El Hierro encara la nueva normalidad con realismo en el presente y con optimismo el futuro. La isla ha sabido trabajar unida a la hora de afrontar los grandes retos de las dos últimas anualidades. La llegada masiva de inmigrantes y los efectos de la pandemia han supuesto de nuevo serios y duros obstáculos para la frágil dimensión social y económica de nuestra isla, de tan solo 268 kilómetros cuadrados y con una pirámide de población con una base significativa de mayores de 65 años a los que hemos debido de atender y proteger como se merecen. La puesta en funcionamiento de la Comisión Anti Covid, de la que han formado parte todas las administraciones públicas, ha permitido afrontar con coordinación y eficacia la necesaria organización a la hora de poder atender a dos realidades que, de forma paralela, inmigración y pandemia sanitaria, han afectado de lleno a la isla de El Hierro.
Entre todos, asesorando y trasladando también el sentir de la sociedad herreña, hemos logrado lo más importante: preservar la salud de nuestros mayores y de la población más vulnerable de la isla, reto que nos marcamos como prioritario antes y después de la pandemia. En muchos momentos, en los duros y largos meses pasados, El Hierro ha sido todo un referente por el buen hacer de nuestros sanitarios y su extraordinaria coordinación con las administraciones locales.
Así, la atención a los usuarios de las residencias de mayores gestionadas por el propio Cabildo, evitando que el virus traspasara las puertas de estos centros, se convirtió en la principal preocupación. Una vez procedida a la normalización del COVID-19, se une ahora la aceleración del proceso de vacunación.
Cuando comenzamos el periodo de verano de este 2021 podemos decir que en El Hierro ya se está vacunando a los menores de 40 años con un alto porcentaje de población ya inmunizada y con cero casos activos, lo que nos anima no solo desde el punto de vista sanitario sino, también, de cara a la más que necesaria reactivación económica insular, con la motivación añadida de conocer datos que nos hacen prever que este será un excelente periodo de ocupación para nuestro sector turístico.
Durante el último año, la nueva oleada de llegada de inmigrantes a la isla en cayucos o pateras provenientes del África Subsahariana ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad imperiosa de que por parte del Estado se habilite unas instalaciones que permita atender a estas personas que se juegan la vida en busca de un mejor futuro para ellos y sus familias como se merecen mientras permanecen en la isla hasta su derivación al exterior. Al mismo tiempo, estas dependencias evitarían la dispersión de centros de acogida y mejoraría significativamente la logística de todos los entes y organizaciones que intervienen en la atención al fenómeno migratorio mejorando en eficacia y eficiencia.
Pese a la falta de medios y recursos, en El Hierro hemos vuelto a demostrar que somos solidarios y que en nuestra memoria no olvidamos que generaciones de herreños también tuvieron que jugarse la vida en la mar en busca de un futuro mejor.
Hace dos años nadie podía imaginarse que una tradición tan enraizada en la sociedad herreña como la Bajada de la Virgen de los Reyes pudiera verse afectada por estos tiempos de pandemia, y ver como finalmente se suspende la edición del 2021, circunstancia que en varios siglos no ocurría, salvo en el año 1937 en plena Guerra Civil Española. Es difícil explicar lo que significa para nosotros no cumplir con el Voto a la Patrona, algo que “haya o no urgente necesidad” venimos cumpliendo cada cuatro años desde 1745. Hemos tenido que afrontar con resignación esta suspensión de la Bajada de la Virgen de Los Reyes, pero también con la ilusión de superar una pandemia e introducir la tan ansiada normalidad en nuestras vidas.
Tiempos complicados de los que, con seguridad saldremos fortalecidos. Los herreños hemos sido un pueblo de “bregadores” acostumbrados a sobrevivir a la sequía, las hambrunas, las secuelas de la Guerra, el aislamiento de la doble insularidad, la crisis económica y hasta de los efectos de una crisis sísmico-volcánica que nos puso en jaque durante dos años. Y ahora nos ha tocado padecer esta crisis sanitaria con grave repercusión económica, a la que además se ha unido en el tiempo y como en el 2006, otra crisis, la migratoria.
Que nadie lo dude, El Hierro vuelve a salir reforzado con mucho que aportar a Canarias, y mucho que ofrecer y compartir con los miles de personas que cada año deciden visitar una isla por descubrir, Reserva de la Biosfera y Geoparque Mundial, hoy también referente internacional por su apuesta por la sostenibilidad y las energías renovables.
Precisamente, estos días, la Comisión Europea volvía a premiar a la isla con el segundo puesto en el Responsible Island Prize por los niveles alcanzados de generación anual con renovables, la apuesta por la movilidad limpia con las recargas gratuitas para vehículos eléctricos que ofrecen los puntos habilitados por Gorona del Viento El Hierro en lugares estratégicos, o la implicación de la comunidad local a través de las campañas de concienciación.
Continuamos trabajando en la modernización y adaptación a las nuevas exigencias del mercado de nuestras producciones agropecuarias, cuya calidad está siendo refrendada por la aceptación de los consumidores y también premiada a nivel regional e internacional, y en el apoyo decidido a nuestras pymes para que puedan salir reforzadas de estos duros momentos ofreciendo bienes y servicios en un mundo cada vez más competitivo, con nuevos retos marcados por la llegada del comercio electrónico y con la siempre lucha contra el coste derivado de nuestro hecho insular.
El Hierro, siempre con humildad y hospitalidad, quiere ser ejemplo y representar la isla de un nuevo mundo en el que convivencia de las personas con su hábitat sea un referente y un modelo de vida.