San Sebastián de La Gomera es una ciudad que mira al mar. Y el mar es protagonista de la mayor parte de los acontecimientos más relevantes sucedidos en la ciudad durante el 2008. Por el mar, por ejemplo, por ese mismo océano por el que llegó Cristóbal Colón, apareció la Virgen de Guadalupe en la tradicional visita que cada cinco años hace a la Villa, una capital gomera que meses antes recuperaba como alcalde a Ángel Luis Castilla (PSOE).
La cita lustral con la Virgen de Guadalupe como protagonista hizo que pasaran por la capital más de 15.000 personas llegadas de todos los puntos de la geografía canaria para homenajear a la patrona de La Gomera. El 6 de octubre, conocido como el Día Grande o de la Bajada de la Virgen, el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero (acompañado del presidente del Cabildo Insular, Casimiro Curbelo, y de Ángel Luis Castilla, alcalde de la ciudad) partió en procesión marítima junto a otras 130 pequeñas embarcaciones engalanadas con farolillos y palmas en busca de la virgen a su ermita de Puntallana para llevarla hasta el pórtico del Ayuntamiento.
Allí la esperaba el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, quien acompañado de una muchedumbre de fieles y devotos dio una cálida acogida a la morenita de Puntallana, tras su desembarco en la Playa de San Sebastián. Todos fueron testigos de la entrega del Bastón de Mando de la ciudad a la que también es alcaldesa perpetua del municipio. Aunque alcalde perpetuo parece más Ángel Luis Castilla, quien unos meses antes, el 25 de julio, recuperaba la alcaldía de la capital gomera y un sillón que había ocupado durante 16 años (1991-2007).
El dirigente socialista se alzó con el bastón de mando municipal al contar con el apoyo de los seis concejales del PSOE más el del concejal tránsfuga Pedro Padrón, quien hacía escasas semanas abandonaba las filas de Coalición Canaria para incorporarse a un grupo mixto. Coalición Canaria y el Centro Canario Nacionalista, que hasta entonces conformaban el equipo de Gobierno de San Sebastián con el nacionalista Manuel Herrera a la cabeza, pasaron a la oposición tras poco más de un año de gobierno.
Las Fiestas Lustrales fueron precisamente uno de los primeros grandes retos que debieron afrontar Castilla y su nuevo equipo. Y la celebración estuvo a la altura de la expectación generada. Así, por el gran escenario del Parque de la Torre del Conde pasaron reconocidos artistas de diferentes estilos musicales como el pop rock de El Canto del Loco (que congregó a 4.000 personas que abarrotaron el recinto), el reggae de Alpha Blondy, las rancheras de Shaila Durcal, o la salsa más pura del Gran Combo de Puerto Rico. Y de la mano del Cabildo de La Gomera llegó –y deslumbró a miles de gomeros– Rubén Blades.
El mar también fue el protagonista de los acontecimientos deportivos del año. Tanto del clinic de windsurf ofrecido por las Hermanas Ruano –que permitió a los gomeros amantes de esta modalidad deportiva conocer todos sus secretos de la mano de estas dos multicampeonas mundiales– como de la XXIV Regata Huelva-La Gomera, que citó a un gran número de embarcaciones procedentes de toda la geografía española, siendo los onubenses del Toyota-Niponuba los primeros en llegar a San Sebastián, con un nuevo récord de 81 horas, 2 minutos y 15 segundos.
También hay que mirar al mar para ver la continuación de las obras de ampliación del Puerto de San Sebastián. Así, 2008 será recordado como el año en el que se retiró el antiguo dique del muelle, cambiando sustancialmente la imagen de la principal entrada a la Isla. El proyecto prevé la ampliación de 16.000 metros cuadrados que alargarán el paseo marítimo, el espacio de aparcamientos y de las zonas de uso de las instalaciones portuarias, por las que pasan cada día miles de personas. Permitirán además ampliar la zona de atraque, haciendo posible la llegada de naves de mayor envergadura como los barcos de crucero.
De esa explanada del muelle hasta el Centro de visitantes de San Sebastián fue trasladado un cayuco abandonado, como eje central del Aula de Verano de La Gomera de 2008, celebrada bajo el título África, el futuro de un continente. Vecinos y visitantes de San Sebastián pudieron cruzarse durante buena parte del año con un cayuco que, en plena ciudad, se convirtió durante algunos meses en un reclamo turístico más y en un homenaje a todos los que ponen en riesgo su vida en el mar en busca de un mundo mejor, como los más de 200 inmigrantes arribados al muelle de San Sebastián en este año.
Para casi despedir el año, la Virgen de Guadalupe volvió a su ermita de Puntallana el 13 de diciembre, encontrándose una imagen muy diferente del lugar: las 58 casetas que rodeaban al santuario habían sido casi totalmente derribadas por orden de la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural. Puntallana es un espacio natural protegido con un alto valor ecológico pero también cultural por ser morada de la Patrona de la Isla y muchos de sus fieles utilizaban las casetas como lugar de ocio estival o en periodos de la festividad de la virgen.
