Canarias y su competitividad

Las Islas han entrado en el siglo XXI como una región desarrollada en el conjunto de las economías mundiales de similar tamaño, pero es probable que estemos al final de un ciclo

En Canarias se presentan algunas señales rojas que la sitúan como un territorio más débil que en épocas pasadas, con un cuestionamiento de los posibles retos que tradicionalmente se han apuntado para progresar (región ultraperiférica, plataforma tricontinental, el papel directriz del turismo, etc.) que generan algunos nubarrones no exentos de incertidumbres y grandes dudas que cada vez más constriñen la posibilidad de algunas políticas públicas capaces de ser motores del desarrollo de las islas.

¿Qué aspectos adquieren gran interés después de la pandemia reciente de la COVID19?:

-Mayor protagonismo de la tecnología y la inteligencia artificial.

-El Estado se fortalece y potencia su papel en el control sobre la población y sobre su propia intervención en la economía.

-El teletrabajo, la telemedicina y la teleeducación serán mucho más comunes en los próximos años.

-La certeza de que no se puede estar seguro en un país mientras no se esté seguro en todos, en este sentido estamos hablando de una visión global de la salud.

-El aumento de las desigualdades en el seno de los países ricos.

-La pandemia puede suponer un reposicionamiento de destinos turísticos y un cambio en las preferencias de los turistas.

Los FONDOS EUROPEOS, es una oportunidad. España contará con un total de 140.000 millones de euros para ejecutar en un periodo de seis años. En los Presupuestos de 2021, el Gobierno adelantó 27.000 millones con el fin de acelerar la ejecución del plan. Estos fondos estarán en consonancia con los Objetivos del Semestre Europeo que son la doble transición, digital y climática, y articularse en torno a cuatro ejes: sostenibilidad medioambiental, productividad, equidad y estabilidad macroeconómica.

Además, el saldo de ingresos y pagos de España con la Unión Europea fue muy positivo durante toda la década de los noventa y entre 2001 y 2005. En especial, la prodigalidad de los fondos europeos facilitó la realización de cuantiosas inversiones en infraestructuras que hicieron de palanca para el crecimiento y transformaron la economía española. ¿Se puede repetir aquel milagro?(1).

¿Es posible que los fondos generen una economía innovadora y sostenible?

¿Gestión privada para dinamizar los fondos?

Intensificar la utilización del capital riesgo.

Pero los indicadores sustentados por estadísticas que muestran la posición de Canarias en el entramado nacional e internacional, nos muestran una Canarias con claroscuros, con ciertos nubarrones que nos hacen caer en cierto pesimismo no falto de razón cuando la comparamos con otras regiones en el ámbito estatal y europeas, digamos que éstas van a una velocidad mayor, con lo cual la brecha cada vez es superior y esto naturalmente genera ciertas incertidumbres.

Es evidente, y lo corroboran los datos de Canarias antes de la crisis de 2008, se ha modernizado en infraestructuras públicas y los niveles de renta per cápita han aumentado si lo comparamos con territorios similares. Si esto lo comparamos con economías insulares existentes en el mundo hay un balance positivo comparativamente hablando. En el marco internacional, Canarias constituye, fuera de toda duda, una economía insular potente, con un entramado institucional que ofrece muchas garantías a los mercados y una región consolidada desde el punto de vista de las infraestructuras, aunque con ciertas deficiencias en los últimos tiempos y que se agravarán en el futuro por la carga de la población.

Con relación al crecimiento económico experimentado posterior a la postguerra española ha sido tremendamente positivo, buena parte de este crecimiento motivado por el turismo y la construcción. Digamos que Canarias han entrado en el siglo XXI como una región desarrollada en el conjunto de las economías mundiales de similar tamaño. Pero es probable que estemos al final de un ciclo. Que el éxito derivado de una modélica transición no nos impida reconocer que haya que afrontar una nueva etapa.

Los presupuestos expansivos de una época contribuyeron a mejorar dos áreas que eran muy débiles en Canarias, y éstas eran educación y la sanidad. Los saltos cualitativos experimentados por estas dos áreas sitúan a Canarias en una posición, si no para ocupar los niveles de vanguardia españoles y europeos, si en unas condiciones de partida para dar un salto cualitativo y cuantitativo.

No obstante, no supimos en esta época relanzar actividades económicas punteras en los negocios empresariales, ya sea con iniciativa pública y/o privada, que se consolidaran en empresas con cierta proyección internacional ni siquiera en el sector turístico. El crecimiento empresarial en muchos años no era consistente, como después se ha demostrado, generando situaciones traumáticas desde el punto de vista financiero en muchas empresas (sobre todo con la crisis de 2008). La bancarización de la economía canaria, superior a la economía de otros países y muy similar a otras zonas de la economía española, ha supuesto un problema grave para los autónomos, para las pequeñas empresas y en definitiva para el pequeño negocio.

El ajuste experimentado en el sector privado, a raíz de la crisis de 2008, no es sólo de desapalancamiento sino también de salarios, precios y rentas, proceso éste de devaluación interna necesario para adaptar las estructuras de los agentes económicos a la realidad impuesta por los nuevos mercados. Por ello, es preciso afrontar en Canarias reformas para dinamizar los mercados y para acercarnos a la senda del crecimiento y la competitividad de nuestra economía, estas reformas a nuestro entender son:

-Reforma de la administración pública (procedimientos caducos en la era de la digitalización y personal envejecido y con jubilaciones en masa que aminoran la capacidad técnica de una administración pública moderna).

-Reforma del sistema educativo (en el nivel competencial que corresponda), prestándole una dedicación especial a la Formación Profesional.

-Reforma del sistema tributario canario.

-Reforma energética.

La Unión Europea emite un indicador de competitividad para las regiones europeas y establece diferentes rankings. A través de una serie de pilares establece un orden que denomina RCI y para Canarias en 2013 fue del -0,603 ocupando el puesto 199. En 2019 se produce un deterioro de este indicador pasando a -0,88 ocupando la posición 229 de 268 regiones.

(1) Es preciso intensificar la colaboración público/privada para sacar el máximo provecho a las ayudas europeas. Es sumamente productivo la creación de grupos de trabajo coordinados entre el Gobierno, las comunidades autónomas y las empresas para facilitar la gestión de los proyectos y el acceso a los fondos.

Facebook
Twitter
LinkedIn
COrreo-e
Imprimir

Patrocinadores

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad