En lo que hemos puesto más ahínco en 2005 es en mejorar la calidad de vida de todos los vecinos. Y ahí se enmarcan los 382 millones de euros del Plan Extraordinario de Inversiones.
En 2005, Las Palmas de Gran Canaria conjugó sus grandes proyectos de futuro con las obras continuas y precisas que requieren los barrios de una gran urbe del siglo XXI. Comenzamos a trabajar en un gran proyecto de modernidad, como es la regeneración del Barranco Guiniguada. Los ciudadanos tuvieron la oportunidad de conocer la propuesta que el arquitecto Joan Busquets ha ideado para ese tramo del Frente Marítimo de Levante de la capital y ya están viendo como se materializa. La finalidad es reconvertir el cauce del barranco en un área urbana de tránsito peatonal, una Vegueta unida a Triana, y un nuevo frente que colocará nuestro casco histórico de cara al mar. Esta zona histórica de la ciudad tendrá dos grandes parques, un lago, paseos y cinco pasarelas para atravesar el barranco. El proyecto también prevé el soterramiento de la autovía para que nada obstruya la visión del azul del mar.
Pero el impulso y la modernización de esta zona de Las Palmas de Gran Canaria se ha complementado con otras importantes actuaciones urbanísticas. Una de ellas es la rehabilitación del Teatro Pérez Galdós, que en la primavera de 2007 abrirá de nuevo sus puertas al mundo de la cultura y se convertirá en un edificio de referencia una vez desaparezca el viejo escaléxtric. Otros proyectos como la peatonalización de diferentes calles del casco histórico serán un acicate más para lograr, en un futuro no muy lejano, una vieja aspiración: que el entorno de Vegueta-Triana sea declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Con la inauguración de la Plaza Woermann se hacía realidad el primer hito del Frente Marítimo en el área del Puerto. Un proyecto que persigue conectar la Playa de Las Canteras con el Puerto, eliminando los obstáculos que separan las dos orillas del litoral urbano. El Ayuntamiento no ha dejado de trabajar en el Plan Territorial de La Gran Marina, cuyo concurso ganaron los arquitectos Carlos Ferrater y César Pelli.
Sin embargo, en lo que hemos puesto más ahínco durante 2005 es en mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la capital. Ahí se enmarca el Plan Extraordinario de Inversiones 2005-08, que prevé la ejecución de obras por un importe de 382.000.000 euros. De esta cantidad, casi noventa millones se destinarán a actuaciones en los barrios. La buena salud financiera del Ayuntamiento nos permite hacer este esfuerzo para completar las infraestructuras básicas. A estas alturas, no podemos permitir que algunos núcleos poblaciones tengan una deficiente red de alcantarillado o alumbrado. Espero que al final de este mandato todos los barrios de la ciudad cuenten con unos equipamientos y servicios dignos.
En cumplimiento de la Ley de Ordenación del Territorio de Canarias, el pleno aprobó en 2005 la adaptación del Plan General Municipal de Ordenación, lo que permitirá la construcción de 265.738 metros cuadrados, equivalente a tres mil nuevas viviendas de protección oficial. Además, en nuestro municipio podemos hablar ya de la erradicación del chabolismo y de la culminación de la rehabilitación de viviendas en el barrio de El Polvorín, donde casas de cuarenta metros cuadrados han sido sustituidas por una viviendas dignas. También para facilitar el acceso a la vivienda el Ayuntamiento firmó un convenio para construir 165 viviendas de bajo coste en el barrio de Ciudad del Campo.
Además, hemos hecho especial hincapié en potenciar los espacios libres, como lugar para el esparcimiento y la práctica del deporte, lo que redundará en la mejora de la calidad de vida. Con 120.000 metros cuadrados, el Parque Juan Pablo II, en Siete Palmas, se convertirá en uno de los parques urbanos más grandes de Canarias. Está dotado de paseos, cascadas, lagos, rutas para bicicletas y para hacer footing, así como un gran parque infantil. Tiene también dos anfiteatros para reuniones y espectáculos, servicios, cafetería y un aparcamiento para 160 coches. En este año que acaba de comenzar los ciudadanos podrán disfrutar de este nuevo espacio, al que le seguirá el Parque de la Mayordomía, situado en el entorno periurbano del barranco de Tamaraceite y de la Vega de San Lorenzo. Además, en 2005 recibimos un regalo del Cabildo Insular de Gran Canaria: la parcela donde se encuentra el antiguo Estadio Insular y sus más de 20.000 metros cuadrados de espacio libre para el disfrute de todos.
Seguridad y participación
Pero una ciudad mejor también debe ser una ciudad más segura. En 2005 se creó el Grupo Operativo de Intervención y Apoyo de la Policía Local, con la misión principal de velar por la seguridad de las grandes concentraciones de masas, como los carnavales. Sus agentes intervienen también, tal y como solicitaron las Asociaciones de Vecinos, en puntos negros de los barrios donde puede percibirse inseguridad ciudadana, así como consumo y venta de drogas. También se han incorporado cincuenta nuevos policías y se ha impulsado un proceso de promoción interna. De relevancia histórica para el municipio ha sido la puesta en marcha de las Juntas Municipales en los cinco distritos que dividen la ciudad. Con esta medida se ha dado un paso más en la participación ciudadana, y ahora los vecinos pueden discutir en un foro propio los problemas que más afectan a su barrio.
Con la entrada en vigor de la Ley de Grandes Ciudades hemos avanzado en la descentralización de la administración, además de poner en funcionamiento sus órganos de participación ciudadana, se permite a los vecinos estar en contacto y tener un papel activo en las decisiones municipales. Las juntas sirven también para mejorar la información y el entendimiento sobre las razones, las dificultades y las prioridades que debe establecer un buen Gobierno para la ciudad. En definitiva, en 2005 hemos conseguido avanzar en ese proyecto de ciudad moderna, dinámica y abierta, que convertirá a Las Palmas de Gran Canaria en la gran capital atlántica. Una capital de la que sus ciudadanos y generaciones futuras puedan sentirse orgullos.
