El regreso de una vieja enemiga

La economía de Canarias sigue creciendo, pero la actividad económica está aún en el nivel de 2016, lejos por tanto de la de los años previos al confinamiento

Las nuevas, y no tan nuevas, generaciones se han encontrado con un proceso de inflación que desconocían. De pronto, cuando nadie contaba con eso, los precios han empezado a subir. Tarde o temprano, la vieja enemiga nos visita por sorpresa, siempre busca nuevas escusas para imponer su desagradable presencia, pero la mayoría de la población no lo sabe. Les debemos una explicación.

Desde luego, la crisis de 2020 es el origen. Nadie lo esperaba. La crisis económica, provocada por motivos de salud, pensaron algunos que podría revertirse rápidamente una vez que la pandemia estuviera controlada. La rápida decisión de la Unión Europea al aprobar los recursos Next Generation EU y otros, el mantenimiento de bajos tipos de interés por el BCE y los programas de facilidades monetarias, hacían prever que la actividad económica volvería rápidamente al ritmo de crecimiento posterior a la crisis de 2008/2009. Muerto el perro se acabó la rabia. Todo volvería a ser como antes.

Por ejemplo, para Canarias muchos expertos afirmaron que en la primavera del 2021 se habría recuperado la actividad económica anterior; después dijeron que en otoño; más tarde, callaron. Algunos, más prudentes, calculamos que la recuperación no llegaría antes del 2024. Y nos sorprendimos de los buenos resultados del año 2021. Fue un espejismo.

Nuestra explicación partió de dos premisas: a) las crisis económicas, se sabe cuándo empiezan, pero no cuando terminan, porque las circunstancias se enredan y aparecen, no se sabe de dónde, los conocidos cisnes negros; b) en Canarias, no hay fase depresiva del ciclo económico que dure menos de cuatro años. Estas enseñanzas de la historia económica, una vez más, fueron ignoradas. Lo estamos viviendo: la conjunción de un lento proceso de recuperación junto a hechos sorprendentes.

La economía de Canarias sigue creciendo (9,18% de crecimiento anual en el segundo trimestre de 2022, ISTAC), pero la actividad económica está aún en el nivel de 2016, lejos por tanto de la de los años previos al confinamiento. La tasa de paro se ha reducido un punto respecto a la de finales de 2019 (17,76% en el segundo trimestre de 2022, EPA), fruto del efecto combinado de la estabilidad de la población activa y el fuerte crecimiento de la ocupación. Así pues, la actividad económica se está recuperando y el empleo es ahora mayor que antes de la pandemia, pero los efectos de la crisis aún permanecen, aunque el turismo va recuperando sus anteriores cifras de llagadas y estancias.

En estas circunstancias, aparece el incremento de los precios. El proceso actual de inflación se produce por la vía de la demanda, derivada del crecimiento de la actividad económica y el empleo. Y fundamentalmente por la vía de la oferta: tiene un componente importado que se transmite a los bienes y servicios producidos y distribuidos en Canarias.

La economía de Canarias, como la de todas las pequeñas islas alejadas, tiene características que amplifican los shocks externos: costes de transporte, concentración de los mercados por el lado de la oferta, efectos del turismo sobre los precios, y tantos otros. Tales características se combaten con una baja fiscalidad indirecta y bajos salarios. De ahí que los crecimientos de los precios actuales sean inferiores a los del resto de España. Pero, una cosa es decir que se combaten y otra decir que se eliminan. Hay que recordar que los incrementos de precios de las importaciones están fuera del alcance de la política económica autónoma. Por esto, es conveniente saber por qué se producen.

Los primeros brotes de inflación surgieron cuando la demanda de los bienes y servicios empezó a crecer tras levantarse los confinamientos, mientras, la oferta tardaba en responder. Las cadenas de suministros fallaban y el tráfico marítimo de mercancías tenía problemas. Este hecho generó una enorme incertidumbre que ha llevado nada menos que a la revisión de la estrategia política de la globalización. Un ejemplo: el pasado 19 de julio, la Secretaria del Tesoro de EE.UU., Mrs. Janet Yellen, en un discurso pronunciado en el Science Park del conglomerado surcoreano LG de Seúl, expuso, y no era la primera vez, el cambio de estrategia del gobierno de EE.UU., “favorecer la acogida de amigos de las cadenas de suministro a un gran número de países de confianza, para que podamos seguir ampliando de forma segura el acceso al mercado, reducirá los riesgos para nuestra economía, así como para nuestros socios comerciales de confianza”. Esto es, “la acogida de amigos” se refiere a la estrategia de vuelta a casa de las inversiones americanas localizadas en países no amigos, como China, y a sólo estrechar relaciones económicas con los países más cercanos. La misma estrategia está proponiendo Alemania. Por tanto, “vuelta a casa”. Un cambio pues sustancial en el proceso de globalización, tanto que algunos hablan ya de desglobalización.

