100.000 habitantes

Tenemos una población muy joven, muy trabajadora y con alta diversidad cultural. Y lo interpretamos como claves positivas, porque son la energía que sustentará a la isla en las próximas décadas.

El 2005 ha sido un año muy importante para Fuerteventura. Por primera vez en la historia las estadísticas de los padrones municipales de la isla han reflejado, a finales de 2005, que más de 100.000 personas viven como residentes de derecho en Fuerteventura. Se trata de la constatación de un cambio demográfico, económico y social al que venimos asistiendo desde hace al menos dos décadas y cuyo resultado es una población que comparte tres características muy singulares, que difícilmente se encuentran en otros lugares. Estamos hablando de más del 50% de la población por debajo de los 35 años de edad, es decir muy joven. Tenemos además el dato de que casi el 60% procede de múltiples países y comunidades autónomas. Y contamos además con una tasa de ocupación laboral muy alta, con un paro real casi inexistente desde hace bastantes años. Y a ello hay que sumar que este gran porcentaje de población nueva, que lleva residiendo en la isla en muchos casos menos de cinco años, ofrece una diversidad de procedencias muy alta.

En resumen, tenemos una población muy joven, muy trabajadora y con una alta diversidad cultural. Son, como decía, unas características que nosotros queremos interpretar como claves positivas de futuro, porque son la energía y la riqueza que sustentará a la isla durante las próximas décadas. Por eso, precisamente, estamos dotándonos de herramientas para controlar la presión urbanística en la isla y poder apostar por la calidad de vida como clave definitoria. El Plan Territorial Turístico señala en su parte expositiva que con los planes y proyectos que desde hace décadas hay aprobados en la isla de Fuerteventura en los próximos años se pueden construir casi 55.000 nuevas plazas turísticas, que demandarían 18.115 empleos directos y 27.173 indirectos. O lo que es lo mismo, si a estas personas sumamos sus familiares y otros empleos y trabajadores que se necesitarían en cadena, en un plazo de tiempo relativamente breve se demandarían 113.220 nuevos habitantes en Fuerteventura.

Para frenar esta dinámica, venimos trabajando ya desde hace años en el Plan Insular de Ordenación de Fuerteventura, que permitió reducir el espacio urbanizable pre existente en un 80%. Y ahora queremos complementarlo con el Plan Territorial Turístico, de manera que se impida la construcción de nuevas plazas alojativas y se eliminen o reduzcan las que ya cuentan con permisos desde antes de la moratoria turística. Estas medias reguladoras deben ir directamente relacionadas con medidas promotoras de nuestra oferta turística, de manera que actúen de forma paralela, siempre bajo la clave de la apuesta por la calidad. Estamos trabajando además en el proyecto de reserva de la biosfera para Fuerteventura, directamente relacionada con la solicitud al Gobierno para que se ponga en marcha la tramitación administrativa para la declaración del Parque Nacional de zonas áridas en la costa de Barlovento de Fuerteventura. Y, como saben, apostamos firmemente por el Proyecto Monumental de Tindaya, que gracias a la implicación de ayuntamientos, Cabildo y Gobierno de Canarias, pero muy especialmente de la propia familia de Eduardo Chillida, se ha reactivado y ha permitido ir cumpliendo con todas las fases técnicas previas necesarias para asegurar su viabilidad.

Realidades y retos

Al mismo tiempo, acabamos de recibir el reconocimiento de especialistas nacionales sobre el proyecto del Parque Tecnológico de Fuerteventura, que queremos instalar en Los Estancos como apuesta por el desarrollo de energías renovables y nuevas tecnologías de la comunicación, en un área que además ha sido recuperada ecológicamente junto al Gobierno de Canarias, ya que anteriormente era una escombrera. Y no olvidamos, por supuesto, la mayor inversión en carreteras que se ha hecho nunca en Fuerteventura y que ha conseguido reducir la accidentabilidad en nuestras vías alrededor de un 30%, dando continuidad a una dinámica de freno a los accidentes de circulación que se mantiene ya desde hace tres años, pese al continuo crecimiento del parque automovilístico insular. En Fuerteventura contamos además con la mayor inversión en infraestructura educativa y sanitaria por habitante de Canarias, respondiendo también a esa evolución mantenida desde hace años en cuanto al crecimiento poblacional se refiere.

Evidentemente, nos quedan muchos retos por delante, y entre ellos las conexiones marítimas ocupan un lugar destacado. Próximamente entrará en servicio el muelle de Gran Tarajal, aportando nuevas conexiones marítimas con otras islas. También en Morro Jable se realizan obras que permitirán que comiencen a operar nuevas conexiones con embarcaciones rápidas, mientras que parece que la Autoridad Portuaria apuesta firmemente por la inversión en el nuevo muelle de Puerto del Rosario. En resumen, Fuerteventura encara uno de los retos clave de su historia reciente, al tratar de articular una ordenación del desarrollo armónica con el entorno paisajístico, al miso tiempo que se consolida una estructura social joven, dinámica y multicultural, enraizada en las componentes culturales que durante siglos han definido al pueblo majorero. En esta tarea, el trabajo del Cabildo de Fuerteventura, junto a la implicación del resto de administraciones, es más necesario que nunca. Siempre a partir de la calidad como clave identificadora de Fuerteventura.

Facebook
Twitter
LinkedIn
COrreo-e
Imprimir

Patrocinadores

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad