2005 fue un año de sabor agridulce para el baloncesto canario en la ACB. En una Liga cada vez más competitiva, el Gran Canaria saldó con nota alta el final de temporada 04-05 y arrancó aún mejor en la siguiente, la de la transición en el banquillo por el cambio de Salva Maldonado por Pedro Martínez, quien ‘voló’ al todopoderoso Tau Cerámica. Mientras, Tenerife vivió el lado amargo de esos 365 días y no se pudo evitar el descenso de su representativo en la élite de la competición española.
El Gran Canaria se ha sobrepuesto en 2005 a todas las adversidades. Y tras la marcha de Pedro Martínez el pasado verano, lejos de acusar el golpe de la pérdida del técnico que le llevó a los registros más altos de su historia, demostró que es algo más que una persona y ha seguido batiendo récords. El Gran Canaria fue en 2005 el séptimo equipo con más victorias en la ACB, un total de veinte, confirmando con ello su escalada entre los históricos de la máxima categoría, para convertirse ya en el décimotercer club con mejor balance en la élite. La solidez de un bloque con una estructura básica bien definida por los Jim Moran, Jason Klein, Roberto Guerra y Gonzalo Martínez, entre otros, se fortalece con la llegada de jugadores que cumplen el papel de complementos perfectos, acoplándose, tanto dentro como fuera de la cancha, a las necesidades del club y del equipo en todo momento. Eso se demuestra en la pista con los resultados, y también lo ve una afición entregada al espíritu de los suyos.
En enero ya se había presentado el mejor Gran Canaria de todas las temporadas en la Liga ACB. Diez victorias en quince jornadas certificaban antes de lo previsto el primer objetivo de los que entonces dirigía Pedro Martínez, la clasificación para su tercera fase final de la Copa del Rey, que se disputaría casi dos meses más tarde en Zaragoza. Su felicidad en la competición doméstica, sin embargo, no tuvo el acompañamiento en ese mes en la Copa ULEB. Un punto, la diferencia por la que perdió en el último encuentro de la fase previa en Atenas ante el Maroussi (80-79) y la misma que le había puesto en desventaja en el empate a triunfos con el Cholet francés (69-68 y 66-64), le apeó de la competición continental. Pero los amarillos han mostrado ser una institución, aunque pobre, a prueba de bombas. De un zarpazo se produjeron las lesiones de dos hombres claves, Roberto Guerra y Gonzalo Martínez, lo que propició cambios en el diseño que Berdi Pérez (cada año tentado con más insistencia por clubes de mayor peso económico) y Pedro Martínez habían realizado. El conjunto, sin embargo, demostró que nadie está de más ni de menos, y armándose con Billy Keys, se mantuvo entre los ocho mejores para jugar los play offs por el título y disputó con una gran competitividad la fase final de la Copa del Rey.
Dignas derrotas ante el TAU
En ambas ocasiones, el Gran Canaria se las tuvo que ver con el Tau Cerámica, el club que meses más tarde le arrebataría a su técnico. Y las dos se resolvieron con el mismo resultado final, una derrota muy digna. En la Copa, cayó además de una forma polémica (77-75), sufriendo la eterna desventaja de ser uno de los modestos, dando la cara hasta los últimos instantes, en los que a Billy Keys se le negó la oportunidad de tres tiros libres que hubieran evitado la derrota. Ya en las series por el título, el Gran Canaria, salvo en el primero de los partidos, donde pagó sus excesivos nervios, volvió a oponer una gran resistencia para ser doblegado por el que a la postre sería subcampeón de la competición. El curso terminó excelentemente en lo deportivo, pero con un insuficiente en el apartado económico, una situación ésta que en 2005 tampoco pudo ser corregida… aunque se atisban por fin soluciones en el inicio de 2006. En todo caso, la tardanza en la aparición de un patrocinador potente sigue siendo una situación para la que desde muchos sectores, sociales y políticos, no se encuentra ni solución ni explicación. Y menos aún cuando en el curso 05-06 el equipo ha vuelto a mostrar un altísimo grado de competitividad, clasificándose de nuevo para la fase final de la Copa del Rey y coqueteando con el liderato durante algunas semanas.
El Tenerife: Mal en la ACB y peor en la LEB
Si el Gran Canaria brindó un notable 2005, la historia del Unelco Tenerife se escribía, sin embargo, con menos alegría. El cambio de junta directiva, con el acceso a la presidencia de José Miguel Martín-Fernández, auguraba un futuro más apacible en la institución, después de un campaña satisfactoria en lo deportivo pero polémica fuera de la cancha, con cruces de palabras entre presidente y entrenador que acabaron con una destitución del técnico poco comprensible. La llegada de Martín-Fernández en enero confirmaba la continuidad de Gustavo Aranzana, pero al técnico le empezaban a pasar factura los despropósitos organizativos del año anterior. Así, el Tenerife llegaba a enero de 2005 con un triste balance de tres victorias y doce derrotas y como colista de la ACB. Los de Aranzana intentaron, más a título individual que colectivo, la remontada heroica, pero nadie dio con la fórmula para salir del pozo. Consumado el descenso, la vida en la LEB se ha revelado más complicada de lo previsto. Y el inicial objetivo irrenunciable del ascenso se diluyó jornada a jornada.