La crisis económica internacional, planetaria la llaman algunos, ha sido la gran protagonista del año 2008 y ha terminado por llegar a todos los confines de Europa. Fuerteventura y Puerto del Rosario no son una excepción. Y es justo en estos tiempos de cierta incertidumbre en el contexto socioeconómico en el cuál nos encontramos, cuando la respuesta de las instituciones públicas debe estar a la altura de las circunstancias. Por ello, consideramos una obligación tener capacidad para poner en práctica distintas soluciones que permitan transitar por este escenario fluctuante con plenas garantías de éxito.
Una gestión pública cercana a la realidad ha de servir, sin duda alguna, para afrontar los nuevos y exigentes retos que se le están presentando a los ciudadanos de Puerto del Rosario, consolidando una serie de activos que nos permitan desarrollar unos valores intrínsecos de capitalidad que hemos sabido explorar y rentabilizar en los últimos años con autosuficiencia y firmeza. Este año que dejamos atrás es un claro ejemplo de este compromiso con las nuevas expectativas, situando en un escenario compartido, una apuesta clara por las infraestructuras públicas acorde con las demandas de una población como la nuestra, joven y emprendedora, con unas características muy definidas y orientadas en gran medida a la generación de oportunidades para todos y todas, en el ámbito profesional pero también en el terreno familiar, de ocio, de cultura y deporte, de participación social en sus más amplios contenidos.
Desde el Ayuntamiento de Puerto del Rosario hemos activado un ritmo constante en la mejora de los servicios públicos, en la calidad ambiental del municipio, en la proyección de nuestro sector comercial y empresarial, en la generación de espacios de encuentro… Y todo ello en un marco de convivencia donde nuestros máximos exponentes como capital sigan aportándonos liderazgo y modernidad y que no son otros que el ser centro de conectividad insular, el de referente del sector comercial de la Isla, el enclave administrativo por excelencia junto a su carácter residencial y donde la oferta turística diferenciada comienza a tener una marca propia que refuerzan los mencionados valores de proyección cultural, social y deportiva.
El nuevo año 2009 es tiempo también de organización, de proyectos, de planificación, de inversión, de consolidar nuevos recursos que canalicen fórmulas de empleo y que sean capaces de producir desarrollo local. Puerto del Rosario crece en calidad y sus fortalezas se hacen patentes en estos tiempos de crisis, con apuesta formativa que facilite la integración laboral de sus ciudadanos. Y ello es lo que nos hace estar mejor situados para reemprender un camino que no vamos de dejar de andar y disfrutar.
