La actividad en el sector primario canario fue ingente durante el año 2004 y muchas de las iniciativas tomadas, además, han culminado en los primeros meses de 2005 o están aún por concluir. Por parte de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación se ha realizado un trabajo que, en el terreno legislativo, ha sido fructífero en aras de la ordenación de las actividades que son de su competencia.
En primer término, cabe citar que se culminó el desarrollo normativo en materia pesquera, que se había iniciado el año anterior con la aprobación de la Ley de Pesca de Canarias, con la entrada en vigor del reglamento que la desarrolla. De este modo, el Archipiélago cuenta por primera vez con una completa normativa que regula el esfuerzo pesquero, la actividad profesional, la acuicultura y el marisqueo, la pesca deportiva y todos los demás aspectos concernientes a nuestro mar y sus recursos. Estas iniciativas se han visto completadas por dos órdenes departamentales de protección del mejillón y la lapa majoreros, en peligro de extinción, para el marisqueo.
En segundo lugar, esta Consejería elaboró la ley por la que se crea el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria, que fue aprobada en abril de 2005 por unanimidad del Parlamento de Canarias. Esta ley regula la actividad de un organismo autónomo que pretende ser la herramienta para mejorar la calidad de las producciones agroalimentarias y, en especial, las producciones de calidad diferenciada.
Pero lejos de considerar completada esta actividad, este departamento ha contraído nuevos compromisos. Así, el Gobierno de Canarias aprobó el decreto 8/2004, de 3 de febrero, por el que se encomienda a las consejerías de Medio Ambiente y Ordenación Territorial y de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación la elaboración de las directrices de ordenación del suelo rústico. De los trabajos realizados hasta ahora, cabe destacar el diagnóstico de la situación actual y la manera de afrontar la protección, la diferenciación y la delimitación de la actividad agropecuaria.
Con respecto a la gestión, uno de los asuntos más importantes a los que se enfrenta la agricultura concierne a la inminente reforma del régimen de importación del plátano procedente de terceros países a la Unión Europea (UE). Ello ha implicado por parte de este departamento una importante actividad tanto con las regiones europeas productoras, con sus gobiernos nacionales respectivos y con las correspondientes instancias comunitarias. Así, los estudios y gestiones realizados por la Consejería, en estrecha colaboración con el sector, han culminado en una propuesta de arancel por parte de la UE que, no dando satisfacción a los intereses y peticiones canarios, consideramos que está en el límite que podría preservar la continuidad de nuestras producciones.
En cuanto al Poseicán de mercado interior y su desarrollo, uno de los grandes compromisos de esta Consejería, la ayuda a la producción canaria destinada a nuestro propio mercado se ha incrementado desde 5,5 millones de euros en la campaña 2002 hasta los 10,5 en la campaña 2003 (última campaña cerrada) y se espera que en la campaña 2004 haya continuado su progresión, con el objetivo de que tanto nuestros mercados sigan abastecidos de nuestras producciones frescas como de fomentar la actividad de nuestros productores. Como consecuencia de la implantación de estas ayudas se ha conseguido que el agricultor canario pueda competir con los productos agrícolas de importación, pudiendo hacerlo en precios y calidad. A consecuencia de ello, el agricultor, además, ha reorganizado y planificado su producción y mejorado los canales de comercialización, lo que ha comportado una mejora de las rentas de los productores y unas mejores cuotas de autoabastecimiento.
En condiciones igualmente satisfactorias se desarrolla el Sobre Ganadero. Después de dos años de aplicación, con un presupuesto global para 2002-2006 de 32 millones de euros, se ha constatado que 565 explotaciones se han adaptado a los criterios de calidad exigidos por el citado Sobre. También ha fomentado la organización del sector en agrupaciones y federaciones, lo que ha permitido sumar otras cinco de estas entidades a las seis previamente existentes. Con la aplicación del Sobre Ganadero en las islas a partir del 2003 se ha incrementado la cabaña ganadera en el sector caprino y bovino. En el sector caprino se ha pasado de 195.000 cabezas en 2003 a las actuales 320.028 censadas. En bovino, por su parte, contamos con unas 22.500 reses censadas, unas tres mil más que en 2003.
En materia de pesca, podemos decir que, a la par que en los últimos años se ha contemplado un cierto declive en la actividad extractiva, tanto en lo que afecta a la flota con puerto base en Canarias que realiza su actividad en caladeros remotos, como a la flota artesanal, se ha podido constatar la cada vez mayor implicación de Canarias en las nuevas líneas de actuación de la actividad pesquera a nivel internacional; esto es, la transformación y la acuicultura. Solamente en el 2004 los pagos efectuados en el epígrafe de transformación y comercialización superaron los diez millones y medio de euros. Pero para la pesca tradicional canaria resulta primordial desarrollar lo previsto en el artículo 5.1 del Reglamento 1954/2003 del Consejo. Dicho con otras palabras, necesitamos consolidar las 100 millas con un marco de actuación preferente, cuando no exclusivo, para los buques matriculados en los puertos de las islas.
En lo que respecta a la acuicultura, Canarias se mueve actualmente en un volumen de producción algo inferior a 3.000 toneladas, centradas en dorada y lubina, y con un dinámico crecimiento en las islas de La Palma, Tenerife y Gran Canaria. Sin embargo, a 31 de diciembre de 2004, la capacidad potencial de las concesiones autorizadas, una vez obtengan su nivel optimo de explotación, alcanza ya el entorno de las 10.000 toneladas, situación que no hará subir peldaños en nuestra cuota de producción sobre el total de la nacional. La potenciación de las redes de comercialización, la introducción de nuevas especies para su cultivo y el salto futuro hacia unidades productivas más potentes –hacia las que apunta la acuicultura- reservan un horizonte razonablemente optimista para esta actividad, que ya genera más de la tercera parte de las capturas a nivel mundial.
