López Aguilar se ha convertido en el último año en la gran esperanza blanca del PSOE de Canarias. Ferraz le marcó su futuro, pero él no se resiste a pasar el frío de la oposición y va a completar el vuelo Madrid-Teobaldo Power-Madrid.
Juan Fernando López Aguilar (Las Palmas de Gran Canaria, 1961) fue un hallazgo para la primera fila de la política nacional del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien elevó a su amigo y catedrático de Derecho Constitucional al rango de ministro de Justicia en 2004. Aunque a regañadientes, este afiliado al PSOE en 1983, asesor de Enrique Múgica (1990) que luego trabajó con Jerónimo Saavedra en su paso por Administraciones Públicas (1993-95) y Educación y Ciencia (1995-96), vio cómo mientras él se afanaba por intentar una tregua con ETA o estaba inmerso en políticas de Estado, su compañero y secretario general de Organización, José Blanco, le preparaba el desembarco en Canarias.
Tras jurar por activa y por pasiva que su destino estaba en la capital del Reino, Ferraz tuvo que intensificar su estrategia. Por una parte tenía que preparar el desembarco de López Aguilar, a quien consideraba el mejor candidato, no tanto para relevar a Juan Carlos Alemán -un reto que hubiera sido bastante más sencillo-, sino para ganar las elecciones en la Comunidad Autónoma de Canarias y sacar al PSOE del desierto en el que quedó sumido después de la última vez que disfrutó de las pieles del poder (1983-87 y 1991-93).
El hombre clave de este engranaje fue José Blanco, quien contó con los intereses de las agrupaciones de Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, Telde y La Laguna. La suma de los votos de estas cuatro sensibilidades le garantizaba el respaldo de más del 50 por ciento de la militancia isleña. Luego, llegado el 27-M, los resultados de las elecciones autonómicas marcaron la diferencia, aunque no la suficiente para garantizarle la mayoría absoluta. López Aguilar cosechó 26 de los 60 diputados que forman la Cámara autonómica, mientras que CC se tuvo que conformar con 19 y el Partido Popular, con 15.
Pero, ¿quién ganó las elecciones: López Aguilar o la marca del PSOE? Ni uno ni otro, sino el histórico dirigente Jerónimo Saavedra, quien se ha garantizado un retiro dorado como alcalde de su ciudad natal. El ex presidente arrasó en la capital grancanaria y condenó al PP, que hasta entonces gobernaba con mayoría absoluta, a pasar a la oposición. En el Cabildo de la Isla redonda, el efecto Saavedra también se dejó sentir y favoreció a José Miguel Pérez, quien le arrebató la presidencia a José Manuel Soria gracias a una moción de censura que le permitió una mayoría absoluta alternativa al PP, que, siendo el partido más votado, se quedó en la oposición.
El éxito socialista se cosechó en Gran Canaria, no así en Tenerife. La CC de Ana Oramas arrasó en La Laguna en detrimento del hasta entonces secretario general de los socialistas canarios, Juan Carlos Alemán. La lista socialista al Cabildo tampoco mejoró los resultados que cosechó antes con Antonio Martinón, y eso que iba Santiago Pérez, que fue segundo plato. Cabe recordar que Julio Pérez se marchó a Madrid deslumbrado por la invitación para asumir la Secretaría de Estado de Justicia, a costa de renunciar a ser el cartel del PSOE a la corporación insular.
El desembarco de López Aguilar en Canarias vino acompañado del compromiso de tener mando en plaza. Para satisfacer a su señoría, el partido celebró un congreso ad hoc. Y aunque fue el único candidato, sólo consiguió el aval de 54 de cada cien compromisarios que asistieron. El PSOE vivía hasta entonces una etapa de euforia. Todo hacía temer que bastaba con cuatro años para organizar el partido y sentar las bases antes de dar el salto al Gobierno. Esas expectativas se truncan el mismo día que Juan Fernando López Aguilar anuncia que encabezará la lista al Congreso de los Diputado por la provincia de Las Palmas.
Eso le obliga a renunciar a su escaño en Teobaldo Power al ser incompatible con la butaca de la Carrera de San Jerónimo. Ahora toca volver a empezar un proyecto ilusionante que será dirigido, que no encabezado, por Jerónimo Saavedra. Pero eso será ya en junio de 2008.