Los fallos en las cadenas de suministros tienen causas múltiples. Se está produciendo la denominada crisis de los contenedores de la que se derivan los retrasos en el tráfico marítimo entre Asia, EE.UU. y Europa. Hay retrasos derivados de la escasa disponibilidad de trabajadores portuarios expertos, la reducción de barcos en las navieras y el cierre de agencias logísticas. De esta forma, los costes de transporte se han multiplicado por cuatro, alimentando la inflación. Así que el índice de presiones sobre la cadena de suministros, elaborado por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, está promediando niveles muy superiores a los que tenía en los meses posteriores a la finalización de las medidas de prevención de la pandemia. Añadamos a esto las medidas tomadas por China con el objetivo de alcanzar el cero casos de covid-19 lo que incide en las cadenas de suministros a través de la ruptura de eslabones.

Además, se asiste a continuos cambios en las relaciones internacionales. La pugna entre China y EE.UU. es un hecho bien visible y está cambiando el orden mundial. China obtuvo ventajas evidentes desde su incorporación a la Organización Mundial del Comercio en 2001. Pero el descenso del comercio internacional post pandemia y la sustitución de la demanda de bienes por servicios perjudica el estatus de China en el proceso de globalización. Además, el incremento de los aranceles en EE.UU. a las importaciones chinas daña los intereses de este país e incrementa el nivel de precios. Para colmo está el problema de Taiwán. Estas son claves para entender el fortalecimiento de relaciones entre China y Rusia. Y todo ello implica tensiones en los precios.

Como es obvio, la invasión de Ucrania por Rusia ha impulsado la inflación. Los mercados de alimentos, fertilizantes, gas y petróleo revelan la escasez relativa. No sabemos hasta cuando la guerra continuará, pero parece que será de larga duración. Por lo tanto, el impacto sobre los precios durará meses.

Dicho esto, no parece que la política monetaria sea suficiente para contener la inflación. Las subidas de los tipos de interés reducen la demanda agregada de la economía. Pero el origen de la inflación está en el lado de la oferta. Así que los especialistas discuten hasta qué punto los incrementos de los tipos de interés son la pócima adecuada. En cualquier caso, parece prudente no confiar todo a la política monetaria restrictiva, entre otras razones por los efectos que se producen sobre la demanda agregada y el desempleo. De hecho, ya antes de la inflación, los especialistas debatían sobre la conveniencia de pasar del 2% de inflación al 4% como guía para orientar la política de los bancos centrales.

Dos palabras más sobre la economía de Canarias. Es cierto que la economía de Canarias está creciendo a buen ritmo y que la tasa de desempleo está cayendo, aunque no con la suficiente velocidad. También es cierto que la hacienda canaria tiene hoy más recursos a su disposición que en cualquier momento anterior de la historia. Pero también es cierto que somos una economía pequeña, insular y alejada de los grandes mercados. En consecuencia, sabemos, porque lo hemos vivido antes, que la economía de Canarias interioriza los impactos de la economía internacional rápidamente y los amplifica. Así que no deberíamos caer en la tentación de creer que podemos bordear los problemas derivados de la economía internacional por tal o cual acción del Gobierno autónomo.

Ahora viviremos con los problemas de siempre más la inflación. No olvidemos que la inflación impacta más en el bienestar de los que menos tienen. Así que ahora no hay otra que trabajar en políticas orientada a la igualdad de oportunidades y la distribución de resultados. Ya sabemos que tales políticas pueden generar efectos perversos en la población, esto es, comportamientos de riesgo moral. Pero soportar estas conductas de algunos siempre será mejor para el bienestar colectivo que el sufrimiento causado a la totalidad de la población vulnerable por la ausencia de tales políticas.

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