Son muchos los factores que contribuyen a que las Islas Canarias presenten el peculiar paisaje que nos hace distintos, que condiciona nuestro particular modo de ser y de pensar, y que nos ha dado prestigio mundial. Debemos mucho de lo que somos al clima benigno del que gozamos la mayor parte del año, a las peculiaridades de nuestro suelo, a una flora y fauna propia y diferenciada, pero también, y de forma muy significativa, a nuestro sector primario. Ahí están las extensiones de plataneras y frutales, los asentamientos pesqueros de nuestras costas o las ingeniosas soluciones que los agricultores idearon antaño para cultivar un suelo que dificultaba su labor. El encanto de La Gomera va ligado intrínsecamente a sus bancales tanto como el de Lanzarote al peculiar uso de los recursos de que disponen para cultivar la vid y obtener generosos caldos de alta calidad. El bagaje que aporta ese paisaje agrario y pesquero a la economía del Archipiélago es incalculable.
Cierto es que el sector agrario apenas constituye un 2% del PIB de Canarias, pero no debemos pasar por alto que se trata de actividades que no podemos descuidar debido a que constituyen un activo muy importante para nuestra economía y nuestra industria. El visitante que escoge el Archipiélago, es cierto, se acerca a nosotros por nuestra inmejorable oferta turística, pero también porque le mostramos una Tierra que encierra un paisaje distinto, grandes posibilidades gastronómicas y productos variados y de calidad. El Gobierno de Canarias se ha planteado como gran objetivo el desarrollo de la actividad agraria en suelo rústico, removiendo aquellos obstáculos que pueda encontrar. El dato es muy claro. Contamos con unas 142.600 hectáreas de suelo agrícola de las que se cultivan unas 50.000, lo que supone que 89.000 hectáreas de ese valioso terreno no están rindiendo de la forma en que deberían.
Este suelo se pierde porque, desafortunadamente, la agricultura es una actividad de escasa viabilidad económica. La gran presión de la edificación incide en el abandono de los cultivos en las zonas costeras y medianías bajas, mientras que el envejecimiento, el despoblamiento y la falta de estímulos económicos influyen en las medianías altas. Precisamente porque observamos ese escaso aprovechamiento de las zonas de mayor diversidad agraria de nuestra comunidad autónoma, es por lo que nos hemos puesto como meta el apoyar a los agricultores, verdaderos protagonistas de estas medidas, quienes, con sus conocimientos y capacidades se erigen en los mejores protectores del sistema.
El Programa de Desarrollo Rural, que prevé invertir en las Islas 330 millones de euros hasta el año 2013 está llamado a ser la herramienta que nos permita paliar este proceso, diversificar la economía en estas zonas, con incentivos para la inversión en actividad turística rural, creación de nuevas empresas y fomento de la participación de la población. El objetivo debe ser, en definitiva, liberar de trabas al sector y hacer que para los jóvenes sea más rentable y atractivo asumir estas tareas. Impulsaremos, además, una ley que venga a cubrir el vacío normativo que actualmente existe en materia de calidad agroalimentaria. Para ello tenemos que promocionar la calidad y excelencia de nuestros productos, no sólo atendiendo al interés del consumidor, que cada vez se preocupa más por que lo que consuma esté en las mejores condiciones, sino también dando a conocer las propiedades de nuestros productos, auténtica fuente de salud, y promocionando su adquisición por los muchos turistas que nos visitan.
Como muestra, nuestros quesos, de cuya calidad hablan perfectamente los recientes galardones que han obtenido dos producciones de Fuerteventura, distinguidos con los premios Mejor Queso de España, en su categoría. Nuestro apoyo a éste y otros ámbitos de nuestra producción alimentaria es, y seguirá siendo, total. Entroncamos así con el sector ganadero, cuyo presupuesto aumenta este año un 22%, marcado por el impulso del Programa de Fomento de las Razas Autóctonas Canarias, con el doble objetivo de mejorar el patrimonio genético que representan, y mantener la biodiversidad de las especies animales del Archipiélago. Asimismo, participamos en el programa de Control Oficial del Rendimiento Lechero, y hemos puesto en marcha por vez primera una Mesa Ganadera que dé respuesta a los intereses de los productores. Y también deseamos asegurar la continuidad de nuestra agricultura de exportación con el desarrollo del Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias (Poseican), insistiendo en la mejora de la gestión de las ayudas. Prevemos líneas específicas para frutas, hortalizas, plantas ornamentales, tomate y plátano.
Finalmente, en el ámbito pesquero nuestra intención es seguir potenciando el sector de la acuicultura, donde ocupamos una posición de privilegio en el marco estatal, sin olvidar el cuidado de nuestras costas y fondos marinos. Para ello pretendemos ampliar las reservas marinas de las Islas, aprovechando el excelente resultado y la experiencia acumulada en El Hierro y La Palma, donde se han constituido en el mejor medio para garantizar la pervivencia de la actividad profesional junto a la protección del medio ambiente y luchar contra la pesca furtiva.