En 1988 acudí a cubrir una información de un accidente en el que murieron dos trabajadores. Se realizaba un desmonte en una zona residencial de Santa Cruz y las condiciones del terreno provocaron un alud de piedras y barro que los sepultó. En las caras de los compañeros supervivientes y de los técnicos de la obra no había otra cosa que dolor, incredulidad por lo sucedido, preguntas sobre el por qué y el cómo del absurdo accidente. En suma, impotencia por no poder dar marcha atrás en el tiempo y evitarlo.
Siempre que leo datos acerca de siniestralidad, del número de vidas humanas perdidas y de las secuelas de los accidentes ocasionados con motivo del trabajo, recuerdo ese silencio y esa expresión de impotencia. Les pongo nombre y cara a esos números y porcentajes y deseo, sinceramente, que todos tengamos la posibilidad de dar marcha atrás, que se tomen las medidas para que no se corran riesgos innecesarios y no se produzca el accidente. No es de extrañar que hoy, casi 20 años después, los siga teniendo presentes cuando en el Servicio de Prevención de la entidad para la que trabajo, la Mutua de Accidentes de Canarias, analizo datos económicos, el entorno socioeconómico de Canarias, la estructura empresarial, las condiciones de trabajo en las islas y concluyo, según datos facilitados por el Instituto Canario de Seguridad Laboral, que del total de accidentes laborales sufridos en Canarias, 43 hayan resultado mortales. Son cuarenta y tres personas a las que sigo poniendo cara y nombre.
Los datos indican que el Archipiélago canario se encuentra en un momento importante del ciclo productivo, con un crecimiento económico sostenido que le ha llevado en pocas décadas a recibir miles de trabajadores foráneos. No obstante, pese a este notable avance económico, todavía continúa con un elevado índice de siniestralidad laboral. Y nos encontramos entre las 10 primeras Comunidades Autónomas si tenemos en cuenta el número absoluto de accidentes, aunque en nuestro caso son mayoritariamente leves. El Archipiélago cuenta con una población activa de casi 946.000 personas, lo que supone un 59,1% de la población general, con una tasa de empleo del 52,6% y una tasa de paro del 11,1% (la media nacional es del 8,4%). Coincide que las regiones con más desempleo son las que, a su vez, presentan un mayor nivel de temporalidad en la contratación, alcanzando en el caso de Canarias la cifra del 40,2%. El tejido empresarial predominante se halla configurado por empresas cuyo número de trabajadores oscila entre 1 y 9 (59.315 empresas) y entre 10 y 49 (6.637 empresas).
Factores de riesgo
Existen unos factores básicos, además de la temporalidad, que potencian la siniestralidad laboral general. Entre éstos destacamos, en primer lugar, los trabajos a destajo, es decir, a más producto mayor salario (implica que se aceleran los trabajos dejando atrás el cumplimiento de las medidas de seguridad). En segundo lugar, la estacionalidad, situación que se da en los trabajos de temporada (agricultura y hostelería) y que genera una dificultad añadida para gestionar la prevención de riesgos laborales. En tercer lugar, la existencia de trabajadores inmigrantes, lo que supone una integración mucho más compleja de los mismos a los hábitos y requerimientos legales en materia laboral del sitio donde desarrollan su propia actividad. En cuarto lugar, la subcontratación que efectúan muchas empresas, especialmente de construcción, y que conlleva a la dilución de las responsabilidades en materia de prevención y al descuido en la aplicación misma de las normas de seguridad. Y, en quinto lugar, los contratos con empresas de trabajo temporal, que pueden mermar la coordinación y la aplicación de los requerimientos legales en materia preventiva.
Accidentes laborales en Canarias y su evolución
La evolución de los accidentes en Canarias presenta las siguientes tendencias en los cinco últimos años:
- Accidentes mortales: bajaron en el 2002 para luego crecer hasta que en el 2004 descendieron hasta 41 fallecios. Los datos del 2005 reflejan una estabilización al haberse producido 43 muertes. Canarias presenta un número muy bajo de accidentes muy graves si lo comparamos con el resto de comunidades. Igualmente, el número de enfermedades profesionales es de los más bajos a nivel nacional.
- Accidentes graves: este concepto ha presentado desde el 2001 una evolución irregular hasta el 2004, cuando bajaron considerablemente hasta 361. La tendencia continúa en este sentido, al haberse producido 351casos en el año 2005.
- Accidentes leves: la evolución presenta hasta ahora un descenso continuo en este tipo de accidentes. En el 2005, por primera vez, se produce un incremento ligero en este sentido, ascendiendo a 48.148. La razón reside lógicamente en que gran parte de la población trabajadora se encuentra en el sector servicios, comercio y hostelería.
- Sectores: en un análisis por sectores económicos se observa que en 2005 se produjeron en general más accidentes en el sector de Servicios, seguido por Construcción, Industria y Agricultura y Pesca, salvo en lo referente a accidentes mortales, en los que el primer puesto lo pasa a ocupar el sector de la Construcción.