Cuatro años y un funeral

Si nos ponemos a hacer un balance de lo que ha sido este mandato que ha terminado en Santa Cruz de Tenerife, podríamos haberlo titulado igual que muchas películas. Principalmente de drama y terror. La legislatura empezó mal y terminó peor. Atrás, muy atrás, queda el acuerdo firmado por Miguel Zerolo y Ángel Llanos en el hotel Contemporáneo, después de una cena-acuerdo en Los Limoneros entre ambos ex miembros del ayuntamiento capitalino.

Aquel acuerdo firmado entre Zerolo y Llanos al principio del mandato sería el principio de fin en el Ayuntamiento del político nacionalista y del todavía miembro del Partido Popular. El pacto empezó con buenas intenciones, que luego quedaron en absolutamente nada; y así se ha visto reflejado en la gestión del consistorio en estos últimos años. La crisis económica todavía no había llegado, pero cuando lo hizo, en el Ayuntamiento de Santa Cruz entró con tal virulencia que serán los próximos años los que vean el solar en que se ha quedado la Casa de los Dragos.

Se manejó mucho dinero al principio. Y si no, que se lo digan Ángel Llanos, que nada más llegar al Ayuntamiento quiso ser una copia de Zerolo. Deslumbrado por la figura del alcalde, lo primero que hizo fue ponerse escoltas (como Zerolo) y un Golf GTI gris metalizado como coche oficial (como Zerolo). El acuerdo fue rápido, pues Zerolo temía que se gestara un pacto entre el resto de fuerzas políticas para desbancarlo de la alcaldía. Así que Llanos pasó a ser el responsable de las perritas del Ayuntamiento y también de Fiestas y de la Sociedad de Desarrollo, que a la larga serían, entre otras muchas razones, las causas del entierro de Llanos en el Ayuntamiento.

Y si miramos partido por partido, quién los ha visto ahora y quién los vio hace cuatro años. Si empezamos por Coalición Canaria, lógicamente tenemos que hablar de Zerolo. Un Zerolo que se vio obligado a presentarse como candidato en 2007 debido a sus líos judiciales, que se han visto reflejados en su gestión durante estos últimos años. Y si a su dejadez le sumamos los problemas de salud que ha tenido su mujer, y que hicieron que a mitad de legislatura se fuera a Sevilla varios meses, podemos encontrar razones de su escasa gestión. Pero si miramos hacia atrás hay que hablar de Luz Reverón. Fue en la lista de Zerolo de número dos, prometía, venía del Cabildo Insular y tenía fama de buena gestora, pero varios escándalos de viajes sufragados por el Ayuntamiento y el Plan General hicieron que Reverón fuera eliminada del mapa por su propio partido.

Atrás, además, quedan los plenos que dieron la vuelta a toda España como el famoso sobre las ONG y la respuesta de Esther Sarraute a la pregunta de Guillermo Guigou… y que a la postre significaría la caída de la concejala del Partido Nacionalista Canario. Un Guigou que durante este mandato ha jugado en la ambigüedad. Igual que cuando a Miguel Bosé le preguntaba si era homosexual se ha movido el portavoz de Ciudadanos a la pregunta de si estaba en el grupo de gobierno o en la oposición. Al final no se supo donde estaba, aunque lo que todos sabíamos es que tanto él como Guimerá tuvieron un buen sueldito del Ayuntamiento.

Pero si alguien sacó provecho de su representación en el pleno de Santa Cruz fue el Centro Canario Nacionalista de Ignacio González, que con tan sólo un concejal acabó estando en el gobierno municipal y gestionando el área con más dinero del presupuesto municipal: Asuntos Sociales. Fue un González que se sacó de la chistera el Instituto Municipal de Atención Sanitaria(IMAS), uno de los organismos más criticados por la oposición. Un Ignacio González que fue el único que aceptó entrar en el gobierno de concentración que ofreció Zerolo cuando rompió con el PP a mitad del mandato y que terminó le legislatura diciendo que Zerolo había sido el mejor alcalde que había tenido Santa Cruz en toda su historia democrática… y dentro de las listas de CC.

Tema aparte fue el PSOE. Entre ellos mismos se comieron. Empezaron con Gloria Rivero de portavoz, “como una cotufa inflada”, pues así se definió ante los simpatizantes socialistas el día de su presentación. Al final, lo único que se llevo del Ayuntamiento fueron disgustos… y a su compañero Ramiro Cuende, pues en la actualidad son pareja, pues hasta ha habido tiempo en estos años de temas del mundo rosa. De resto, los socialistas han estado más ocupados en apagar sus fuegos internos que en hacer una verdadera oposición. Y para rematarlos llegaría el tsunami de las gestoras, que se llevaron por delante a Nacho Viciana y José Manuel Corrales, quien había ganado por mayoría en el comité local de Santa Cruz, pero al que su amistad con López Aguilar le pasó factura. Y al día siguiente de anunciar su candidatura a las primarias de los socialistas en la capital, le levantaron los pies.

Si hablamos del Partido Popular, con sólo decir que en las listas electorales de 2011 no entró ninguno de los concejales del mandato anterior, uno se puede hacer a la idea de lo que han sido estos últimos años en el grupo municipal popular. Empezaron fuertes y unidos, pero acabaron haciendo la guerra cada uno por su cuenta. ¿Y Llanos? Pues resulta no hay peor enemigo en la política que las prisas y la codicia. Y a Ángel le pasaron por encima ambas. Empezó tan bien la legislatura que se pensó que podía hasta con Cristina Tavío y la retó en el Congreso Insular de los conservadores. Y ahí se equivocó. Y se equivocó de tal manera que ahora mismo tiene pie y medio, por no decir los dos, fuera del PP.

Por el camino, en el PP se manejaron muchas perras. Tantas que más de uno todavía se está acordando de los Carnavales de los dispendios. Un ejemplo es Javi Rolo, el productor de los carnavales de Llanos que se dejó hasta… sí hasta eso se dejó y ahora está en paradero desconocido. Curiosa fue también la relación Ángel Llanos-Jaime Hernández Abad, relación de amor-odio que estuvo a punto de dejar a Hernández Abad fuera de juego. Se jugó la cara por Llanos e incluso apostó por él como presidente insular, pero reaccionó a tiempo y se quedó con la Tavío.

Fuera de la política, que lo cubre todo, Santa Cruz ha dado para mucho en este último año, pero el Plan General de Ordenación y Las Teresitas se han llevado la palma. En cuanto a Las Teresitas, sigue como estaba al principio: no hay nada de nada, salvo el mamotreto en medio de la playa. Y de los millones de euros, olvídense de que se cobrarán. ¿Y con el PGO? Pues que Santa Cruz se está cayendo y aquí nadie dice nada. Esperemos que los 27 concejales de esta nueva etapa en la ciudad nos saquen de la situación de crisis total en que nos encontramos. Y que vengan a servir a nuestra ciudad y no a servirse de ella.

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