Incertidumbres y oportunidades

Respondo con agrado a la invitación que me cursa la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife para llevar a cabo algunas reflexiones en las que se recojan mis impresiones más relevantes del año recién terminando, tanto desde la óptica personal como política. Es un 2008 lleno para mí de circunstancias emotivas. Por un lado, el 1 de febrero cesé a petición propia como Delegado del Gobierno en Canarias para encabezar la candidatura del PSOE por la provincia de Santa Cruz de Tenerife al Congreso de los Diputados; y por otro, se me ofrecía de nuevo el honor de acceder al privilegio de convertirme en miembro de las Cortes Generales, de las que dimití a finales de mayo de 2004 para incorporarme al puesto de Delegado del Gobierno en Canarias. En aquella ocasión me despedí del Congreso con emoción y con la misma he vuelto.

Los resultados electorales del 9 de marzo confirmaron que el PSOE es la primera fuerza en la Comunidad Autónoma de Canarias, primera fuerza en la provincia de Las Palmas (cuatro diputados) y primera fuerza en la provincia de Santa Cruz de Tenerife (tres diputados). Debemos recordar que la provincia de Santa Cruz de Tenerife cuenta con siete diputados y la de Las Palmas con ocho. Además, a los siete diputados socialistas canarios les debemos añadir los ocho senadores obtenidos, frente a, por ejemplo, los dos únicos diputados y los dos senadores de CC. Los datos numéricos hablan por sí solos del papel en las Cortes de los socialistas canarios en esta IX legislatura.

Así, hemos visto como en la fase de tramitación de los Presupuestos Generales para el año 2009, los diputados socialistas canarios hemos logrado la aprobación plenaria de todas nuestras enmiendas: cinco millones de euros para el inicio del proyecto de tren en Tenerife y otros cinco millones de euros para el de Gran Canaria, 20 millones de euros para incrementar la subvención al transporte de mercancías, dos millones más para incrementar la dotación del plan integral de seguridad para Canarias, 600.000 euros para actuaciones en la catedral de La Laguna, 40 millones para el plan de empleo, 15 millones de euros para la atención a menores inmigrantes no acompañados y así un importante y largo etcétera. Y la presencia de los socialistas canarios en las diferentes comisiones constituye una evidencia. Yo, particularmente, desempeño la vicepresidencia de la comisión mixta congreso-senado para el estudio del cambio climático y formo parte de otras como la de Defensa o la mixta para los estudios de la UE.

Es evidente que este año que termina, con un conjunto de circunstancias internacionales que han cogido de lleno a los países de nuestro entorno económico, nos ha aturdido con las constantes y permanentes noticias de subida del precio del crudo, de actuaciones de los gobiernos en ayuda del sector financiero, caída de grandes grupos constructores y terminologías ya tan habituales como las de burbuja financiera, burbuja inmobiliaria, etc. Pero es que, además, el pasado 20 de agosto, un avión de Spanair que se dirigía a Gran Canaria se estrella en las proximidades de la pista de Barajas y mueren carbonizados 154 seres humanos (a ellos mi recuerdo emocionado y mi compromiso de participar impulsando iniciativas que tiendan a ir mejorando la seguridad en este sector aeronáutico). Nos hemos situado en una situación del desempleo que ronda los tres millones de personas en el paro en España y unos doscientos mil en Canarias.

Lamentablemente, vemos como procedentes de países de nuestro interland africano siguen llegando seres humanos a bordo de cayucos, jugándose la vida en largas travesías de muchos días, soportando inclemencias inhumanas y vemos también el trabajo excepcional que desarrollan las tripulaciones de las embarcaciones de la sociedad estatal de salvamento marítimo y los del servicio marítimo de la Guardia Civil. Mientras que por otro lado, desde la irresponsabilidad, algunos dirigentes de instituciones canarias solamente aciertan a quejarse sobre el número de menores no acompañados que se ven obligados a atender, lo que hacen con desgana y poniendo de manifiesto una frialdad egoísta cuyos calificativos dejo para otra ocasión.

Hay que reconocer los esfuerzos del Gobierno español, con la adopción de varios y sucesivos paquetes de medidas para atenuar los efectos de esta crisis que estamos viviendo y quisiera destacar las últimas medidas adoptadas en Consejo de Ministros en la última semana de noviembre con la puesta en circulación de actuaciones por 11.000 millones de euros, de los que 7.000 se destinan a la financiación de obras de muy diferente naturaleza por parte de las instituciones locales a las que se les impone la condición de que sean ejecutadas por personas procedentes de las listas de parados.

Sin duda, los esfuerzos del presidente del Gobierno español en política internacional han culminado con la inclusión de España dentro del G-20, en el que a lo largo del año próximo se van a ir definiendo las políticas tendentes a la configuración de un nuevo modelo internacional de cooperación, en el que deberán tener cabida las potencias emergentes que han de consolidar sus notables crecimientos pero que a la vez han de afrontar medidas con las que combatir el hambre y la pobreza de más de mil millones de seres humanos dispersos por países tanto en el continente africano como en el asiático.

Asistimos al nacimiento de un 2009 ante el que hay grandes incertidumbres, pero también grandes oportunidades.

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