El gas tardará en llegar a Canarias. La fuente de energía más esperada por el Archipiélago no será una realidad, al menos, hasta la próxima década. Los problemas políticos y las tensiones empresariales mantienen bloqueada la llave del gas en Canarias hasta el punto que el suministro efectivo de una fuente considerada “fundamental” para el despegue energético de Canarias se pospondrá al menos hasta el próximo 2010, según apuntan desde la compañía de transporte de Canarias (Gascan).
El principal escollo con los que se topa este megaproyecto es la ubicación de la futura planta gasificadora, que no gusta a muchos. Ni en Granadilla (Tenerife) ni en Arinaga (Gran Canaria). Pero la ubicación y el suministro han levantado muchos interrogantes acerca de dónde y cómo será la instalación definitiva. En cuanto a las inversiones, éstas parecen aseguradas ya que en Gascan existen empresas constructoras como Satocan (grupo Sacyr) o Pérez Moreno. No obstante, el emplazamiento, que ha chocado de frente con los alcaldes del sureste grancanario, con el edil de Agüimes al frente, sigue en el aire. Si en un principio se pensó en Arinaga como una de las principales posibilidades para montar la regasificadora, algo que fue duramente rechazado por los colectivos ecologistas como Ben Magec, las últimas previsiones fijaban su instalación en la desembocadura del barranco de Juan Grande, junto a la central eléctrica de Unelco-Endesa. Pero esta propuesta -lanzada por el consejero de Economía y Hacienda, José Carlos Mauricio, cuando ocupaba la presidencia de Gascan- también es rechazada de plano por los ayuntamientos de la zona.
Para la continuidad de este proyecto energético, además, se prevía para enero de 2006 mes una nueva ampliación de capital que se ha vuelto a postergar sine die, según fuentes de Gascan. Estas reticencias dejan la sociedad que explotará el suministro del gas en Canarias con un consejo de administración en la que los empresarios tienen la mayoría con el 45 por ciento, seguidos por Endesa con un 40 por ciento, mientras que Sodecan (en representación del Ejecutivo autónomo) cuenta con el 10 por ciento del capital de la compañía tras la venta de parte de sus acciones a un grupo de empresarios locales. Las dos cajas canarias tienen el cinco por ciento restante. Asimismo, el actual consejo de administración de la sociedad gasística está formado por diez consejeros, de los que cuatro representan a Endesa, cuatro a los empresarios y dos al Gobierno de Canarias. Así, por parte del Ejecutivo autonómico, en el consejo de Gascan se sentarán en las próximas convocatorias Miguel Becerra, viceconsejero de Economía y Hacienda, y Marisa Tejedor, consejera de Industria y Comercio.
El Gobierno de Canarias no se desprenderá del 10% que posee en Gascan, a través de Sodecan hasta que el suministro del gas sea una realidad en las Islas. Desde el Ejecutivo se pretenden vigilar muy de cerca todas las posibles ampliaciones de capital y comprobar cómo esta nueva fuente de energía para Canarias se queda en manos locales. Se trata de controlar los pasos de la sociedad gasística con el objetivo de garantizar que sean empresarios canarios los que controlen en el futuro esta actividad considerada como estratégica para el desarrollo del Archipiélago. Los temores del Gobierno se centran en que los futuros inversores que puedan acudir a la ampliación de capital acaben vendiendo en el futuro sus participaciones a empresas del exterior y dejando el control de la actividad gasística en manos extrañas. Esta misma posición ha sido la que ha mantenido Juan Miguel Sanjuán desde su entrada en la presidencia de Gascan. Sanjuán confía en que el negocio del gas en el Archipiélago sea explotado de forma efectiva únicamente por empresas canarias. Éstas serán las que realicen las fuertes inversiones que harán falta para crear toda la infraestructura necesaria de la gasificadora, al margen del coste del mantenimiento y el personal que deberá atender toda esta compleja maquinaria.
Plantas: ubicación y ecología
La puesta en funcionamiento de Gascan prevé la inclusión de un operador exterior. Según señalan fuentes cercanas a Gascan, el próximo paso será que Endesa se desprenda de un cinco por ciento de las acciones (dispone del 40%) para dar entrada en la sociedad de un operador gasístico. De momento, y salvo Cepsa, que mostró interés en su día pero con duras condiciones, ninguna otra empresa del sector se ha manifestado en tal asunto. De hecho, Cepsa ha sido descartada, ya que la petrolera sólo entraría en Gascan con el mismo porcentaje que Endesa, algo que ya ha sido rechazado por la compañía eléctrica en varias ocasiones. Además, con la entrada de otro operador en la sociedad de transporte del gas de Canarias se daría un nuevo paso en la desinversión accionarial del grupo eléctrico en Gascan, donde la compañía Endesa llegó a disponer de un 72 por ciento del accionariado y que ha ido menguando de manera paulatina en los últimos años. Desde Gascan, no obstante sí aseguran que están “totalmente a favor” de una mayor incorporación de empresarios isleños a la sociedad accionarial.
El presidente de Gascan, Juan Miguel Sanjuan, apuesta por situar las futuras dos plantas gasificadoras isleñas “en tierra” por su “mayor seguridad” y aseguró que “actualmente sólo hay cinco plantas en todo el mundo ubicadas en el mar, que en realidad han reconvertido antiguas plataformas petrolíferas”. “Estar en tierra es técnicamente la mejor solución y dan una mayor seguridad”, explica Sanjuán, quien declara comprender “la preocupación de los ayuntamientos” de Granadilla o Agüimes, “porque a nadie le gusta que le sitúen nuevas industrias” en sus municipios, pero insistió en que tratará de convencer a sus alcaldes de que la mejor solución posible es ubicar las plantas gasificadoras en tierra. Además, el presidente de Gascan lamenta las “polémicas” que se han suscitado a este respecto, tanto en materia social como política, y confió en que “entre todos lleguemos pronto al mayor acuerdo posible porque lo cierto es que los técnicos tienen todo preparado ya para iniciar los planes de construcción” de las mencionadas plantas y “su funcionamiento más inmediato contribuirá a reducir cuanto antes las emisiones contaminantes” de las centrales térmicas del Archipiélago.
