“Gens una sumus” (“Formamos una familia”). Ese es el bello lema de la Federación Internacional de Ajedrez, frecuentemente truncado por rivalidades y desavenencias políticas. No obstante, esa es una máxima que, hoy más que nunca, se sigue en Canarias casi al pie de la letra. Y el año 2005 resultó un exponente claro en este sentido.
La actividad ajedrecística ha registrado un giro espectacular en el Archipiélago. El ajedrez ya no es el coto privado de ninguna isla. CajaCanarias y la Federación Canaria sentaron las bases para la primera Liga Autonómica, que arrancó el 11 de febrero de 2006, e incluso se atisba en el horizonte la posibilidad de organizar un auténtico circuito internacional isleño. Esta regionalización del ajedrez fue la patente que dejó registrada 2005. Antes, el Campeonato de Canarias se jugaba anualmente en sede única en una de las islas; a partir de ahora será un Liga autonómica en toda regla, a una vuelta, en la que participarán diez clubes: los dos equipos canarios que resulten mejor clasificados en las categorías nacionales, el campeón de Canarias y los campeones insulares de Tenerife, Gran Canaria, La Palma, Fuerteventura y Lanzarote, así como los subcampeones de Tenerife y Gran Canaria. El sueño de varias generaciones de organizadores por fin se ve cumplido… aunque todavía bajo un formato necesitado de mejoras.
La imparable regionalización llega también a otros ámbitos, incluido el de los patrocinios. CajaCanarias, que merece un doctorado cum laude en este campo, ahora apoya importantes actividades en varias islas, no sólo en Tenerife. Y volvió a probarse que los torneos internacionales ya no son exclusivos de Gran Canaria, isla que en décadas pasadas se erigía en La Meca del ajedrez insular. Así, el evento de mayor relieve durante el pasado año fue el I Festival Isla de La Palma, que contó con jugadores de veintiséis países y un elenco de 31 Grandes Maestros, 17 Maestros Internacionales, cuatro Maestros FIDE y cuatro Maestras Femeninas. Esa brillantez también la tuvo un clásico tinerfeño, el Torneo Internacional de El Sauzal, que armó su sexta edición exhibiendo una nómina en la que aparecían 16 Grandes Maestros, ocho Maestros Internacionales, dos Maestros FIDE y dos Maestras Femeninas. Perdida por primera vez la internacionalidad del Open El Corte Inglés, en Gran Canaria irrumpió con fuerza el I Festival Puertos de Las Palmas, cuyo cartel presentaba 11 Grandes Maestros y 13 Maestros Internacionales.
Tan buena cosecha se vio, además, engalanada con la visita del búlgaro Veselin Topalov, el nuevo campeón mundial de ajedrez, el decimonoveno de la historia, que estrenó su brillante título en Tenerife con una memorable simultánea de exhibición ante 20 tableros, celebrada en el Centro Cultural de Ajedrez de CajaCanarias. Topalov impactó por su rebosante talento y por su carismática personalidad, sin duda desprovista del endiosamiento que tanto caracterizó a sus predecesores. El genial ajedrecista se midió con rivales de notable nivel y, aunque le obligaron a emplearse a fondo, terminó siendo inmisericorde y sumó 19 victorias. Sólo la tinerfeña Dafnae Trujillo, subcampeona de España femenina, lograría arrancarle tablas. Se sabe que el gran Arturo Pomar buscaba siempre la manera de empatar cuando se enfrentaba a una mujer. Topalov confesó que él no entendía así la caballerosidad: “Intenté ganar a toda costa, pero me vi sorprendido por el excelente nivel de mi joven y bella oponente”. Tras su paso por Tenerife, el campeón visitó fugazmente Gran Canaria para dar lustre al Festival Puertos de Las Palmas, evento en el que efectuó el típico saque de honor.
La labor de cantera
Lo expuesto resume el 2005 ajedrecístico, pero conviene destacar que también se avanza en la potenciación de la cantera, una labor básica e indispensable que suele pasar desapercibida. Planes de tecnificación recorrieron prácticamente todas las islas, a impulsos y esfuerzos de la Federación Canaria, de las federaciones insulares y de los clubes, cada uno con sus particulares presupuestos. El propio Topalov, buen conocedor del ajedrez isleño, dado que residió durante algún tiempo en Gran Canaria, opinó sobre estos avances. “Ahora se trabaja con mayor rigor; se destinan más recursos y se importan entrenadores y técnicos de fuera. Una labor así, antes o después, tiene que dar frutos”, dijo. Aún con todo, lo cierto es que el 2005 volvió a dejar pendiente la misma asignatura de siempre: el sueño de que surja algún día en las islas una figura de postín, un Gran Maestro capaz de provocar el boom definitivo del ajedrez canario.
Esta idea la alimentaron en otro tiempo la maestría de jugadores como el tinerfeño Adalberto Villavicencio o los grancanarios José García Padrón, Alfredo Brito y, más recientemente, Pedro Lezcano y Daniel Ortega. Pero no termina de cristalizar. Parece más asequible en el ajedrez femenino, ya sea con el talento de la tinerfeña Dafnae Trujillo, flamante subcampeona nacional, o con el de la grancanaria Sabrina Vega, maestra internacional con una norma de Gran Maestra, pero desgraciadamente las categorías femeninas no tienen igual trascendencia que las absolutas. Las esperanzas se cimentan ahora en las nuevas hornadas de ajedrecistas, en los jovencísimos valores que despuntan en las distintas islas, caso de los tinerfeños Kevin Meneses, Eduardo Barrios o Jorge Cabrera; los palmeros Jesús Felipe y Alberto Hernández; o los grancanarios Omar García y Samir Nabeed.
Por delante queda un 2006 de buenas vibraciones. De momento, el CajaCanarias de Tenerife ha obtenido la sede de organización del Campeonato de España de Clubes de Primera División (Grupo Sur), que se disputará del 23 al 27 de agosto. No está mal para empezar, pero habrá que seguir aguardando acontecimientos.
