José Alberto Santana Díaz, columnista de ‘El Día’, donde firmaba como Altober o Florilán, nació en La Laguna en 1918 y murió en Santa Cruz de Tenerife el 13 de marzo de 2008.
Tenerife ha perdido a uno de sus periodistas más ilustres y, seguramente, al más veterano en activo al fallecer por una hemorragia cerebral José Alberto Santana Díaz, más conocido por alguno de los seudónimos que utilizó a lo largo de su dilatado ejercicio profesional: Tamaimo, Altober y, sobre todo, Florilán. Seudónimos que nunca usó para esconderse tras ellos, sino como inevitable muestra de su modestia y hasta su timidez profesional que lo llevaban a no querer destacar ni a aparecer en los papeles donde él mismo escribía. Viudo y sin hijos, sus casi 90 años no le han impedido traer en persona sus colaboraciones diarias a esta Casa hasta hace escasos días. Ni pasear por el Santa Cruz cuyas costumbres tan bien retrató porque paseaba por él como cualquier joven. Redactor del periódico Amanecer, entre 1937 y 1938, luego ocupó los cargos de redactor jefe y subdirector. Entre 1940 y 1974 fue redactor de La Tarde. De 1968 a 1981 ejerció como director de la Hoja del Lunes y, de 1974 a 1983, fue redactor de El Día.
También dirigió Canarias en Venezuela y Canarias, ventana al exterior. Tras su jubilación, siguió escribiendo artículos de opinión en El Día, donde, bajo los seudónimos citados al principio, retrataba con su habitual ironía los asuntos más dispares, a menudo comparándolos con el pasado. Pero nunca fue hiriente. Su estilo se basaba en la corrección, lo que no le impedía poner el dedo en la llaga cuando era preciso y a menudo aportaba puntos de vistas singulares, producto de una personalidad independiente y nada proclive a modas.
Extracto del obituario publicado en ‘El Día’.