La cada vez mayor competencia que ejercen otros destinos, muchos de ellos más baratos, y el retraimiento del consumo pone en jaque al sector turístico canario, que está viviendo un momento de incertidumbre en el que se evidencia una tendencia a la baja. Tras el ligero repunte de 2006, las cifras acumuladas en los nueve primeros meses de 2007 corroboran este comportamiento, al registrar un retroceso del 3,7% en el número de turistas extranjeros que han visitado Canarias, grupo mayoritario en cuantía.
La tendencia descendente se repite en prácticamente todas las Islas. Y en el caso de Tenerife, líder del Archipiélago en turismo, la caída llega al 5,5% en el caso del mercado foráneo, aunque la cifra total del número de visitantes (una caída del 3,8%) se ve paliada gracias al turismo nacional. La evolución por mercados emisores pone de manifiesto que, aunque se está produciendo cierta recuperación del turismo alemán, éste sigue ostentando una reducción en torno al 3,4%, mientras que en el caso del Reino Unido la merma se mantiene acentuada, por encima del 6%. Estos datos difieren notablemente de los resultados que se alcanzaron en Canarias durante 2006, ejercicio en el que las Islas batieron récord en turistas con cerca de 12,5 millones y medio de visitantes, un 5% más que en el año precedente, de los cuales la gran mayoría (9,5 millones) fueron extranjeros y cuyo índice de variación se tradujo en un crecimiento del 2,7%.
Por otro lado, las estadísticas oficiales ponen de manifiesto que algunos establecimientos turísticos, como los apartamentos, se están viendo especialmente afectados por los resultados negativos, como quedó reflejado en la época estival de 2007, en la que, pese a tratarse de un periodo de alta afluencia, las pernoctaciones sumaron descensos de cerca del 10%, a diferencia de los hoteles, en donde la tendencia se movió al alza, con un crecimiento del 1,5%, muy vinculado a la presión ejercida por el mercado nacional. La evolución de los tres primeros trimestres de 2007 hacen prever que las estimaciones para el conjunto del año no sean muy optimistas y, cuando menos, se avanza una tendencia a la baja, pese a que se pueda producir cierta mejoría.
A estos datos se suma unas previsiones poco halagüeñas por parte de los empresarios del sector, que ya han adelantado que en 2007 bajarán tanto las ventas como los beneficios. Una situación que, agregan, todavía se complica más si se contempla la serie de caídas acumuladas en la ocupación que se han venido detectando durante los últimos cuatro años. En este sentido, siguen insistiendo en que una de las causas de esta evolución ha estado en “el efecto perverso” que ha tenido la moratoria turística, que, contrariamente a los objetivos que perseguía en su planteamiento inicial, provocó una aceleración de la construcción de los proyectos hoteleros que ya estaban programados antes de que ésta entrase en vigor. Y por eso mismo reclaman que dicha moratoria se siga manteniendo en el tiempo.
La calidad como diferencia
La presencia de estos factores adversos obligan a que el Archipiélago tenga que apostar por diferenciarse del resto de sus competidores, tomando para ello como principal bandera la calidad, ya que la competencia en precios es un aspecto más que desterrado desde los diferentes estamentos públicos y privados. Y esto no se traduce únicamente en el fomento de establecimientos alojativos de lujo que permitan atraer a un segmento importante desde el punto de vista económico, sino en mejorar todos los servicios vinculados al sector turístico en general y aumentar su atractivo para un consumidor que cada vez es más exigente.
Si no queremos que la palabra crisis vuelva a planear sobre las Islas, es necesario que tanto el sector público como el privado apuesten por mejorar todos aquellos aspectos vinculados a esta actividad y faciliten lo que algunos han definido como una adaptación de la realidad canaria al nuevo modelo turístico que está surgiendo. En este sentido, desde el propio Gobierno autónomo se han tomado cartas en el asunto, de forma que, a finales del pasado mes de octubre, se firmó el denominado Pacto de Fuerteventura, con el que, ni más ni menos, se ha pretendido aglutinar los esfuerzos del Ejecutivo regional, de los cabildos insulares y de los empresarios turísticos en aras de hacer de la calidad y la competitividad las principales armas de defensa de las Islas en un momento en el que la coyuntura económica no parece pasar por su mejor momento.
