Una base de oro

Doce medallas de oro, seis de plata y cinco de bronce. Ése fue el botín de la selección canaria que acudió al Campeonato de Europa de Luchas Celtas sub 21 y de categoría femenina desarrollado a principios de abril en Ploufragan, en la bretaña francesa. Un éxito que debe valorarse en su justa medida por la gran dificultad que entraña medir fuerzas y habilidades ante luchas tradicionales ajenas a la nuestra: la Back Hold, natural de Escocia y la bretona Gouren.

El éxito logrado en el Campeonato de Europa de Luchas Celtas de las categorías sub 21 y femenina, que se resume en seis medallas de oro y tres de plata en cada categoría, más cuatro bronces adicionales para los chicos y uno para las mujeres, es el remate a lo conseguido un año antes por la selección absoluta en Glasgow, la capital luchística de Escocia, donde se reunieron entonces ocho oros, dos platas y siete bronces. El reciente logro permite a Canarias ascender a la tercera plaza de la clasificación general con cuatro títulos: dos absolutos, uno femenino y otro sub-21.

A título individual, es de obligado cumplimiento destacar los dobletes de los grancanarios Miguel Hernández Calero, Manuel Cano González y Minerva Montero Pérez, así como el de la tinerfeña Nekane Páez Morales en ambas modalidades. Al final, los chicos acabaron primeros de la clasificación general en Back Hold y segundos en Gouren, mientras que las chicas ocuparon el mejor puesto en los dos estilos. Y todo ello, alimentando la fama de algunas sagas, por cuanto ya son cinco las familias que han visto como al menos dos de sus hijos han conseguido ser coronados campeones de Europa en luchas vernáculas.

Este es el caso de los Santana Hernández, que se unen a los también grancanarios Rodríguez del Toro y Monzón Ramírez, los tinerfeños Choba y los Ávila majoreros. Sin embargo, nada de lo apuntado hubiese sido posible sin el infravalorado empeño de los esforzados directivos de clubes. La labor de éstos en beneficio de la cantera y en contra de su tiempo, dinero y a veces salud, contrasta con la particular manera que tienen algunas federaciones de entender el trabajo con las categorías base. Por ejemplo, desde el ente federativo de ámbito regional, donde incluso se ha llegado a cuestionar seguir poniendo en escena determinadas competiciones de los noveles porque su pensamiento único es recaudar dinero que malgastar y aprovechar el empuje de otros en la malsana intención de formar parte de la foto triunfadora.

El deporte vernáculo de las Islas se ha juntado con otras luchas y costumbres tradicionales del mundo desde el intercambio pionero con el País Vasco, en mayo de 1989 en el campo de fútbol de Tegueste (Tenerife). Y durante más de dos décadas, desde aquella demostración hasta el intercambio desarrollado en la localidad coreana de Kyongju, cuando transcurría la segunda semana del mes de diciembre de 2009, hemos vivido toda suerte de lances en reiteradas presencias causando admiración. Por ejemplo, en ese terruño asiático se disputó el Campeonato del Mundo Individual de Lucha Ssirum, emparejando a casi 500 participantes de distintas nacionalidades.

El tinerfeño Elieser Gutiérrez Pérez (Valle de Guerra, 1984) se hizo notar en el tremendo cuadro de eliminatorias hasta acabar noveno, un meritorio logro que tuvo su máxima expresión en el título conseguido por un oriundo del país organizador… que además obtuvo unos 60.000 euros de premio. Dos décadas y un buen puñado de variados emparejamientos después de la experiencia iniciática celebrada en Tegueste, Canarias continúa representando a la disciplina a la que todos quieren tener en sus festejos.

Otros campeones

Durante este 2010 y en el ámbito local también se produjeron destacados resultados que merecen ser recordados. Así, la selección juvenil de La Palma cosechó su tercer Pancho Camurria consecutivo, mientras Tenerife su impuso en las categorías más jóvenes con clara superioridad en los torneos Alfredo Martín el Palmero (cadetes) y José Rodríguez Faro de Maspalomas (infantiles). Ya en la categoría absoluta, el lanzaroteño Unión Norte de Haría ganó la Liga Gobierno de Canarias de Segunda Categoría, mientras el Maxorata sumó más títulos que nadie: Liga Regional de Tercera Categoría y los tres títulos majoreros. Dentro de la competición regional, el Tegueste volvió por sus fueros interinsulares en juveniles, al tiempo que el Arguama marcaba un hito al ser el único equipo capaz de conseguir dos títulos consecutivos en la categoría cadete. Finalmente, entre las mujeres, las grancanarias del Santa Rita se confirmaron como el equipo sucesor del Unión Sur de Fuerteventura, sempiterno campeón, al ganar las tres competiciones regionales en liza.

El Tijarafe, Santa Úrsula y la historia

El Tijarafe de Santa Úrsula se confirmó en 2010 como el cuadragésimo séptimo club de Canarias y el decimoquinto de Primera Categoría que han conseguido al menos un título de liga regional. La conquista del Tijarafe tiene connotación de histórica, porque nunca había inscrito su nombre en el cuadro de honor desde que la competición tiene denominación de origen regional, sellado en 1985 con el estreno de la misma en ese ámbito. El colofón victorioso ante el Rosario, glorioso titular de Valle de Guerra, viene a cumplir un sueño largamente perseguido y que ha visto pasar de largo en bastantes ocasiones una entidad y una afición para las que parecían estar prohibidas alegrías de esta naturaleza desde que el Gobierno Civil formalizó en el Registro de Sociedades Deportivas la solicitud santaursulera hace casi setenta años.

El Tijarafe se hizo acomodo entre los clubes reglados a mediados de los años 40 y pasó a convertirse en uno de esos conjuntos que fueron objetivo de los baluartes de la lucha como interesante opción de militancia. De tal manera que por sus filas han pasado míticos exponentes, bregadores ilustres y canteranos que estuvieron de moda, para conformar plantillas con esa mezcla de lugareños y foráneos que sintieron el calor de un pueblo hospitalario. Por ejemplo, los míticos Pancho Camurria, Otilio Pollo de Arafo, Capitanito I, Cubanito II (en episodios de refuerzo, bien es cierto)… hasta luchadores de cada momento incluyendo a los Crescencio Rodríguez Pollo de Santa Úrsula, Isidro García, Marcos Galván padre, los hermanos Primera, El Pala o los no tan lejanos y símbolos del club como el irrepetible Valencia, Enrique Méndez, Gregorio Rodríguez El Volquete u Omar Arbelo.

Por la reciente conquista se puede decir que el Tijarafe es un campeón de oro en la celebración de plata, teniendo en cuenta que el éxito de los norteños, ante 5.000 espectadores en el terrero de Tegueste, coincidió con la edición número 25 de la Liga Gobierno de Canarias de Primera Categoría, la de mayor rango competicional desde 1998, dando relevo institucional a la denominada Preferente que arrancó en 1985 y aguantó trece campañas. Por lo tanto, la temporada 2009-2010 queda marcada en la historia de la lucha canaria en Santa Úrsula como la que sirvió para certificar el primer título regional liguero de su representativo. Fue el curso en el que dos puntales A como Romén Luis Catire IV y Juan Espino estuvieron en el paro, coincidiendo con la rebelión de los modestos como Miguel Pérez y Óliver Gil, dos puntales C que firmaron una temporada de ensueño para el Tijarafe, añadiendo a la conquista regional el subcampeonato de la liga insular y el título de copa.

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