Resumir el año 2005 en La Gomera es, sin duda, hablar del año en que la isla se colocó en los puestos de salida en inversión estatal. Tras décadas padeciendo el olvido en los presupuestos, tanto del Gobierno de Canarias como del Ejecutivo central, con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a La Moncloa las perspectivas para la isla han cambiado radicalmente y no sólo por el hecho de que los gobiernos sean del mismo signo político, sino porque las circunstancias así lo han querido.
El año en La Gomera comenzó en realidad el 17 de enero de 2005, cuando el temporal de lluvia dejó seriamente dañadas muchas de las infraestructuras de la isla. Amanecía la capital gomera completamente anegada en fango y sin luz, ya que la zona del barranco de la Concepción, donde se ubica la central de Unelco, fue la que más sufrió las consecuencias de que durante dos horas cayeran casi 140 litros por metro cuadrado. Semanas después, el Gobierno central firmaba un Real Decreto por un montante económico superior a los 14 millones de euros en concepto de ayudas para reparar los daños. La respuesta llegó en tiempo y cuantía récord. Es éste el momento en el que La Gomera se convierte en la isla que encabeza el pelotón de salida hacia la meta de la modernidad en las infraestructuras. Y los gomeros tuvieron la oportunidad de agradecer al presidente Zapatero en persona la inversión realizada en la Isla: el 13 de agosto, La Gomera recobraba la esencia socialista que ha tenido desde antaño. Aplausos, gritos de “¡presidente, presidente!”, “¡guapo, guapo!”, chácaras, tambores y muchos incondicionales de Zapatero.
Descubrimos con esta visita que el presidente tiene un amigo gomero, que además conoce bien la Isla y que tiene perspectivas de seguir al frente de sus conciudadanos. “Yo me iré, pero Casimiro seguirá gobernando en La Gomera muchos años”, vaticinó Zapatero, que se convirtió así en el segundo presidente en la historia de la democracia –tras Adolfo Suárez- en pisar suelo gomero. Entre los compromisos que Zapatero dejó en la Isla se encuentra la subvención en más del 50% de las obras de encauzamiento de los barrancos necesarias para evitar, en la medida de lo posible, inundaciones como las de enero e intentar acercar La Gomera al resto de la península. Esta inversión se vio reflejada en el presupuesto del Cabildo Insular, el más alto de la historia, que consiguió duplicar los fondos hasta los 65 millones de euros, una cifra que ha requerido que la institución insular se viera obligada a modificar su Relación de Puestos de Trabajo (RPT) para poder gestionar las cantidades.
Política y cultura
Y es en la gestión de esos euros donde han aparecido voces críticas con las inversiones en algunas zonas de la geografía insular. Y si antes decíamos que La Gomera salía del olvido con el cambio de gobierno en Madrid, también hay que admitir que algunos municipios que se han enfrentado abiertamente a la gestión de Curbelo al frente del Cabildo siguen sin ocupar un lugar destacado en las inversiones insulares, según denuncian sus responsables. Tal es el caso de Hermigua o San Sebastián, cuyos respectivos alcaldes, José Ramón Mora y Ángel Luis Castilla, se han manifestado en más de una ocasión en contra de algunas decisiones del Cabildo. Se mantiene así una lucha interna en el partido que nació hace años y que nadie admite pero que todos conocen. Mención aparte merece el municipio de Vallehermoso. Su alcalde, Jaime Noda, abandonó el PSC-PSOE para formar el Partido de Independientes de Vallehermoso, desafiando la autoridad de Curbelo en las últimas elecciones. A pesar de esta llamada a la guerra abierta, el municipio es de los que más inversión ha recibido por parte del Cabildo en 2005. Hay quienes ven en esta apuesta un gesto de seducción por parte del presidente insular ante un hijo rebelde que aún se deja querer.
El protagonismo de La Gomera llegó también en 2005 de la mano de la cultura: el centenario del nacimiento de Pedro García Cabrera y el hallazgo arqueológico en Vallehermoso, con una trascendencia vital para la Historia de Canarias. Para celebrar la efeméride de García Cabrera, la isla celebró en el Hotel Jardín Tecina un congreso internacional sobre el poeta gomero en el que se dieron cita expertos de varios puntos del planeta para debatir acerca del quehacer político y literario de un hombre que fue figura destacada del surrealismo mundial. En cuanto a los datos que ha aportado el yacimiento de Vallehermoso, cabe destacar que se trata de un enterramiento con el mayor número de individuos que se ha encontrado hasta la fecha; y en cuanto se realicen todas las pruebas pertinentes, los expertos esperan dar un giro a los datos que hasta ahora se conocían en la historia de la isla.
La Gomera también dio un salto cualitativo en lo que a normas de conservación del suelo se refiere, con la aprobación del Plan Insular de Ordenación de La Gomera (PIOG), un documento que sienta las bases del futuro desarrollo de la Isla y que establece previsiones de crecimiento que pretenden garantizar el mantenimiento de los recursos de un territorio cuyo principal atractivo reside en el buen estado de conservación de su naturaleza. Sin embargo, los ecologistas de la Isla quieren que el Cabildo se implique mucho más en el entorno degradado de algunas zonas y han mantenido las denuncias acerca de lo que consideran un escaso interés por la protección del medio ambiente. También las decisiones de los Tribunales han sido importantes para el Cabildo que ha visto cómo la Justicia le daba la razón a la hora de poder recuperar la concesión del servicio de guaguas de la isla. De la nada a la operatividad total en menos de una semana. Así vieron los usuarios cómo coger la guagua en la isla se convertía, por fin y después de un año, en algo normal, y no en una odisea griega escrita por un dramaturgo de segunda fila y con un final desconocido.
Del incendio al Delta
La Gomera también sufrió en 2005. Y ahí está el incendio ocurrido en las instalaciones del complejo medioambiental de El Revolcadero el pasado 12 de octubre. Día de fiesta, buen tiempo, tranquilidad en la Isla y, de repente, un pequeño fuego se convierte en una cortina de humo casi imposible de controlar que destroza buena parte de la construcción. En esta ocasión la respuesta del Gobierno de Canarias fue casi inmediata y acudió en ayuda del Cabildo prometiendo las necesarias obras de remodelación del complejo para evitar, entre otras contingencias, futuros incendios. Así, el año se cerraba con la tranquilidad de haber aprobado unos presupuestos que mantienen el peso específico de las políticas sociales de la Isla, entre las que se sigue fomentando la gratuidad de los libros de texto, el apoyo a la tercera edad o la inversión en programas de mujer.
Pero cuando estaba todo cerrado y planificado el viento cambió de dirección y pasó por la Isla el huracán Delta, que llegó a Canarias en forma de tormenta tropical pero que sangró de nuevo el presupuesto gomero al arrasar buena parte de los cultivos de medianías, dejando malherido a un sector que hacía tiempo que padecía achaques. Y por si el Delta fuera poco, el viento siguió soplando para traer a las costas gomeras tres pateras que cerraron el año en diciembre con la llegada de más de un centenar de personas con hambre, frío y un puñado de esperanzas rotas en la quilla de una barquichuela de escasos metros de eslora. En todo caso, La Gomera ha cerrado el 2005 con el propósito de enmienda de no repetir los mismos errores de otros años, con dos municipios que ofrecen sol y naturaleza como Valle Gran Rey y Alajeró que mantienen el sabor a mar y la llegada de turistas, con una capital que crece y crece y con un norte peculiar y disperso que se empeña en reivindicar su puesto dentro del paseo que hacen los turistas por la Isla, y que no se cansan de recordarle al presidente que, aunque suene a tópico, el norte también existe.