El CCN es un partido canario de centro que defiende el consenso como la vía de acercar posiciones entre las diferentes formaciones políticas. Tenemos la vocación de buscar acuerdos entre la derecha y la izquierda, y entre los partidos nacionalistas y los estatales, porque creemos que las posiciones políticas unilaterales se convierten siempre en imposiciones de unos a otros. Defendemos el principio de la igualdad de oportunidades para que todas las personas, independientemente de sus condiciones iniciales al nacer, puedan alcanzar los mismos niveles de bienestar social, cultural y económico. Nos presentamos a las pasadas elecciones, por primera vez fuera de CC, y obtuvimos una importante representación municipal (más de 50 concejales y las alcaldías de Tegueste y San Miguel, en Tenerife; y de Hermigua, en La Gomera), aunque los artificiales topes electorales impidieron que obtuviéramos representación parlamentaria.
La situación actual del nacionalismo canario es caótica. La decadencia electoral de CC, que ha sido incapaz de corregir sus errores, ha propiciado la mayor dispersión nacionalista de nuestra historia, lo que ha debilitado a todos los partidos canarios. La falta de liderazgo en CC, la interinidad de sus presidentes en los últimos meses, primero José Torres Stinga y luego María del Mar Julios, y la total ausencia de análisis crítico sobre los graves errores cometidos, auguran a corto plazo un desplome electoral sin precedentes, y su total desaparición posterior. Los partidos políticos, al igual que las personas (son personas jurídicas), nacen, crecen y, si no se renuevan, mueren. CC está en la última etapa, herida de muerte política, y sin darse cuenta.
En el CCN creemos que el nacionalismo canario necesita ser revisado y renovado profundamente, dejando atrás los fantasmas de la corrupción y el nepotismo, que tanto lo han perjudicado en el pasado. Por eso, y aunque la dispersión nacionalista nos preocupa, estamos más interesados en acertar con los adecuados compañeros de viaje. No se trata de sumar por sumar, sino de agrupar a los partidos nacionalistas que estén dispuestos a hacer las cosas de otra manera y anteponer los intereses de todos los canarios a los de ellos y sus parientes y amigos. Canarias necesita más que nunca un partido nacionalista fuerte, que sea respetado en Madrid, ante la evidente debilidad de CC y el enfrentamiento frontal con el Estado.
El ninguneo de Canarias por el Gobierno Central se ha hecho notar en el proyecto de Presupuestos del Estado para el próximo año 2008, en el que se reduce de manera significativa las inversión en Canarias, incumpliendo el REF, que obliga a que ésta esté al menos en la media de la Comunidades Autónomas. La absurda pelea Canarias-Estado que están protagonizando estelarmente Paulino Rivero y Juan Fernando López Aguilar, por motivos personales, al quedar el PSOE canario fuera del gobierno autonómico, siendo la fuerza más votada, está perjudicando a todos los canarios. No nos podemos permitir un enfrentamiento permanente con el Estado del que formamos parte, por lo que el actual presidente del Gobierno canario debe suavizar la situación con Madrid y recuperar el anterior clima de colaboración para poder resolver los problemas de los canarios.
Si Paulino Rivero, mal aconsejado, persiste en el error de seguir crispando él mismo la situación, y sigue arremetiendo contra el secretario general del PSC-PSOE, Juan Fernando López Aguilar, y contra el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, habrá que decirle majestuosamente: ¿por qué no te callas?