Un sonado triunfo de los independientes de Dimas Martín; éxito del PSOE, mantenimiento del Partido Popular y un castigo a la alianza de Coalición Canaria con los ex miembros del PIL. Esa podría ser una de las lecturas posibles de los resultados electorales que arrojaron las urnas en la isla de Lanzarote el pasado mes de mayo, en unos comicios marcados por un alto índice de abstención, que superó el 40%.
Al final, como ocurre siempre, los resultados electorales dejaron a cada uno en su sitio y a todos en mal lugar, porque la abstención que acompaña a Lanzarote en las elecciones locales es, sin duda alguna, el fiel reflejo del nivel de desencanto que la población lanzaroteña tiene respecto a la llamada clase política. Y es que los políticos de esta isla hicieron posible que en la pasada legislatura el Cabildo Insular llegara a tener hasta siete presidentes distintos, con un récord difícil de igualar de cinco en un año. Y alguno de ellos, con el apoyo de uno o dos consejeros de un total de 21. Esperpéntico. Por eso, tanto el nivel de abstención, como los resultados electorales alcanzados por las distintas fuerzas, de alguna manera, han venido a poner a cada uno en su sitio, aunque luego la política de pactos ha servido para gestar las alianzas previstas.
Muchos no esperaban que el pasado mes de mayo, el PIL, con su líder natural en prisión y con un cartel de candidatos en su mayoría jóvenes y desconocidos para el electorado lograra unos resultados contundentes que certifican la vigencia de su tirón electoral. Ni el abandono en bloque del partido por decenas de miembros relevantes, como la entonces alcaldesa de Arrecife María Isabel Déniz, o el entonces alcalde de Teguise y varios consejeros del Cabildo perjudicó electoralmente al PIL. Al contrario, levó nasas repletas de votos, mientras que los disidentes, que crearon Asamblea por Lanzarote y se coaligaron con CC no tuvieron tanta suerte y recibieron el castigo de los votantes. Y es que, incluso en prisión, Dimas sigue siendo mucho Dimas en Lanzarote.
El PIL consiguió, como siempre, ser la fuerza más votada en Teguise, su feudo natural, donde gobernará José Dimas Martín, el hijo del legendario líder insularista. Además, el PIL logró un notable segundo puesto en Arrecife y en el Cabildo Insular, aunque perdió su representación en el Parlamento de Canarias por culpa de las barreras electorales… y de que el tirón de López Aguilar le impidió ser la fuerza más votada. Y es que los pasados comicios demostraron también el auge del PSOE en la isla de los volcanes. Al ya citado tirón de López Aguilar se unió el de la candidata al Cabildo, Manuela Armas, que hizo posible que los socialistas se hicieran con la presidencia de la Corporación Insular, aunque empatados en el número de consejeros con el PIL y CC.
Eso sí, los socialistas fueron la fuerza más votada y la política de pactos ha elevado a Manuela Armas a la presidencia, sin que de momento se prevean relevos en el cargo… aunque ya es sabido que Lanzarote, la política lanzaroteña, es imprevisible. No obstante, el PSC-PSOE logró su mayor triunfo en el Parlamento autonómico, donde se hizo con cuatro escaños por la isla, el doble de los que lograron CC y PP. Y contribuyeron notablemente a un triunfo que estuvo cerca de ser absoluto, pues López Aguilar se quedó a las puertas de la presidencia.
A nivel municipal, el mapa electoral quedó dibujado con dos alcaldías para CC; una para el PIL; tres para el PSOE y una para el PNL, formación que también logró estar representada en el Cabildo. Y es que tras la fiebre electoral vinieron los pactos. Y ahí, las dos fuerzas más votadas en la isla, PSOE y PIL, se aliaron para gobernar el Cabildo y cuatro de los siete ayuntamientos, cosa que vienen haciendo desde entonces sin evidentes signos de distanciamiento, aunque los entendidos en el difícil arte de entender la política dicen que el pacto hace aguas. Así, aseguran las malas lenguas que en el PIL no perdonan a los socialistas que su líder continúe aún en prisión… y mucho menos que le anunciaran la concesión del tercer grado y luego lo negaran y le dejaran entre rejas.
Dicen los que entienden de política, que en Lanzarote son legión, que o bien el PSOE mueve hilos para que el líder del PIL salga pronto de la prisión, o después de las generales se desatará una operación apoyada por CC y PP, entre otros, para despojar los socialistas del poder en la isla. Eso es lo que dicen, aunque en Lanzarote todo es posible. Incluso que haya vida más allá de la política. Es decir, que haya agricultura, turismo, moratoria, industria, sequía, paro, inmigración… Eso sí, se quiera o no, todo queda oscurecido cuando hay una cita con las urnas y los lanzaroteños reparten premios y castigos como casi siempre rompiendo la mayoría de las quinielas de los expertos.
