Un año de récords

En su casi centenaria historia no había plantado el CD Tenerife tal semilla de cariño por los colores blanquiazules. Todo ese afecto se generó con el fútbol atrevido y efectivo de Oltra, los goles de Nino y Alfaro, las subidas de Bertrán, las paradas de Sergio, la creatividad de Ricardo, la experiencia de Richi, el picante de Kome… Santiago Llorente había cumplido sus dos objetivos: el ascenso a Primera División y llenar el Heliodoro Rodríguez López.

La campaña de abonos para el retorno del CD Tenerife a la élite del fútbol español no vivió lo suficiente para ser discutida. En aquel verano de 2009, en sólo tres días se agotaron todos los abonos disponibles. En torno a 17.000 personas adquirieron su pase de temporada, lo que suponía la cifra más alta de abonados en la historia del club. Los nuevos, eso sí, debieron rascarse algo más el bolsillo. Poco importó. Los empleados se vieron desbordados y, desde la Península, volvieron a hacerse eco de una información relacionada con el Tenerife: la desbordante ilusión de una hinchada que llenó cada dos semanas el recinto de la calle San Sebastián.

De ahí que, los que se quedaron sin abono, se pusieran en cola cada quince días para hacerse con las pocas entradas que se ponían a la venta. Un buen ejemplo llegó en la Nochebuena de 2009. Ese día, en menos de tres horas, volaron las entradas para ver al FC Barcelona, el primer grande que se asomaba al Heliodoro. Era éste otro de los puntos interesantes del año en la máxima categoría: la visita de los Messi, Iniesta, Xavi, Piqué. Llegaron como regalo de Reyes. Eran tales las ganas que había en la Isla por ver a las grandes estrellas que miles de seguidores esperaron a la expedición culé en Los Rodeos y otros tantos en su hotel de concentración.

Las medidas de seguridad en la instalación donde se hospedaron los de Guardiola se asemejaron a las de un Jefe de Estado. Lo mismo sucedió cuando, un mes después, les tocó el turno a los Cristiano Ronaldo, Higuaín, Kaká y compañía. El Madrid, directamente, pagó por el hotel entero durante las poco más de 24 horas que permaneció en Tenerife. Tanto culés como merengues se llevaron los tres puntos y propinaron severas goleadas a los de Oltra. Aunque siempre quedará en la memoria de los aficionados aquella media hora inicial en la que el Barça sufrió… o los diez minutos posteriores a la consecución del 1-2 ante el Madrid. “Por lo menos dimos la cara”, decían los seguidores.

Claro que ésta fue una de las decepciones de la temporada. El Tenerife no dio una sola campanada ante los grandes. Barcelona, Real Madrid, Sevilla, Atlético de Madrid, Valencia o Villarreal huyeron con su expediente inmaculado de derrotas ante los blanquiazules, que se quedaron con tres puntos de 36 posibles contra estos rivales. Su triunfo más sonoro en este aspecto se produjo en la cuarta jornada ante otro histórico, el Athlétic de Bilbao (1-0). En números negativos hay otros dos datos para recordar: su entrada en descenso el 17 de enero de 2010 para ya no abandonar esos puestos de condena y su única victoria a domicilio del curso. Fue, como no, en el campo talismán de El Molinón el 13 de abril (0-2).

Estos exiguos números como visitante no se correspondieron con los más que respetables resultados cosechados en el fortín del Heliodoro, en el que no volvió a perder desde la visita del Real Madrid el 27 de febrero hasta final de temporada. No fue suficiente para lograr la permanencia esta buena racha, pero sí para mantener con vida a los blanquiazules hasta la última jornada. Entonces, para apurar sus opciones de salvación, casi 2.000 seguidores insulares se desplazaron a Mestalla. Fue la presencia más numerosa de aficionados en un desplazamiento del Tenerife esa campaña, pero no la única. Las camisetas del aspa (sobre todo) se pudieron observar en las gradas de Cornellá-El Prat, Zorrilla, Coliseum Alfonso Pérez, San Mamés, Riazor, Bernabéu, La Rosaleda, Sánchez Pizjuán, Vicente Calderón o Camp Nou.

El resto de equipos se asombraba del apoyo que recibía el Tenerife… y de su fútbol. Claro que esto último resultó más efectista que efectivo. Las palabras de Pellegrini, Valverde, Guardiola o Míchel sonaron siempre huecas. Elogios por fuera a la estética, preocupación por dentro a la fragilidad. Fue uno de los debates del efímero año en Primera División: ¿había que renunciar al perfil ofensivo y resguardarse algo más? El único día que José Luis Oltra transigió con ese espíritu su equipo salió igualmente goleado (4-1) del Camp Nou. Fue ya muy tarde y el preparador valenciano prefirió que su equipo cayera con las botas puestas y la misma imagen que le había dado el éxito la temporada anterior.

Al fin y al cabo, con un equipo escasamente reforzado, logró mantenerse con vida hasta la última jornada. Escasamente reforzado, porque Bellvís y Román Martínez no alcanzaron la condición de titulares indiscutibles; y los otros dos fichajes, Aitor Núñez y Dinei, casi no contaron. Por no rescatar del olvido las lesiones. Marc Bertrán sufrió la más sangrante. Casi cinco meses apartado de los terrenos de juego por una salvaje entrada de Drenthe que no fue castigada con tarjeta roja por Muñiz Fernández. Corría el minuto 24, sufría el Real Madrid y en los estadios grandes, ya se sabe, se pita de otra forma.

