Las cifras del Instituto Canario de Estadística (Istac) relativas al empleo en Canarias señalan que en 2005 se crearon un total de 33.376 puestos de trabajo y que una gran parte de ellos están relacionados con el sector de la construcción. El liderazgo de la construcción se mantiene en la mayoría de las islas, en las que, en el ejercicio anterior, existió un equilibrio entre la iniciativa pública y la privada. Aunque ambas tuvieron sus altibajos que influyeron, de diferente manera, en el crecimiento de la actividad en este sector.
El futuro está aquí y Canarias lo mira con optimismo. Al menos, la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife y la Federación Provincial de Entidades de la Construcción (Fepeco) confían en los resultados que tendrán para Canarias, a partir de este año 2006, las firmas de los nuevos convenios de Carreteras, Vivienda y Medio Ambiente, en contraste con los acuerdos anteriores, que, a su juicio, no habían obtenido, en su totalidad, la respuesta esperada. En este sentido, resulta fundamental que se ejecuten los grandes proyectos previstos, como el cierre del anillo insular de carreteras de Tenerife, el Puerto de Granadilla, la segunda pista del Aeropuerto Reina Sofía y los nuevos tendidos eléctricos, entre otros. Pero también es importante que se realicen otras obras de carácter social programadas, como la construcción de los hospitales y los centros asistenciales y educativos que demanda la sociedad canaria.
En materia de infraestructuras de transporte, la planificación de la Consejería de Infraestructuras, Transporte y Vivienda del Gobierno de Canarias responde a una estrategia territorial diseñada para implantar un desarrollo equilibrado y sostenible del territorio, inspirado en el desarrollo al que tiende la Unión Europea y que el Ejecutivo define como “el logro de una Canarias Única”. En este modelo de sociedad, resulta obvio que los transportes y las comunicaciones se constituyen como un sector estratégico de primer orden, un elemento fundamental de cohesión social, cultural y económica y que, de no atender adecuadamente la demanda de movilidad que genera, no se lograrían los objetivos de cohesión y de equilibrio territorial deseados.
Consecuentemente, la política de infraestructuras de transportes del Gobierno de Canarias se asienta en la progresiva implementación de un novedoso Eje Transinsular de Infraestructuras del Transporte que, según su filosofía, ha de ser el referente principal para integrar todos los sistemas, así como las actuaciones de las diferentes administraciones con competencias en las áreas que le afectan. Se trata, en resumen, de coordinar todas las infraestructuras del transporte: carreteras, puertos, aeropuertos o estaciones intermodales de cada isla, uniéndolas por los puntos más próximos. Todo un reto.
Con respecto a la vivienda, el mercado de la vivienda libre ya no muestra el mismo vigor de años anteriores. Las ventas se resienten porque los elevados precios son inaccesibles para muchas personas, de ahí que el nuevo Plan de Viviendas 2005-2008, que hace unos meses aprobó el Gobierno de Canarias, sea muy importante para el sector. Los representantes de los empresarios canarios ligados a la construcción consideran que el Plan contempla muchas medidas positivas que, si se materializan tal y como están diseñadas, pueden impulsar de forma significativa la construcción de miles de viviendas protegidas en las Islas. Entre los aspectos que resultan más relevantes del Plan, se encuentra el incremento en un 87% de las actuaciones con respecto al anterior Plan de Vivienda 2002–2005. Además, en él se recogen muchas de las históricas reivindicaciones canarias en materia de vivienda protegida, como las ayudas a los promotores, a la adquisición de suelo y las subvenciones a la compra de viviendas usadas y de alquiler.
Ventajas del Plan de Vivienda
Otro aspecto importante, desde el punto de vista de los promotores, es el aumento en un 10% del precio del módulo para Canarias, con lo que se intenta compensar el sobrecoste que implica la insularidad y la lejanía de la Península. También es destacable la nueva figura de la vivienda concertada, que está dirigida a aquellas capas medias de la población, que por sus niveles de ingresos superan los topes máximos de renta establecidos para tener derecho a una vivienda protegida, pero no les alcanza para acceder a una vivienda libre. En todo caso, el principal problema para que este Plan alcance plenamente sus objetivos es la falta de suelo. En estos momentos, sólo existe suelo para poder ejecutar, como máximo, el 50% de las actuaciones previstas. Urge, por tanto, que los municipios aprueben sus nuevos planes generales de ordenación y reserven suelo suficiente para la construcción de viviendas protegidas.
