Un año muy ‘periodístico’

Ni periféricas ni menores. Las islas no capitalinas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife se ratificaron en la actualidad canaria como capaces de provocar movimientos que influyen en el devenir regional, sobre todo en lo político, pero también en lo que atraen de atención e importan otros, los de la física, como los sísmicos que volvieron a marcar un registro máximo en El Hierro al concluir el año.

Las islas más occidentales formaron parte en 2013 de lo que publicamos, narramos y mostramos los periodistas. Y si hubo una isla que suscitó noticias en lo político, esa fue La Palma. Primero en julio con la decisión de Coalición Canaria de dejar fuera del equipo de gobierno a los socialistas, rompiendo su pacto con el PSOE en la institución insular palmera. Llevaban dos años esperando a que los socialistas movieran ficha en los ayuntamientos en los que habían desalojado a CC y gobernaban con el Partido Popular después de las elecciones de 2011 y decidieron romper este pacto que se manifestó entonces como fuera de la cobertura del pacto regional.

En ese momento los socialistas palmeros —a los que les había costado ya en 2011 llegar a cerrar el pacto de gobierno con CC, que había arrancado la legislatura en solitario y con apoyo desde fuera— miraron a su ejecutiva regional pidiendo agua por señas, un movimiento, un gesto de defensa de la organización en la isla. Aquí estábamos en la época en que se empezaba a hablar de qué pactos estaban o no bajo el “paraguas del pacto regional” y parece que el de La Palma se quedaba fuera.

Y llegó noviembre, y mientras los socialistas en el Cabildo esperaban en la oposición esos movimientos y CC gobernando en minoría, los que sí recibieron señales fueron en realidad los nacionalistas palmeros, en concreto en el municipio de Los Llanos de Aridane, donde se produjo uno de los hechos políticos que CC en la isla esperaba desde 2011: el PSOE en Los Llanos dejaba el pacto con el PP y a Noelia García y pactaba con los nacionalistas dándoles la alcaldía, aunque no con Juan Ramón Rodríguez Marín (número uno en las listas de 2011 y ex alcalde) al frente, sino con Susa Armas.

Todo parecía indicar que este movimiento podría provocar acercamiento entre los socialistas y nacionalistas en el Cabildo de La Palma, pero no para aquellos que sabían de la ruptura casi personal que había provocado que “sin verdaderos motivos” —afirmaban los socialistas palmeros— se les echara del equipo de gobierno del Cabildo, afirmando incluso la entonces presidenta, Guadalupe González Taño, que no había razones relacionadas con el trabajo de los consejeros.

Así que las señas del PSOE regional no llegaron, o no llegaron a tiempo, o no las consideraron suficientes los socialistas palmeros y a los cuatro meses de salir del gobierno insular, y once días después de presentarse la moción de censura en Los Llanos, y dos antes de que se votara, el PSOE insular, respaldado por todas sus asambleas locales, decidió sumarse al PP en una moción de censura. Aquí fue donde los nacionalistas pidieron justicia a su organización principal de Coalición Canaria, y esta a su vez al PSOE, que inició el proceso para dejar a todos los consejeros socialistas en el Cabildo fuera del partido, primero in extremis para tratar de evitar la moción de censura, y luego, una vez consumada, como respuesta a esa decisión.

Pero la decisión no sólo afectó a los seis consejeros socialistas, sino que también lo hizo a todo el PSOE en la isla, que se veía dividido entre el apoyo a los consejeros censurantes y la disciplina de partido que acababa creando una gestora para dirigirlo en La Palma. La lucha de los consejeros censurantes por defender su postura y militancia comenzó en ese momento y ya la heredaría el año 2014.

En El Hierro, la noticia política y también judicial del año fue muy temprana. En enero de 2013 el alcalde de Valverde Agustín Padrón, del Partido Popular, decidía renunciar a la alcaldía a raíz de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) que le condenaba a dos años de prisión y 11 de inhabilitación por delitos de malversación de fondos y prevaricación, al aprobar la compra en 1999 de un terreno en el Pozo de las Calcosas por 182.000 euros que la arquitecta municipal había tasado antes en 39.000 euros.