Tampoco fue expulsado Iturraspe que, unos días antes, le había roto la nariz a Ricardo. El tinerfeño se perdió cinco jornadas y ya no volvió a su mejor nivel. Juanlu, Manolo Martínez, Richi, Omar o Kome sufrieron otras lesiones que hubieran tenido una importancia menor en una plantilla nutrida y competitiva… pero que resultaron dramáticas para un equipo que se había quedado corto como el del Tenerife. Ni siquiera el mercado de invierno arregló esas carencias. Miguel Concepción acabó echando la culpa a Llorente y éste, off the record, al presidente por no darle dinero suficiente para contratar algún refuerzo de garantías.

Sin fichajes para Oltra

El caso es que Oltra se quedó sin los tres futbolistas que había pedido antes del mercado invernal. No llegó ni el central que acabó implorando la semana final de este período de inscripciones. Quizás por esto, o por el apoyo con el que contaba en el vestuario y la grada, nunca se discutió en serio la destitución del entrenador. El primero en acabar una temporada entera en Primera División desde Jupp Heynckes (96/97). Oltra logró además convertirse en el técnico que mayor número de partidos se ha sentado en el banquillo blanquiazul a lo largo de su historia. Otro récord que caía ese año.

Y aunque no fue récord, sí resultó meritorio el número de goles que consiguió Nino. De los 29 que le dieron el pichichi en Segunda División pasó a 14 tantos en la máxima categoría, los mismos que el campeón del mundo Fernando Llorente, por poner un ejemplo. En este capítulo, eso sí, se vio algo solo el delantero almeriense, que pudo incrementar su cuenta si llega a acertar desde los 11 metros. Falló dos penaltis, de esos que hacen recordar al aficionado: si llegamos a meterlos… o si no nos dejamos empatar en casa contra el Málaga cuando ganábamos 2-0… o si hubiéramos tapado aquel bote neutral que le permitió empatar al Villarreal… Ya se sabe, el clásico “si…” al que recurren los equipos que se quedaron a las puertas de cumplir sus objetivos.

Nino, que participó en los 38 partidos de Liga y en 37 como titular, se ganó el respeto de la Primera División. Sólo dos goleadores nacionales (Villa y Soldado) mejoraron su registro. Los más escépticos del lugar dudaban sobre su capacidad para golear en la máxima categoría y él se quitó la espinita de su única temporada entre los grandes con el Levante. Las ofertas que recibió en verano (y que el Tenerife rechazó) dan fe de ello. Una oferta que sí aceptó el Tenerife fue la de vender sus derechos a Canal Satélite Digital por 14 millones de euros, que fue la partida más importante en sus ingresos.

La mayoría de sus encuentros fueron ofrecidos en la modalidad de pay per view, pero algunos también fueron elegidos por Gol Televisión y Canal Plus Liga (sobre todo contra los grandes). Canal Plus, muy presente el curso del ascenso en Segunda División, regresó a la Isla para ofrecer fútbol de la máxima categoría con la visita del Barcelona. A La Sexta, en cambio, no se le vio por Tenerife. Sí ofrecieron en abierto las visitas blanquiazules a Zaragoza y Sevilla. También entra dentro de los récords de la campaña esta cantidad, la más alta que ha recibido el club. Pero ni esta bonanza en los ingresos hizo que Concepción abriera la mano.

El presidente optó por la vía de rebajar mucha deuda (acuciado por los pagos obligatorios a Hacienda)… y se quedó corto, muy corto en el área deportiva. Tanto que el número de debutantes en la máxima categoría puede servir como ejemplo. Bertrán, Aitor, Bellvís, Héctor, Luna, Manolo Martínez, Ricardo, Juanlu, Ayoze, Omar, Ángel o Saizar se estrenaron. Fue un año también de reencuentros. El Tenerife volvió a encontrarse en el camino a personajes con pasado blanquiazul: jugadores como Martí o Ayoze Díaz, técnicos como Juanma Lillo o Javier Clemente y directivos como Jorge Valdano.

Además, pisaron el césped del Heliodoro la mayoría de los posteriores campeones del Mundo: Casillas, Valdés, Sergio Ramos, Arbeloa, Puyol, Piqué, Capdevila, Albiol, Marchena, Busquets, Xavi, Xabi Alonso, Iniesta, Navas, Pedro, Silva, Mata, Villa y Llorente. Eso sí, cuando las luces del Heliodoro se apagaron aquella noche del 8 de mayo de 2010, tras empatar (2-2) a última hora ante el Almería gracias a un milagroso gol de Nino, los aficionados blanquiazules aún soñaban con volver pronto a ver un partido de Primera División en casa. Temían que el descenso se certificara una semana más tarde en Mestalla, pero ni en el peor de sus pensamientos imaginaron lo que iban a sufrir después.

Ahora ya lo sabemos. La Primera División volverá algún día, pero tardará. Mientras, la referencia será el año de los récords.

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