada campeona de Europa. En 2009, durante su estreno como miembro de pleno derecho tras el regreso en 2007, rectificando la renuncia de los años 90, consiguió su segundo trofeo absoluto al sumar más campeones que ninguna en el Europeo de Luchas Celtas celebrado en Escocia. Allí, en Glasgow, se aplaudió más veces a los nuestros (ocho medallas de oro), tal y como lo hicieron en 1991 en Lesneven (Bretaña Francesa) para reconocerle seis metales de aquel color. La presencia de luchadores canarios en las competiciones de la Federación Internacional de Luchas Celtas (FILC) tiene amplio margen de rendimiento por la cada vez mejor adaptación a las modalidades en las que se compite: Gouren y Back Hold.
Y en este sentido, hasta 25 de nuestros representantes han pisado el podio de los campeones por haber sumado títulos en al menos una modalidad. Incluso se dan meritorios casos en los que más de uno ha hecho doblete. Los números dicen que 17 luchadores de categoría senior, seis entre los sub 21 también masculinos y hasta tres representantes femeninas son los que conforman el listado de los que han resultado mejores alguna vez. Por ejemplo, Dácil López Ortega, luchadora grancanaria del Santa Rita, es la que más medallas ha reunido a título individual (cuatro) y encima se impuso en ambos estilos en los campeonatos de 2008 y 2009. La condición de favorito a Canarias en ese intercambio de luchas vernáculas crece paralela al tiempo y forma que le dan sus continuadas presencias.
Reconocimiento histórico
En el año 2009 se firmó también el reconocimiento de la lucha canaria como deporte. Un hecho histórico plasmado el pasado mes de junio, aunque no conviene olvidar que empezó a pergeñarse tres años antes. Fue, con motivo de la reunión entre el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, y el entonces mandatario federativo Gonzalo Hernández en la sala Vip del Aeropuerto de Los Rodeos (Tenerife) después de las cruciales y aún no bien agradecidas gestiones previas del ex luchador Domingo Peña y del diputado socialista Segura Clavell. Aquel encuentro fue como un pan debajo del brazo para esa meta largamente perseguida y pocas veces tan bien trazada. La lucha canaria obtuvo del secretario de Estado la promesa ya felizmente cumplida.
Desde aquella rúbrica en el Hotel Villa del Conde de la isla de Gran Canaria, la lucha canaria es reconocida oficialmente como modalidad deportiva por el Consejo Superior de Deportes. La máxima autoridad deportiva del país, así como la consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes de Gobierno de Canarias, Milagros Luis Brito, y el presidente de la Federación de Lucha Canaria, Germán Rodríguez Hernández, estamparon su firma en el valioso documento que recoge una vieja aspiración. Y con ello, la satisfacción por el paso al frente. Ahora toca el turno de nuestros deportistas en su oportunidad de emular al buen puñado de colegas que hace varias décadas dejaron el pabellón canario muy alto en el ámbito nacional e internacional.
Lissavetzky afirmó entonces que “a partir de ahora, la Federación de Lucha Canaria entra como miembro de pleno derecho, pudiendo acceder por tanto a todas las convocatorias que se realicen desde el Consejo Superior de Deportes, incluidas por supuesto las de financiación”. “Conozco la polivalencia y valía de los luchadores canarios, por lo que no descarto que en el futuro puedan estar representándonos en los Juegos Olímpicos gracias a su adaptación a las distintas modalidades de lucha”, agregó el secretario de Estado para el Deporte. El salto de calidad y la evolución del deportista, por lo tanto, se imponen en tiempos de retos individuales. La calidad es una evidencia y el carácter competitivo del bregador moderno, su prueba de fuego más importante.
Juveniles y féminas
En este año 2009, la selección juvenil de La Palma renovó el título de campeón del Pancho Camurria doblegando en la final y a domicilio a Gran Canaria (10-12). Fue, como repetición del éxito cosechado en la pasada campaña ante el mismo rival, otra muestra del creciente potencial de la cantera palmera que se viene poniendo de manifiesto cada curso. Y en esa línea aún se atisba en su horizonte más entorchados a nivel de selecciones. De esa manera, los palmeros además conquistaron el trofeo en propiedad y se colocan en la clasificación general de las 25 ediciones como los cuartos en quedárselo, tras Tenerife (6), Gran Canaria (1) y El Hierro (1). Y, para su satisfacción, ya cuentan con el papel de firmes candidatos del próximo ejercicio.
Cómo ya se ha dicho alguna vez, esa junta federativa que encabeza Juan José Felipe Jerónimo y el equipo técnico capitaneado por Jorge Luis Pulido con el apoyo del ejemplar Polito Rodríguez y los clubes y canteranos de la Isla Bonita tienen derecho a ponerse una medalla por un éxito cada vez más meritorio. No en vano, al margen de las dos islas capitalinas, sólo El Hierro y Fuerteventura habían tenido el atrevimiento de imponerse alguna vez en el Pancho Camurria. El único pero es que los palmeros no lucirán en su trofeo, como los demás poseedores del mismo, el logotipo de CajaCanarias por una ineficaz política de acercamiento del ente federativo de ámbito regional con el que hasta entonces fue incomparable impulsor y mecenas de la base.
En la categoría femenina, el Unión Sur fue la noticia triste de la categoría al anunciar que lamentaba no salir en la temporada 09/10 por razones ajenas a su voluntad. De esa manera se quebró el sensacional palmarés del club femenino más laureado de la historia de la lucha canaria. La entidad majorera deja los siguientes números: un total de 11 títulos de campeonas regionales de Liga y, de ellos, los diez primeros de manera consecutiva. Además, suma todos los de copa (3) y otros torneos oficiales (1). Hicieron pleno desde el inicio de la competición, allá por la campaña 96/97, hasta la temporada 06/07, habiendo perdido en este periodo sólo una luchada, ante el Santa Rita en Gran Canaria por un ajustado 7-6 el 21 de mayo de 2006. Un curso después se impuso el Santa Rita y en la 08/09 volvió el Unión Sur a la senda del éxito. Además, su luchadora Noelia Ávila es la que más veces ha quedado campeona de Canarias Individual, con un total de once entorchados.
La figura
Marcos Ledesma (Valle de Guerra, 21-3-1986) es en el tiempo presente la máxima figura de la lucha canaria. En su primer año con la máxima categoría clasificatoria individual, este joven arquitecto ha sabido adaptarse a las exigencias de ser en único puntal A del Archipiélago y, consecuentemente, sucesor del durante décadas casi invencible Francis Pérez, el Pollo de Frontera. Marcos Ledesma ha estado presente a nivel de clubes en las cinco últimas finales de la Liga Gobierno de Canarias de Primera Categoría, de las que ha ganado tres: dos con el Araya y una ejerciendo de máximo responsable en el Victoria, vigente campeón regional. A la entidad norteña, a la que mantiene en el escaparate como la más mediática, le dio su quinta Liga Insular en la campaña 08/09. Y además completó su palmarés y el del club haciendo pleno de títulos en ese curso: cuatro de cuatro.