En este sentido, la Comisión de Construcción de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife y Fepeco valoran la reciente aprobación, por el Parlamento de Canarias, de la normativa que permitirá, con carácter excepcional, la construcción de viviendas en suelos rústicos anexos a suelos ya urbanizables, siempre y cuando se destine al menos un 50% de esos suelos a viviendas protegidas. El resto se podrá destinar a viviendas libres, lo que permitirá compensar los costes de urbanización y evitar la creación de guetos sociales.
Un punto de vista que también resulta muy interesante sobre el mundo del sector constructivo es el que puede ofrecer la Universidad, a pesar de la escasa relación existente en la actualidad entre esta institución y el mundo de la construcción. Flora Pescador, directora de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de las Palmas de Gran Canaria, espera que esta distancia se corrija “con el transcurrir del tiempo y con las recomendaciones de Bolonia en relación con la necesidad de aumentar las prácticas de los estudiantes hacia el mundo real del trabajo y la empresa”. Desde la Universidad, y en concreto desde la Escuela de Arquitectura, existen acercamientos teóricos hacia el mundo de la vivienda que normalmente avanzan o desarrollan tipologías que casi siempre van por delante de la demanda actual o de los Planes de Viviendas vigentes. Así, en la actualidad es muy clara la sensibilidad de los trabajos desarrollados en esta institución hacia la puesta a punto de nuevas soluciones, más cercanas y mejor adaptadas a los cambiantes modos de vida que los que permiten las normativas reguladoras de la vivienda.
Entre las innovaciones, tanto teóricas como reales, de la vivienda contemporánea podemos encontrar desde las altamente tecnificadas o las ya famosas viviendas mínimas de 30 metros cuadrados (poco comprendidas probablemente por mal publicitadas y explicadas, y con un amplísimo potencial dirigido fundamentalmente hacia la gente joven y la primera vivienda), así como las impolutas y espaciosas viviendas en donde impera la estética minimalista. Frente a ellas, está el mundo real de la vivienda, normalmente alejado de unas y de otras. Y también resulta necesario comenzar a plantear viviendas y edificios mejor integrados al medio y su entorno, con bajos requerimientos energéticos. En este sentido, los criterios de sostenibilidad tienen que acercarse cada vez más hacia el mundo de la vivienda. No basta con una mejor recogida selectiva de basuras, sino que también es necesario proyectar desde el inicio las viviendas adaptadas a condiciones de clima, orientación y protección que demanden unas menores necesidades energéticas.
CTE: apuesta por la calidad, la seguridad y la habitabilidad
La reciente aprobación del Código Técnico de la Edificación supone una apuesta por el futuro. Se trata de un novedoso documento que recoge los criterios relativos a la calidad, a la seguridad en la utilización de los edificios, a su accesibilidad, sostenibilidad y a la durabilidad de las construcciones. Son muchas las bondades que este Código Técnico va a aportar para materializar los criterios de calidad y seguridad en la edificación que, desde siempre, han perseguido los profesionales de la construcción. El nuevo CTE actualiza, unifica y cohesiona la reglamentación anterior, compuesta de Normas Básicas, Instrucciones y Documentos que se han ido aprobando a lo largo del último cuarto de siglo de tal forma que, muchas veces, se han solapado y, en otras ocasiones, han dejado vacíos importantes en la legislación. Pero, además de esta tarea de homogenización del Código, es importante su capacidad para dar respuesta a las más variadas inquietudes relacionadas con el proceso constructivo, de modo que, en las nuevas viviendas que se edifiquen siguiendo los criterios de este documento, primará la calidad en todas sus fases, desde el diseño de los edificios hasta su conservación y mantenimiento. Se trata, por tanto, de un instrumento que repercutirá en una mayor seguridad y en un mejor confort para los residentes de los nuevos hogares.