Casimiro Curbelo siempre parece ambivalente, pero también ha dejado claro que es “el socio más fiable” del actual pacto cuatripartito en las Islas
Una censura en Valle Gran Rey contra el alcalde socialista expedientado precisamente por bloquear el acceso al gobierno local de ASG permitió desde agosto pasado al partido que lidera Casimiro Curbelo gobernar en todas las administraciones de La Gomera, con la excepción de Alajeró. Como en Santa Cruz de Tenerife, se han escuchado voces críticas con que una operación así se negociara durante el confinamiento o al poco de salir de él, pero, salvo la dura posición de SSP en la Isla Colombina, la maniobra apenas tuvo eco regional ni alteró otros escenarios de pactos. Es verdad que la especulación se disparó y que Casimiro Curbelo siempre parece ambivalente, pero también ha dejado claro que es “el socio más fiable” del actual pacto cuatripartito en las Islas y ha centrado sus esfuerzos por otorgar estabilidad regional y por presentar La Gomera como vanguardia sanitaria y socioeconómica ante las devastadoras consecuencias mundiales y estatales del dichoso Covid-19.
El jueves 13 de agosto de 2020, La Gomera vivió un hecho casi sin precedentes. Un mismo partido, la Agrupación Socialista Gomera (ASG), lograba acceder al gobierno de Valle Gran Rey y, con ello, alcanzaba el poder en todas las administraciones de la Isla, con la excepción de Alajeró, donde sigue gobernando el PSOE, aunque en 2019 mantuvo ya una mayoría absoluta con el estrecho margen de un edil y un centenar de votos ante la formación de Casimiro Curbelo.
Es verdad que, con esa maniobra, ASG no ha alcanzado la Alcaldía de la llamada joya turística gomera porque ha vuelto a manos de Ángel Piñero, ex de CC. Sin embargo, muchos desconocían que Piñero, que ha pasado por diversos partidos, nunca ha estado afiliado a Nueva Canarias y que fue candidato de esta formación en 2019 en calidad de independiente y dentro de la coalición NC-Frente Amplio, con la que los de Román Rodríguez trataron de extender horizontes electorales y gubernamentales en las últimas elecciones locales, cogestionando en sitios otrora impensables para un partido de tanto arraigo grancanario como Valverde (con el PSOE), San Sebastián de La Gomera o Hermigua (precisamente con ASG), entre otros municipios de la provincia occidental.
Algunas voces, como ocurrió con la censura en Santa Cruz de Tenerife, han criticado (especialmente desde Sí Se Puede de La Gomera) que esa operación se negociara durante o al poco del confinamiento de marzo a junio, aparte de la concentración de poder que acarrea para ASG en la Isla, que encima posee tres de los cuatro diputados regionales por La Gomera y el acta al Senado. En el caso del Valle, sin embargo, los acontecimientos se precipitaron con la desescalada, pero los ecos o efectos en la política regional apenas se han notado.
La censura en Valle Gran Rey contra el alcalde socialista expedientado por bloquear el acceso al gobierno local de ASG permite al partido gomero gobernar en todas las administraciones de la Isla Colombina, salvo Alajeró
Los motivos de ese supuesto desinterés pueden ser varios: las fechas de agosto, la mucha menor relevancia de Valle Gran Rey respecto a Santa Cruzde Tenerife, pero, sobre todo, que el alcalde censurado (Cristopher Marrero) fue expedientado por el PSOE desde que, el 15 de junio de 2019, desobedeció las órdenes expresas del secretario general de los socialistas canarios y, a la postre, presidente autonómico, Ángel Víctor Torres, de permitir que gobernara la lista más votada en ese municipio sureño, la de ASG (que se quedó a un concejal de la mayoría absoluta), para no perjudicar precisamente las negociaciones del pacto regional con las fuerzas de izquierda.
Eso sí, siempre he sostenido que lo que pasó en Valle Gran Rey no era tan relevante para el acuerdo autonómico como se vendió entonces en algunos foros y medios. Frente a los que censuran el “ansia” de poder de Curbelo, el presidente gomero y diputado regional ha insistido en este verano en que es “el socio más fiable” de Torres y no ha parado de hablar de estabilidad y de centrar los esfuerzos en la respuesta sanitaria y socioeconómica a la pandemia del Covid-19. En el fondo, Curbelo da casi por naturalizada la censura en Valle Gran Rey, como si fuera algo inevitable (y no solo por entender que había una “total falta de gestión”). Además, a pocos debe extrañar que Piñero acabe apostando por las siglas de ASG a corto o medio plazo.
Ante esto, y a los que le critican la maniobra en medio de una crisis vírica y económica sin precedentes en este mundo globalizado, el líder gomero enseguida les recuerda la respuesta de su Isla ante el primer caso del virus en España (allá por el ya lejanísimo mes de marzo), la gran disponibilidad de material sanitario (mascarillas, test…) en su isla frente a las dificultades en los momentos más críticos del Estado de Alarma en otros muchos sitios, convertir a La Gomera en referente estatal y europeo con la experiencia piloto del Radar Covid o los excelentes datos de ocupación hotelera y extrahotelera desde la desescalada.
Curbelo, por tanto y en una actitud que se extiende al resto de administraciones en las que gobierna o cogestiona ASG, como el Ejecutivo regional, el Cabildo gomero, San Sebastián, Vallehermoso, Agulo, Hermigua y, por último, Valle Gran Rey, tiene claro cuál es la prioridad absoluta: minimizará los efectos del virus a la espera de una vacuna efectiva y universal. No obstante, igual de innegable resulta que su poder no ha parado de crecer desde que creó ASG por lo que le ocurrió con su expediente en el PSOE a finales de 2014 (aunque oficializa su nuevo partido a principios de 2015) y que siempre tratará de estar en la pomada regional.
Flores que no se marchitan
Eso sí, y al menos mientras gobierne Pedro Sánchez a escala estatal, resulta difícil pensar que quiera propiciar un Ejecutivo autonómico alternativo al de Torres. Otra cosa es que algún socio del cuatripartito (léase NC) cambie de orientación y esté dispuesto a cogobernar con CC y PP, con lo que Curbelo podría no ser necesario, pero eso es casi más difícil que un cambio del líder de ASG. Así lo apuntan las diferencias de fondo entre NC y PP, aparte de que tampoco ayudaría mucho que el congreso de CC lo gane el sector de Fernando Clavijo, que es lo más probable. Claro que también cabe un pacto PSOE-CC a mitad o finales de legislatura, que algunos (si bien son minoritarios) ven con buenos ojos desde el principio en ambas partes, aunque precisamente lo de Santa Cruz no ayuda. Mientras, ASG y Curbelo seguirán jugando un papel clave en la política regional y cada vez más preponderante, casi monocolor y, para algunos, aplastante en su isla. Eso sí, los votos le avalan de sobra.