CajaCanarias constituye hoy en día una referencia ineludible en los aspectos social y económico dentro del Archipiélago Canario. Su actual posicionamiento supone toda una garantía para las empresas e instituciones de las Islas a la hora de contar con ese apoyo básico para la creación y consolidación de proyectos de desarrollo.
La actual situación de CajaCanarias está avalada por un volumen de negocio cercano a los 12.000 millones de euros, gestionados por 1.234 profesionales, y una extensa red comercial integrada por 196 oficinas y apoyada por 470 cajeros automáticos, constituyendo la mayor red bancaria que opera en Canarias actualmente. Ya quedan lejos los orígenes de esta entidad, que se remontan al 13 de abril de 1910, fecha en la que se aprobaron sus estatutos fundacionales, que habían sido remitidos al Ministerio de Trabajo el 23 de septiembre de 1908. Los precursores de esta iniciativa fueron personalidades ilustres de la época, motivados por el tinerfeño Enrique Pérez Soto y por Francisco Rivas Moreno, entonces delegado de Hacienda en Canarias.
El 15 de marzo de 1911 fue inaugurada la primera oficina de esta Caja de Ahorros en la capital tinerfeña, ubicada en la Calle Santa Isabel, hoy denominada Calle Carmen Monteverde. En estos primeros años de andadura ocupó diferentes sedes provisionales hasta que, en 1929, se constituyó el primer gran edificio social en la calle Pérez Galdós de Santa Cruz de Tenerife. Un año más tarde, la entidad comenzaba a ampliar su radio de actividades al norte y sur de la isla de Tenerife, puntos estratégicos de negocio durante aquella época.
Desde el punto de vista económico, las relaciones de cooperación con el Instituto de Crédito y la Confederación de Cajas de Ahorros Benéficas evidenciaban la presencia en el panorama insular canario de una institución cada vez más presente en los sectores económicos nacionales. Además, la entidad había asumido el compromiso con la autoridad local de contribuir a paliar el problema de la vivienda dando atención preferente a los préstamos con garantía hipotecaria.
La Plaza de Santo Domingo capitalina albergó unas nuevas dependencias centrales a partir del 2 de febrero de 1957, coincidiendo con la festividad de la Virgen de Candelaria, patrona de Canarias. El acto de apertura del edificio, diseñado por el arquitecto Domingo Pisaca, contó con la presencia de importantes personalidades y autoridades.
En 1984, la Caja General de Ahorros se fusionó con la Caja Insular de Ahorros de La Palma, adquiriendo la actual denominación comercial de CajaCanarias, con una renovada imagen corporativa que se mantiene hasta nuestros días. El 15 de mayo de 1987 fue inaugurada la actual sede central de CajaCanarias en Santa Cruz de Tenerife, un moderno edificio enclavado en el número 1 de la Plaza del Patriotismo, cuyos tres bloques están revestidos con piedra natural de Tindaya (Fuerteventura). La ilusión de barco de los ángulos, el recuerdo clásico de los huecos simétricos y la evocación insular de los patios ofrecen una doble lectura; de una parte, una holgura espacial y solvencia para dar cabida a su amplia gama de servicios económicos y financieros; de otra, adecuarse a las exigencias de la creciente labor de difusión con un espacio socio-cultural de gran magnitud
Estrategia de negocio
Vencidas las dificultades de los primeros tiempos, transcurrieron 17 años para que la Caja General de Ahorros tinerfeña alcanzara su primer millón de pesetas en recursos ajenos. Al cumplirse el cincuenta aniversario de su fundación, en 1960, superaba ya los quinientos millones.
A partir de entonces se produjo una ampliación espectacular de la red de oficinas, con nuevas aperturas en las islas de Tenerife, La Gomera y El Hierro, lo que se tradujo en un incremento del número de empleados de la entidad, además de acentuarse la colaboración económica con las instituciones locales. En los años ochenta, CajaCanarias abrió sus puertas en las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote; en Madrid y Barcelona, y en Caracas, ampliando el radio de acción más allá del Atlántico.
Durante estos últimos 25 años, la entidad ha contribuido a que se alcanzaran en el territorio canario las mayores cotas de desarrollo económico de su historia, fruto de la liberalización del sector financiero, algo que ha permitido competir en condiciones de igualdad a bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito.
Obra Social y Cultural: 62 años de labor
La gestión de la Obra Benéfico Social de entonces estuvo vinculada desde los orígenes de la entidad a conceder pequeñas aportaciones destinadas a los colectivos más desfavorecidos.
La primera gran obra benéfica fue en pleno corazón de Santa Cruz de Tenerife. El Colegio Hogar Escuela María Auxiliadora, instituido en 1943 como un centro encomendado a las Religiosas Salesianas para la acogida e instrucción de niñas huérfanas, en la actualidad prosigue su labor educativa sesenta años después de su fundación.
Desde entonces, la labor social de la entidad ha evolucionado de forma paralela a las necesidades de la colectividad y progresivamente ha ido enriqueciendo la vida cultural de la región.
En la actualidad, la Obra Social y Cultural de CajaCanarias abarca una red cercana a las cincuenta bibliotecas, doce salas de arte, seis guarderías infantiles, catorce escuelas de ajedrez, un colegio, tres escuelas de música y el despliegue de una intensa actividad social y cultural que se tradujo el pasado año en más de 4.400 actividades, entre las que se encuentran la convocatoria de premios literarios y de investigación, exposiciones, conciertos, espectáculos, cursos, ediciones, conferencias y diferentes tipos de propuestas, para integrar la más amplia labor social y cultural de iniciativa privada que se realiza en Canarias.
