Un hito con doble sudor canario

El 1 de julio de 2012 quedará grabado a fuego en la mente de los españoles por el éxito de la selección nacional en la Eurocopa de Ucrania y Polonia. Con el triunfo más amplio de la historia en una final continental (4-0 ante Italia), el vigente campeón mundial estableció un hito al convertirse en el primer combinado de un país en adjudicarse de manera consecutiva tres títulos grandes.

La conquista de manera consecutiva de las Eurocopas de 2008 y 2012, así como del Mundial de 2010, es una gesta sin precedentes en el fútbol mundial que fue saboreada con orgullo por la sociedad canaria, ya que dos isleños se erigieron en protagonistas directos del acontecimiento. David Silva (8-1-1986), presente en los tres torneos, y Pedro Rodríguez (28-7-1987), partícipe de los dos últimos, se han convertido en dos sublimes embajadores del fútbol del Archipiélago en todo el planeta. Difícilmente, podrán emular en el futuro otros paisanos suyos lo que están consiguiendo en su carrera deportiva.

El centrocampista de Arguineguín ha irrumpido con fuerza en el fútbol inglés y se ha convertido en una de las principales estrellas del vigente campeón de la Premier League, el Mánchester City. Otro éxito más que sumar a los cosechados como internacional por el grancanario en 2012. De ahí su titularidad indiscutible en el cuadro que dirigió Vicente del Bosque en esta última Eurocopa. El jugador tinerfeño, en cambio, no pudo contraer todos los méritos que hubiera deseado el año del torneo continental, como consecuencia de las lesiones, que condicionaron su rendimiento durante el comienzo de la temporada. No obstante, el jugador del FC Barcelona consiguió recuperar en el tramo final de la campaña su mejor tono físico, así como también su verdadera versión futbolística. Esta vertiginosa puesta a punto no pasó inadvertida para el seleccionador nacional, que le adjudicó finalmente una plaza en el grupo que trasladó a Ucrania y Polonia.

Durante le Eurocopa, el protagonismo de Pedro fue también de menos a más. Mientras que el de Silva estuvo presente en toda la competición. El ex del Valencia formó como titular en todos los partidos, en los que llegó a anotar dos goles. El extremo blaugrana entró en juego a partir de la fase inicial, pero luego, aunque entrando siempre desde el banquillo, contribuiría de forma notable a la gloria alcanzada por la Roja. Curiosamente, en la final frente al combinado transalpino fue cuando disfrutó del mayor número de minutos (31 más descuento), en los que terminó desquiciando a la defensa rival con sus regates, desmarques y precisos pases. En ese definitivo encuentro, celebrado en el estadio Olímpico de Kiev, Silva indicaría a los suyos el camino de la victoria, al marcar el 1-0 (minuto 14). Ya entrada la segunda mitad sería sustituido por el propio Pedro.

Solo otro canario, también nacido en Arguineguín y de nombre Juan Carlos Valerón, había participado antes en una fase final de la Eurocopa. Lo hizo también en dos ocasiones, como Silva hasta la fecha. El jugador del Deportivo de La Coruña disputó las ediciones de 2000 y 2004. Sí tomaron parte en algún partido de clasificación otros deportistas del Archipiélago, como los grancanarios Pepín -jugó la fase de clasificación para el Europeo de 1964, que también ganó España-, Tonono, Gerardo Miranda y Ángel López, así como los tinerfeños Felipe Martín, Juanito Rodríguez y Pier Luigi Cherubino. Sin embargo, sólo David Silva y Pedro Rodríguez, pueden presumir de haber besado el cielo balompédico del Viejo Continente.

Ambos han colaborado en ascender a España a la cúspide del fútbol mundial, que es donde se encuentra en la actualidad. Sus aficionados, que presenciaron en vivo los encuentros disputados en Gdansk, Donetsk y Kiev, pudieron comprobar que su selección está de moda. Las camisetas y demás artículos de merchandising del conjunto hispano, entre los que se colaba también alguna bandera canaria, tiñeron de encarnado las calles polacas y ucranianas durante los días en que se celebró el campeonato que organiza la UEFA. Solo el verde de los irlandeses llegó a superar con holgura el colorido representado por los seguidores de la Roja, hecho que quedó patente durante el enfrentamiento librado en el PGE Arena de Gdansk , cuyas tres cuartas partes de las gradas quedaron pobladas por los hinchas de un equipo que terminó sucumbiendo por 4-0 ante Casillas, Xavi, Ramos, Iniesta y compañía.

Y es que los complejos de equipo de cuartos de final han quedado sepultados por el orgullo de pertenencia de los integrantes de la marea roja, fascinados no solo por los triunfos y títulos obtenidos por su selección, sino sobre todo por el depurado estilo de una España que ha creado escuela con su juego. Y en él está representado el fútbol canario, tradicionalmente reconocido por su vistosidad y riqueza técnica. Silva y Pedro lo han llevado ahora hasta su máxima expresión. Aunque podría incluso ampliarse la leyenda de este combinado nacional, y en consecuencia, de los dos mejores peloteros en la historia del balompié de las Islas. El Mundial de 2014, con sede en Brasil, constituirá una nueva oportunidad para que la selección nacional vuelva a desafiar a la historia. Se prevé que esta generación dorada de futbolistas españoles llegue en condiciones de volver a aspirar a lo máximo en la cita americana y no parece menos lógico que Pedro y Silva sigan formando parte de ese equipo de ensueño, y quién sabe si se incorporará algún canario más.

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