De esta forma, aspectos como la rehabilitación de las áreas alojativas obsoletas, la mejora de la accesibilidad entre las Islas y de éstas con el exterior, así como la adecuación del espacio turístico conforman los ejes de dicho pacto en el que también se aboga por primar la calidad de los servicios y la formación del personal. Dentro de ese nuevo planteamiento, la ampliación de las conexiones aéreas sigue siendo uno de los asuntos que no se puede perder de vista, sobre todo a través de la implantación de más líneas, tanto regulares como chárter y de bajo coste. Y respecto a estas últimas, las Islas han incrementado su presencia en el último año con la incorporación tanto de Ryanair, que ha coincidido con un importe impulso del turismo irlandés, como de Clickair. La mayor diversidad de conexiones permite que el turista pueda optar a precios más baratos y que ello revierta en un menor gasto en transporte y un mayor desembolso en destino.
La mejora del entorno es otros de los asuntos pendientes que tiene el Archipiélago y, dentro de él, la renovación de las plazas alojativas que no se adecuan a las necesidades del visitante actual. Asimismo, se hace necesario un mayor control de aquellas construcciones ilegales y alegales, que, en muchos casos, ejercen una competencia desleal sobre el resto de establecimientos, no ofrecen un servicio de calidad y contribuyen a deteriorar la imagen del destino. Pero, además de todas las inversiones que pueda suponer esa mejora del destino, la potenciación de la calidad va unida a un aspecto clave: la formación del personal que convive diariamente con el visitante. Esto exige una apuesta por potenciar la presencia de personal cualificado en los diferentes servicios turísticos, de forma que el visitante se lleve un buen recuerdo y se garantice que vuelva en posteriores ocasiones. Y junto a esto hay que recuperar el trato amable hacia el turista, que ayude a ofrecer una mejor visión del destino.
Por otro lado, la puesta en marcha del Plan del Turismo Español Horizonte 2020 contribuirá también a cimentar las nuevas bases del sector turístico: la competitividad y la sostenibilidad. La comercialización ha de ser otro de los pilares en los que se han de intensificar esfuerzos con el fin de que los nuevos sistemas se adapten a los requisitos que impone el turista, que, en estos momentos, prefiere ser él mismo quien planee sus vacaciones en función de sus gustos. Para ello, la apuesta por internet y las nuevas tecnologías como instrumento canalizador de la contratación de los viajes es un aspecto clave.
La promoción
Finalmente, las acciones en materia de promoción continúan siendo aspectos vitales para captar turistas. La consolidación de una marca única Canarias que alberga a las diferentes Islas ha contribuido a que el Archipiélago se pueda dar a conocer mejor en las principales ferias turísticas del mundo. Sin embargo, ello no excluye una oferta diferenciada por Islas que permite afianzar la imagen multiproducto que pretende ofrecer el Archipiélago. Asimismo, la apuesta por una diversificación de productos, que brinda una mayor variedad de actividades al turista, como las vinculadas a la naturaleza, las deportivas, náuticas, culturales, religiosas, de ocio o incluso de congresos y eventos, juega un papel fundamental a la hora de ofrecer una visión del destino.
En este sentido, hay que tener en cuenta los importantes esfuerzos que se han realizado últimamente en Canarias en lo que a la promoción se refiere con la celebración de las asambleas anuales y convenciones de algunas de las principales asociaciones de agentes de viaje de Reino Unido y Alemania, los dos principales mercados emisores. Entre dichos eventos se incluyen el desarrollo en Tenerife de la convención anual de los agentes de viajes británicos Triton y de la Asociación de Agentes de Viajes y Touroperadores de Alemania (DRV), ambas en 2006; y la de la ABTA, la principal agrupación de la industria turística de Reino Unido, en 2007.
