Canalizar las energías de cambio

Tras el éxito obtenido en las dos últimas elecciones, en las autonómicas de 2007 y en las generales de 2008, el PSC-PSOE reafirma su posición como primera fuerza en Canarias, la fuerza más representativa de la ciudadanía canaria y de sus valores. Por ello, la organización del PSC-PSOE asume como objetivo irrenunciable afianzar esta posición de partido mayoritario en Canarias, como única fuerza política que puede canalizar la voluntad y las energías de cambio de nuestra sociedad

En Canarias, después de 20 años de gobiernos de ATI-CC-PP, la política sufre un doloroso desprestigio social. El PSC-PSOE, transcurrido ya año y medio desde las elecciones de mayo de 2007 se impone como reto continuar ganando credibilidad ante los ciudadanos, seguir avanzando para ser un referente de partido distinguible frente a sus adversarios, que aboga por un cambio profundo en la forma de ejercer la política ante los ciudadanos, que lucha contra la corrupción, que defiende una política a la altura de los ciudadanos canarios, en la que nuestros dirigentes sean un ejemplo de integridad y transparencia en la gestión.

Además, el PSC en Canarias se ha propuesto como objetivo convertirse en el cauce de participación de los amplios sectores de la ciudadanía identificados con nuestros valores socialistas. Durante este año, el PSC-PSOE ha hecho frente a uno de sus retos más imperiosos: redefinir la estrategia política y confirmar el mensaje contundente que depositaron los ciudadanos en las urnas. Esa tarea la ha superado con éxito en el último congreso regional en el que he renovado la confianza depositada en mí por mis compañeros.

En este tiempo el PSC-PSOE ha marcado claramente el liderazgo en la agenda de los temas canarios. Lo hace frente a un Gobierno caciquil, desacreditado, que pisotea los derechos de los ciudadanos y hace pasar el interés de unos pocos por el interés general. Frente a un pésimo Gobierno, que se le llena la boca de populismo barato mientras se pliega al PP más rancio. Si ya a comienzos de la legislatura la situación de Canarias era preocupante a la luz del clamoroso fracaso de liderazgo del Gobierno y de su carencia de objetivos para la legislatura, lo cierto es que a estas alturas ya nadie duda de que este Gobierno no puede estar en pie ni un minuto más. Se ha convertido en una desgracia que los canarios no pueden permitirse. Sentencia tras sentencia, las arcas públicas están siendo gravemente perjudicadas por el cúmulo de pufos, sucesión de desaguisados y maniobras de este Gobierno de los amiguetes que pagan los canarios. Y la cuenta es insufrible.

El panorama social está cada vez peor, con unas cifras de paro escalofriantes, conflictividad en la escuela y en la sanidad pública, un 9% de los hogares con todos sus miembros en paro, más pobreza, menos salarios y como colofón un presupuesto que está pagando el derroche del año pasado y reduce la aportación canaria al dinero del Servicio Canario de Empleo. La solución es clara: un Gobierno de cambio que recupere Canarias para los canarios y restaure el crédito de la política y del autogobierno que nos ayude a superar el sufrimiento de tantos años de caciquismo del siglo XIX en pleno siglo XXI y resucite el espíritu del sí se puede cambiar la realidad y mejorar las vidas de todos los que ahora soportan y sufren por no encontrarse entre los protegidos del entramado de intereses de CC y PP.

En esta nueva etapa en Canarias son muchas las energías sociales que sólo el PSC-PSOE puede y debe movilizar y para ello es imprescindible hacer de él un partido abierto y atractivo a la sociedad. El PSC-PSOE, en el marco de las resoluciones acordadas en el 37 Congreso Federal del pasado mes de junio, asume otra tarea importante: adaptar su estructura a las nuevas realidades de la sociedad canaria con el fin de mejorar el actual modelo para una más eficiente defensa y divulgación de los valores socialistas.

La formación en valores es la mejor vacuna frente a la lacra de la corrupción que azota la política canaria. A través de esta formación, debemos luchar contra la idea, tan asentada en el archipiélago tras tantos años de gobiernos bananeros despectivos con la gente, de que es normal aprovecharse del poder institucional para beneficio personal: ni es normal ni es aceptable. Es ilegal, y ese comportamiento tiene calificativo en el Código Penal. Al margen de lo que la Justicia pueda decir al respecto, es un derecho impostergable de la ciudadanía canaria deshacerse de los desaprensivos que desprecian la ley, el interés general y a la ciudadanía, se creen más listos que los demás y aspiran, para desgracia de los canarios, no sólo a la impunidad sino a perpetuarse en el poder.

En este esfuerzo autoexigente y constante que debe hacer el PSC-PSOE por acercar la política a la ciudadanía deben ser objetivo prioritario los y las jóvenes. Porque ellos son el futuro. Pero también los mayores, en cuanto se sitúan en el corazón de nuestras políticas públicas. El año que queda atrás se resume así: un potaje de intereses de más de lo mismo a lo peor de lo peor y un PSC-PSOE con más fuerza que nunca que sabe que en 2011 conseguirá traer el cambio que los canarios reclaman y los canarios merecen.

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