En el libro Puerto de la Cruz, de ciudad portuaria a turística, editado por el CIT local, los escritores Nicolás González Lemus, Melecio Hernández e Isidoro Sánchez destacan a modo de conclusión que “en la actual etapa del desarrollo del turismo en Canarias, el sector turístico del Valle de La Orotava, en crisis desde la década de los ochenta, se encuentra en un momento crítico, no tanto por la situación estructural del sector, sino también porque parece que cuantas iniciativas se han desarrollado a partir de entonces no han sido suficientes para aumentar el número de visitantes, que permanece estancado, sin dar señales de recuperación”.
Ante este panorama de estancamiento turístico, resulta evidente que lograr aumentar el número de visitantes a nuestra ciudad pasa por cambiar la forma de promocionar el destino y culminar acciones estratégicas, como las grandes infraestructuras previstas (Puerto Deportivo y Parque Marítimo, principalmente) y un plan integral de modernización y regeneración de los espacios degradados. La actuación de regeneración que la ciudad necesita, por el lógico desgaste de su veterana planta alojativa, debe tener como premisas la calidad y una filosofía integral y de conjunto que mejore y uniformice aspectos fundamentales para la buena imagen del destino turístico. Todo eso lo tenemos que complementar con un programa de actividades culturales y de ocio que conviertan al Puerto en una ciudad viva y atractiva durante todo el año y para todo tipo de gentes.
La crisis general que afecta al turismo en Canarias es algo evidente que no se puede negar. Pero eso no quiere decir que una ciudad con la historia, la tradición y el patrimonio turístico de Puerto de la Cruz no tenga futuro. Al contrario, si hay un enclave con recursos suficientes para superar las coyunturas adversas ése es este puerto singular que, en realidad, nunca lo ha sido, aunque Felipe IV le llamó “llave de la Isla”, y que llegó a ser una de las principales ciudades turísticas de Europa a pesar de carecer de una gran playa en condiciones y del seguro de sol de otros lugares competidores
Lo fundamental ahora es la unidad. En Puerto de la Cruz todo es turismo y el turismo es cosa de todos. Por ello es importante la unidad y la colaboración de ciudadanos, entidades y autoridades, en cuantos proyectos y acciones puedan contribuir al relanzamiento de la ciudad. Es vital aumentar el nivel de concienciación de la ciudadanía sobre la importancia del turismo para una ciudad como Puerto de la Cruz, y es también necesario aumentar la autoestima y recuperar el optimismo, porque el Puerto es desde el punto de vista histórico “la primera ciudad turística de Canarias” y aún encierra todas las potencialidades necesarias y particulares para ocupar un puesto privilegiado y diferenciado en el sector.
Hemos cumplido 50 años desde la declaración ministerial de lugar de interés turístico. En estos años hemos superado múltiples coyunturas desfavorables y ahora tenemos experiencia y recursos naturales y humanos para volver a ponernos en vanguardia. Lo que necesita este motor turístico, después de medio siglo de pleno funcionamiento, es una revisión y una puesta a punto. Los portuenses podemos ser optimistas porque tenemos al alcance de la mano las nuevas realizaciones que convertirán a Puerto de la Cruz en una ciudad a la vanguardia del siglo XXI.
La ampliación ya en marcha del Jardín Botánico, la reciente inauguración del Museo de Arte Contemporáneo MACEW, el puerto deportivo-pesquero-turístico con conexión con La Palma en fase de tramitación; el futuro Parque Marítimo Municipal, la reforma prevista del Parque San Francisco, la futura Ciudad Deportiva de San Felipe que ya tiene proyecto; el reacondicionamiento aprobado por el Ministerio de la Playa de Martiánez, la restauración acordada por el Cabildo del antiguo edificio del Taoro; la rehabilitación de la parte de la planta alojativa aún obsoleta, la regeneración ya culminada en parte del Parque del Taoro, la recuperación de un gran evento como el Festival de Cine Ecológico y de la Naturaleza; el catálogo de obras en marcha del Plan de Choque Turístico y el posible campo de golf en Los Orovales, sin mencionar la importante rehabilitación terminada del Complejo Costa de Martiánez, completarán en los próximos años el conjunto de dotaciones infraestructurales de una ciudad moderna capaz de competir con los mejores mercados turísticos emergentes.
Por de pronto, el actual gobierno local PSOE-PP ha logrado reactivar la participación ciudadana y la implicación de los diferentes sectores sociales, profesionales y empresariales, en la defensa de los intereses generales de la ciudad. Ahora, y con la imprescindible ayuda del resto de administraciones públicas, se trata de emprender un esfuerzo conjunto por cuidar y potenciar la marca turística Puerto de la Cruz, un sello propio diferenciado, con prestigio y con reconocimiento internacional desde hace décadas, como lo avala el altísimo nivel de fidelización de los turistas que nos visitan, muchos de ellos de forma continuada desde hace treinta o cuarenta años.
El Puerto seguirá vivo, hermoso y potente si todos los portuenses somos capaces de unirnos para cuidarlo, defenderlo y divulgarlo. Sólo necesitamos la unión de todos, la confianza del sector privado y que desde otras administraciones se trate a esta ciudad con la justicia que su historia reclama y con la prontitud que el Norte necesita para lograr el imprescindible equilibrio de la isla.