El TSJC condenó también por prevaricación y malversación de fondos al concejal José Miguel León (AHI-CC) —en este caso a cuatro años de inhabilitación y un año y medio de prisión— que también renunció a su acta como edil en enero ante la sentencia. Padrón dejaba en ese momento el bastón de mando del municipio a José Manuel García Casañas, y también abandonaba su escaño de diputado por El Hierro en el Parlamento de Canarias. Tanto Padrón como De León recurrieron, pero el Tribunal Supremo ratificó la decisión del TSJC en julio de ese año.

A La Gomera nos llevaba otra renuncia por una sentencia, también por malversación y prevaricación. En marzo de 2013 fue cuando Ruymán García, el ex alcalde de Valle Gran Rey, dejaba su acta de concejal del PSOE en el municipio al condenarle la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife en diciembre de 2012 a cuatro años y medio y un día de prisión (así como ocho años y un día de inhabilitación absoluta) por malversación continuada al contratar en 2008 a su hermana —con plena conciencia de su ilegalidad, afirmaba la sentencia, y en virtud de lazos personales— como empleada de la ludoteca municipal. También le condenó a siete años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por prevaricación.

Y en mayo de 2013 en La Palma, la Consejería de Agricultura —a raíz de publicaciones en los medios de comunicación— investigó presuntas irregularidades en una contratación, la del nacionalista Juan Ramón Rodríguez Marín, el ex alcalde Los Llanos de Aridane, como veterinario por parte de la empresa Gestión del Medio Rural (GMR), para controlar la cabaña ganadera de La Palma. Un expediente remitido por la Consejería a la Fiscalía tendrá que determinar si existieron o no irregularidades y si puede iniciarse o no un proceso judicial.

Pero como todo no van a ser noticias que hablan de luchas por el poder político, de organización interna de partidos o de presuntas irregularidades o delitos ya con condena que entran dentro de la corrupción en el ejercicio de la administración pública… también las islas no capitalinas de la provincia occidental fueron noticia en 2013 por otros asuntos. Asuntos relacionados con la naturaleza y también con la convivencia del hombre con esa naturaleza —para bien o para mal— como protagonistas.

Por ejemplo, el año terminó con el registro del movimiento sísmico de mayor magnitud que se ha dado en El Hierro desde que comenzaron los distintos sismos que anunciaron y acompañaron la erupción volcánica de 2011 en sus fondos marinos, y que también han estado presentes en la cercanía de los procesos de movimiento magmático que no han cesado por ciclos en la isla. Fue un movimiento de 5,1 grados en la escala Richter que mostró cómo la sociedad herreña ha aprendido a convivir con respeto, pero sobre todo con mucha información, con este proceso geológico propio de un archipiélago de origen volcánico.

El temblor provocó desperfectos, sobre todo en el acceso al Pozo de las Calcosas, y desprendimientos que cerraron carreteras durante horas, pero toda la población herreña demostró civismo y conocimiento de lo que ocurría, sin dejar de pasar la impresión que provoca este tipo de fenómenos. También provocó desperfectos, sobre todo en las islas más occidentales, uno de los temporales que afectó a Canarias en este 2013, con declaración de emergencia incluida, el de principios de marzo que trajo fuertes lluvias y viento.

En La Gomera provocó el fallecimiento de una joven senderista alemana que caminaba entre Las Vueltas y Argaga, en Valle Gran Rey; y en La Palma generó desperfectos sobre todo en el noroeste de la isla en las cosechas. Y dio lugar a imágenes como el barranco de Las Nieves en la capital palmera, lleno de agua y desbordado en su desembocadura.

Y 2013 fue año de bajada. O mejor dicho, de bajadas, porque —como ocurre cada 20 años— coincidieron en el mismo año la Bajada de la Virgen de Los Reyes en El Hierro, que se celebra cada cuatro julios, y la Bajada de la Virgen de Guadalupe en La Gomera, que por lustral lo hace cada cinco octubres. Fue 2013 año de bajadas, año de turbulencias políticas y de movimientos físicos; y año de seguir reivindicando —intento hacerlo cada día en el medio en que trabajo— la actualidad de las islas no capitalinas como capaces de liderar el devenir de lo que ocurre en todo el Archipiélago. O el devenir de cada ciudadano al que le afecta lo que ocurre en su terruño.

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