El 2021 en la isla de El Hierro ha estado marcado por la corriente inflacionista que tanto daño hace en un territorio con una de las cestas de la compra más caras de Canarias. Por otro lado, las consecuencias de la doble insularidad y la ultraperiferia se han dejado notar especialmente en el precio de los carburantes.
Los herreños hemos tenido que pagar un alto precio por una situación de monopolio que nos asfixia desde hace años y que se ha puesto de relieve con la subida de los precios de los combustibles a nivel nacional e internacional.
Pese a la insistencia, parece que desde la Administración no logramos articular una solución definitiva para este sobrecoste que pagan las familias y empresas herreñas con un 25% más que el resto de canarios. Pese a la insistencia, al intenso trabajo interadministrativo y las duras negociaciones con las operadoras que cubren el servicio en las Islas, vemos con impotencia como la situación persiste y se mantiene en el tiempo provocando un injusto sufrimiento en las ya de por si complicadas economías domésticas herreñas.
El 19 de septiembre quedó grabado para siempre en la retina no solo de los palmeros sino de los herreños que tanto padecieron los dos largos años que duró la crisis económica y social que provocó nuestro volcán submarino. El volcán de Cumbre Vieja cambió nuestra agenda por una más que necesaria ola solidaria en todo el Archipiélago con el único objetivo de que la Isla Bonita y los palmeros lograran recuperar cuanto antes una ansiada normalidad.
Parece que las cada vez más habituales emergencias, ya sean las climatológicas, relacionadas con nuestra geografía volcánica o las sociales, con el drama migratorio, nos marcan los tiempos y complican la toma de decisiones del día a día o , peor aún, la más que necesaria planificación de los objetivos para el desarrollo social y económico de nuestras Islas.
Unas emergencias que, por otro lado, nos han permitido demostrar la fortaleza de los canarios y de nuestros servicios públicos, mejorando en eficacia y eficiencia en las actuaciones y, sobre todo, en la coordinación interadministrativa.
Pese a ello, 2021 supuso en El Hierro un cambio positivo en la atención social, modernizando y mejorando todo el entramado administrativo de la atención a las personas; una revisión en positivo de las cifras de paro y un impulso más que significativo de los datos económicos en relación al sector turístico, que ha logrado cifras impensables en la isla hace apenas unos años, lo que también nos posiciona en otra casilla de salida a la hora de plantear nuevos y modernas redes de comunicaciones marítimas y aéreas con el exterior a partir de ahora”.
En definitiva, una cara y una cruz para una isla con mucho potencial para ser visitada, pero lastrada por una economía de total dependencia del exterior y susceptible a cualquier cambio económico del exterior. Los herreños nos mantenemos firmes en nuestras demandas, pero es preciso que las mismas sean escuchadas y entendidas.