Avanzando con paso firme

Desde el punto de vista de la responsabilidad pública que asumí como presidente del Gobierno de Canarias, el año 2014 fue, como los de toda la legislatura, un año de trabajo y esfuerzos compartidos. Un año, como los anteriores, marcado por la crisis iniciada en el año 2008. Doce meses en los que muchos fueron los obstáculos y muchos los sacrificios, pero muchos también los logros conseguidos. Y esos logros, esa capacidad para superar los obstáculos y seguir adelante y los frutos de esa voluntad, constituyen, sin duda, un positivo balance final. Gracias al esfuerzo colectivo, gracias a la dignidad con la que los ciudadanos encararon éste y el resto de años complicados, Canarias pudo seguir avanzando con paso firme y plantar cara a las dificultades, apuntalando los servicios públicos esenciales y defendiendo contra viento y marea la educación, la sanidad pública y las políticas sociales.

2014 fue un año en el que crecieron en Canarias la justicia social y las oportunidades. Un año en el que superamos adversidades y denunciamos injusticias y abusos. Un año en el que avanzamos en el objetivo de hacer de nuestras Islas un espacio de convivencia, de trabajo, de futuro. La crisis constituyó una ineludible razón para buscar consensos y acuerdos. Estrategias de acción conjunta que nos permitieran afrontar sus efectos mejor pertrechados, con más garantías de éxito, pensando en la Canarias del “día después de la crisis”. Sin duda, los canarios hemos plantado cara a la crisis, y hemos sentado las bases de la recuperación; y lo hemos hecho con responsabilidad, valentía y rigor.

Canarias terminó el pasado año 2014 liderando la recuperación económica en todo el Estado, creciendo más que ningún otro territorio. El Archipiélago creció sin hipotecas, sin las cargas que sí contrajeron otras comunidades. Y ese trabajo bien hecho, con el rigor y la honradez que demandaba la ciudadanía, ha hecho posible que un nuevo ciclo económico haya echado a andar. No fue fácil gestionar la progresiva disminución de los recursos públicos a lo largo de toda la legislatura, pero la defensa de los intereses generales de los canarios ha estado, como no podía ser de otra manera, por encima de cualquier otra consideración. Y en esa dirección hemos trabajado por mejorar la competitividad de la economía canaria, modernizando nuestro sector turístico a partir de la rehabilitación y la diversificación de mercados, reactivando la construcción sin consumir más suelo, una fórmula que está funcionando y ayudándonos a seguir creciendo como potencia turística mundial. Son reformas nacidas del consenso y de la participación e implicación de todos los canarios.

Así ha sido con la estrategia 2020 o con el REF, que nos están acercando ya a una economía más competitiva, menos vulnerable, en la que se consoliden la formación, la innovación o las oportunidades que abren las economías azul o verde. Fortaleciendo el modelo sostenible y equilibrado por el que apostamos mayoritariamente los canarios. Ese esfuerzo dejó sus frutos. Por ejemplo, Canarias como destino turístico volvió a batir récords en 2014, con la llegada de 13 millones de visitantes por vía aérea (un siete por ciento más que en 2013), a lo que hay que añadir los dos millones de turistas de cruceros (un 18 por ciento más que el año anterior). Y también con esa premisa avanzamos en el objetivo de aprovechar nuestra privilegiada posición geográfica y nuestro clima, la fortaleza de nuestras infraestructuras y servicios, nuestros potentes atractivos fiscales y nuestra seguridad jurídica.

Hemos garantizado los fondos comunitarios del nuevo marco presupuestario de la Unión Europea, al tiempo que aprobamos los nuevos aspectos fiscales del REF y la propuesta de reforma de sus aspectos económicos, impulsando reformas estructurales desde el consenso, que se han plasmado en leyes como la de Transparencia, la Ley de Cabildos o la Ley de Municipios de Canarias. Nuestro compromiso ha sido máximo. Con nuestro entorno, con nuestras ciudades y nuestros paisajes, con nuestro cielo y nuestro mar. Con los ciudadanos y ciudadanas de Canarias, porque Canarias se hace aquí, entre todos.

Canarias ha apostado por un modelo de desarrollo sostenible, equilibrado y justo, en el que prime el desarrollo de las energías limpias. Un camino, el del respeto ambiental, que debe marcar –y está marcando ya– la transición hacia un modelo energético moderno, inteligente, sostenible y limpio. Hacia un modelo que para un territorio como el de Canarias –pequeño y frágil– no es solo la opción que entendemos como la única posible, es la única opción con futuro. Porque los canarios, defendiendo nuestra naturaleza y nuestros paisajes, estamos defendiendo el presente y el futuro que queremos.

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