No es para nadie un misterio que Canarias, por sus condiciones de archipiélago y de ultraperiferia, necesita de una red bien tejida de comunicación asentada sobre el transporte marítimo interinsular que garantice de forma eficaz la cohesión social. El movimiento entre islas de personas, coches y plataformas de carga rodada no fue siempre fácil y económicamente asequible. No obstante, desde el año 1987, la Comunidad Autónoma de Canarias ha venido aplicando una política de bonificaciones dirigida a los residentes canarios que utilizan el transporte marítimo en sus desplazamientos interinsulares, con la finalidad de reducir el precio de los billetes del transporte marítimo interinsular de viajeros, primero en un diez por ciento y, después, en un quince por ciento. Hoy, esa bonificación alcanza el 35 por ciento.
Las mejoras en este sector se han venido sucediendo desde principios de los noventa con el inicio del funcionamiento de los jet-foil. Durante esa década, el transporte marítimo evolucionó positivamente convirtiéndose en una alternativa al transporte aéreo debido, entre otros factores, a la gran mejora que las instalaciones portuarias han experimentado. Esto, a todas luces supuso un nuevo impulso y mejoras al transporte de personas, vehículos y mercancías. Asimismo, la incorporación en 1999 de los fast-ferry (ferrys rápidos) a las flotas para el transporte insular y la creciente población en las Islas han determinado que se pase de un mercado disgregado insular a un único mercado en el Archipiélago.
Este desarrollo económico del Archipiélago y el aumento de la demanda del transporte marítimo han supuesto un aumento significativo del servicio que prestan las navieras que cubren los diferentes trayectos y del número de persona y vehículos que pasan por las instalaciones de la Autoridad Portuaria en sus cinco puertos: Santa Cruz de Tenerife, Santa Cruz de La Palma, Los Cristianos, San Sebastián de La Gomera y La Estaca, en la isla de El Hierro. La progresión del número de usuarios de estas embarcaciones queda patente en la diferencia entre los 2.773.931 pasajeros registrados en 1994 y los 5.011.416 de 2003; y queda refrendada con los 5.163.940 que se registraron al cierre del ejercicio 2004. Esto supone el aumento espectacular del 86,16 por ciento del tráfico total de pasajeros en una década; es decir, en el periodo comprendido entre 1994 y 2004. Sin embargo, donde más se ha visto esta evolución recientemente ha sido en el puerto de Los Cristianos. Este puerto del sur cerró el ejercicio 2004 con un alza del 6,8 por ciento al registrar 1.808.503 pasajeros en sus instalaciones, frente a los 1.692.893 que lo hicieron en 2003. En cuanto a la mercancía general que pasó por Los Cristianos, ésta subió un ocho por ciento, ascendiendo a 355.450 el total de toneladas cargadas. En cuanto al número de vehículos de pasaje, da una idea de la importancia y la alternativa al transporte aéreo los casi 720.000 registrados en el último ejercicio.
Pero quizás uno de los pilares fundamentales por el que tal vez solamente se justifiquen las inversiones y las mejoras hechas durante estos últimos años es el espectacular incremento de plataformas, camiones y furgones que han viajado en cabotaje interinsular. Han sido 290.548, un 5,66 por ciento más que el año anterior. Huelga decir la trascendencia que esto tiene en el abastecimiento de las Islas denominadas menores. En los próximos años se prevé que aumente el número de líneas cubiertas por las embarcaciones rápidas (ferrys rápidos). La prueba palpable es la reciente incorporación del Benchijigua Express, el mayor trimarán del mundo y el mayor buque construido íntegramente en aluminio, a la línea que une La Gomera con el puerto de Los Cristianos.
De esta forma, es labor del Gobierno canario y de la Administración General del Estado, a través de los entes públicos, asegurar esta herramienta eficaz que garantice la vertebración territorial en condiciones de igualdad para el uso del transporte marítimo interinsular. Así, los objetivos que para Canarias, por ser región ultraperiférica, deben traducirse en medidas que contribuyan a facilitar la accesibilidad al transporte marítimo. Ante estos retos, desde la Autoridad Portuaria se pone el acento de la modernización de los servicios para poder seguir siendo un referente del tráfico marítimo en el Atlántico, tanto de pasajeros como de mercancías.
Un claro ejemplo de esta iniciativa para la mejora y la adecuación de las instalaciones de cara al pasajero, facilitando los accesos y aportando comodidad es el nuevo proyecto de la explanada en el Roque de La Hila, en el puerto de San Sebastián de La Gomera, que es consecuencia directa del aumento de las operaciones de tráfico de pasajeros y vehículos, así como de mercancías, que el puerto de San Sebastián ha experimentado desde la liberalización de las líneas de transporte. Puesto que todo indica a que esta tendencia se mantendrá en alza, la superficie para pasajeros y vehículos que se embarquen en el principal puerto de la Isla Colombina se aumentará en un 34 por ciento, con la generación de una explanada de 15.000 metros cuadrados, optimizando así las posibilidades de estas instalaciones y potenciando el tráfico marítimo interinsular. Otras mejoras complementarias de este proyecto son el abrigo por completo de la Estación marítima y un paso de unos 30 metros de ancho entre el dique y el espaldón del dique para los peatones y los vehículos que embarquen o desembarquen.
No se puede olvidar que los puertos forman parte de ese objetivo para la cohesión y la igualdad de oportunidades mediante el acercamiento a los vecinos de las islas entre sí, que a la postre no es ni más ni menos que mejorar y la calidad de vida de los habitantes de las islas occidentales, y de todos los canarios en general.
