El Universidad se convierte en el gran protagonista canario

El año 2005 tuvo como principal protagonista canario en Segunda División B al Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. El equipo presidido por Francisco José Gómez Cáceres ha sido durante dos temporadas seguidas el referente del Grupo I de la categoría de bronce, por el que han desfilado hasta ocho equipos isleños (Las Palmas, Universidad, Vecindario, Castillo, Raqui San Isidro, Playas de Jandía, Fuerteventura y Lanzarote), una cifra histórica en esta categoría.

Los ocho clubes canarios han protagonizado momentos históricos y otros menos positivos, destacando el buen hacer de los colegiales y del San Isidro, que alcanzó el ascenso de categoría. En el plano negativo se situaría el descenso de la UD Fuerteventura. Eso sí, nada ensombrece el mérito del Universidad, con un equipo confeccionado a base de nombres curtidos en la categoría. Manteniendo la columna vertebral que tantos éxitos les dio en años anteriores (Ojeda, Moisés, Francis, David Medina, Ángel Luis, Pachi…), el equipo dirigido por el veterano Paco Castellano consiguió en la Liga 04-05 un subcampeonato de enorme mérito por detrás del todopoderoso Real Madrid B. Y lo hizo, una vez más, amparado en su solidez defensiva: 27 goles recibidos en 38 partidos.

En las eliminatorias por el ascenso le tocó en suerte el Castellón y tras el empate a cero cosechado en Castalia todo se torcía en el partido de vuelta. Después de marcar el local Sergio, los levantinos daban la vuelta al marcador en 45 minutos de tragedia. Fin a un sueño no logrado del que tocaba despertar. Y de nuevo Gómez Cáceres se aplicaba en confeccionar un equipo ganador y competitivo. La primera elección fue darle la oportunidad a un joven técnico como era Tino Luis Cabrera. Además, se incorporaron hombres de la calidad de Nacho Franco, Ismael, Poncho, Núñez, Paulino… que le dieron un punto superior de calidad a una plantilla ya hecha y volvieron a clasificar al Uni para unas eliminatorias por el ascenso que ya casi tenían aseguradas en diciembre, al llegar ahí con una sola derrota y diez puntos de ventaja sobre el quinto clasificado.

Otro conjunto que puja por hacer historia es el Vecindario. La campaña 04-05 fue un fracaso para la entidad blanquinegra que, de la mano de Javier Vidales, confeccionó un proyecto y un plantel para alcanzar metas mayores. Aunque los resultados no acompañaron, la directiva presidida por Manuel Suárez siguió confiando en el técnico leonés, que finalizó la campaña en una discreta duodécima plaza. La campaña 05-06 comenzó con una nueva reestructuración de la plantilla, fabricada a golpe de talonario y tras un profundo rastreo del mercado. Pero, nuevamente, los resultados no acompañaron. Y entonces la junta directiva optó por relevar a Vidales cuando el equipo era decimoséptimo. Se volvió a confiar en un viejo conocido, Pacuco Rosales, que obró el milagro. El equipo disputará las eliminatorias por el título y el club ha creado una gran infraestructura, contando con otras disciplinas deportivas como es el baloncesto.

Otros equipos

El otro equipo de Gran Canaria en Segunda División B ha visto las dos caras de la moneda. Ascendido por primera vez a esta categoría y con un técnico también debutante (José Carlos Álamo), la entidad dirigida por Juan Trujillo firmó una primera campaña sobresaliente. Con un presupuesto austero y un plantel mayoritariamente canario, los sureños finalizaron en décima posición con 53 puntos. Pero en la presente temporada las dificultades están siendo mayores y -a pesar de contar con una plantilla de mayor calidad y con nombres contrastados como los de Pablo Paz, , Dani García, Ibrahim, Toni Robaina o Francis Santana- los chicos de Álamo se vieron condenados a luchar sólo por la permanencia.

La alegría en la provincia tinerfeña la dio el Raqui San Isidro. El equipo dirigido por Julio Durán logró el ascenso tras eliminar a Laguna y Tenisca. Luego, ya en Segunda División B, las cosas han sido más difíciles para los tinerfeños. La idea inicial de lograr la permanencia se ha complicado jornada a jornada y, a pesar de varios cambios en el banquillo (Julio Durán sería remplazado por Fabián Rivero y éste por el veterano Paco Castellano), la meta se antoja complicada. Muy complicada. El descenso ya fue, precisamente, el triste sabor que debió saborear el Fuerteventura tras una campaña llena de problemas institucionales, con jugadores a los que se le adeudaban muchas mensualidades y un nuevo terreno de juego, Los Pozos, que no estaba a la altura de las circunstancias. En la campaña 05-06 están arrasando en su vuelta a Tercera División.

El otro representante majorero, el Playas de Jandía, consumó una campaña más en Segunda División B, no sin apuros económicos y de la mano de un Roberto Aguirre, que se confirmó como un técnico a tener muy en cuenta. Finalizó en la decimoquinta plaza, fundamentando su permanencia en su poderío en el estadio Benito Alonso de La Pared. En el presente ejercicio, el andar del Playas de Jandía es más plácido. Finalmente, la UD Lanzarote ha sido el club canario con más movimientos en el banquillo. En el curso 04-05 requirió de cuatro técnicos: José Antonio Fernández, Eugenio Rogido, Sosa Espinel y Adolfo Pérez, siendo este último el que finalizase la campaña alcanzando la permanencia (13ª posición) después de atravesar por muchos problemas deportivos e institucionales. Y en la campaña 05-06 ha tenido los mimos problemas, aunque la situación deportiva ha mejorado ligeramente.

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