El CD Tenerife afronta una nueva temporada en Segunda División con el reto, este año deportivo sí, de ser uno de los candidatos al ascenso de categoría. Atrás quedó una campaña, la 06/07, de nuevo con demasiados sinsabores para los aficionados del equipo blanquiazul.
Los objetivos han cambiado. En el pasado curso liguero 06/07, el objetivo que hizo público el consejo de administración presidido por Miguel Concepción fue el de lograr la consolidación del club en la categoría de plata y evitar los agobios clasificatorias de etapas demasiado cercanas. Se quería desterrar cualquier atisbo de preocupación y, por ese motivo, después de un informe concluyente del director deportivo tinerfeñista, Alfonso Serrano, e incluso antes de que finalizase la primera vuelta, la cúpula directiva de la entidad chicharrera decidió prescindir de los servicios del técnico alemán Bernd Krauss. Fue tras un partido de trágico recuerdo, porque en el transcurso del Ponferradina-Tenerife (1-0) perdió la vida, en las gradas de El Toralín, el padre del jugador blanquiazul Manuel Castiñeiras, quien en ese mismo momento estaba dentro del campo, ajeno a tan macabra circunstancia.
Sin tregua, se inició la estancia de Juan Martínez Casuco en la Isla. El conjunto del preparador murciano fue, en el arranque, un combinado poderoso en su feudo pero que bajaba muchos enteros cuando actuaba lejos de sus dominios. Y una de las derrotas más dolorosas de ese curso llegó en Vecindario, el día de Reyes. Por el contrario, el mejor recuerdo de la era Casuco es, sin duda, el brillante triunfo en el derbi regional frente a Las Palmas. Ese duelo sirvió para encumbrar a Iriome, autor de dos goles y por entonces líder indiscutible de su equipo. Con el transcurrir de las jornadas, la relación Casuco-Serrano se fue deteriorando, al punto de que, a dos partidos del final de Liga y con la permanencia asegurada, ambas partes acordaron su desvinculación laboral.
El preparador murciano regresó a su casa y el Tenerife quedó en manos de Antonio Hernández, Toño, quien hacía su puesta de largo como primer entrenador blanquiazul. Con mucho que perder y quizá poco que ganar, el técnico canario tiró de manual y le pidió a sus hombres máximo compromiso hasta el último minuto del campeonato. Y nadie le defraudó. Resultado: dos triunfos en dos partidos. Y ahora que el agobio económico ha descendido notablemente, el Tenerife encara la campaña 07/08 con el firme de propósito de convertirse en uno de los mayores animadores. Desde el Callejón del Combate se vendió un nuevo mensaje: “la Primera División es un objetivo, no una obligación”.
Para cubrir esas expectativas se fichó al entrenador más codiciado de la categoría (José Luis Oltra) y a uno de los delanteros nacionales más rentables (Nino). También llegaron otros jugadores con mayor o menor experiencia en la élite, casos de Juanma (Deportivo), N’Diaye (Levante) y Longás (Zaragoza). Sin embargo, los resultados no terminaron de llegar y en el arranque, el grupo comandado por el preparador valenciano ha vivido a demasiada distancia de los puestos de privilegio. Tampoco la participación en Copa del Rey fue gratificante al caer ante un Málaga que aterrizó en la Isla plagado de reservas y de futbolista de su filial de Tercera División. Aún así, Concepción y Serrano han reiterado públicamente su “total confianza” en un proyecto en el que Oltra fue situado como auténtica “piedra angular”. De momento, la afición mantiene la confianza y muestra su respaldo, acudiendo al Heliodoro Rodríguez López casi siempre en un número elevado.
Institucionalmente, el Tenerife conoció en 2007 el adiós de dos de sus consejeros (Martín García Garzón y José Ana Pérez Labajos). Esos puestos fueron cubiertos por personas de confianza del presidente blanquiazul, casos de Antonio Padrón y Enrique Estévez. Además, se produjo una reunión con el máximo mandatario del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, que sirvió para que Miguel Concepción plantease la posibilidad de negociar, al alza, el acuerdo de patrocinio firmado con el área de Turismo del Ejecutivo Autonómico. Menos avances genera la promotora Tenerife Inversiones y Proyectos Deportivos, una empresa creada con el único objetivo de surtir de fondos a la entidad deportiva, pero que no termina de consolidarse como una vía sólida de recursos económicos.
