Santa Cruz se abre al mar con la nueva playa de Valleseco

El proyecto de Joaquín Casariego y Elsa Guerra alcanza su última fase antes que comienza la obra de la futura playa de charcos

El 21 de noviembre de 2019 representa una fecha clave en la historia y desarrollo de Santa Cruz de Tenerife. Ese día, los dirigentes de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, el Cabildo insular, el Ayuntamiento capitalino y el Gobierno de Canarias firmaron un convenio que ponía en marcha las actuaciones recogidas en el proyecto de las obras de defensa marítima y ordenación en la zona de charcos del denominado área funcional de Valleseco, la primera fase del macroproyecto que remodelará por completo la conocida playa capitalina.

De este modo, se daba el último paso a una demanda vecinal que venía reclamando desde hacía varias décadas un espacio de baño y esparcimiento adecuado y seguro para esta zona de la capital tinerfeña. Pero también suponía la ejecución inminente de uno de los grandes anhelos de la corporación municipal, y, en especial, de su alcalde, José Manuel Bermúdez, como era el acercamiento y la apertura al mar de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, pues, dicho sea de paso, se trata precisamente de la playa en la que aprendió a nadar el regidor.

Sin embargo, la consecución de este acuerdo tuvo que pasar por multitud de fases desde que, a finales de los años ochenta, los vecinos de Valleseco se unieron y protestaron contra un proyecto que preveía la privatización del espacio y la construcción de un puerto deportivo que borraría del mapa una playa donde tuvieron su primer contacto con el océano incontables generaciones de habitantes de este barrio y de Santa Cruz.

El momento más significativo de la lucha vecinal por preservar uno de los escasos lugares del litoral histórico original de la ciudad tuvo lugar en abril de 1990 con la visita a Valleseco del artista lanzaroteño, César Manrique, quien mostró su apoyo a la causa ante la presencia de cientos de vecinos de la zona.

A finales de los años ochenta, los vecinos de Valleseco se unieron contra un proyecto que preveía la privatización del espacio y la construcción de un puerto deportivo. Treinta años después, la lucha empieza a ver sus frutos

Poco después, la comisión vecinal pasó a convertirse en Plataforma para la Defensa de la Playa de Valleseco y, casi de manera simultánea, y tras un largo periodo de estudio y la elaboración de diferentes propuestas, en las que participaran los propios vecinos, técnicos locales, arquitectos e historiadores, en 1994, el Ministerio de Obras Públicas presentó el proyecto de la nueva Playa de Valleseco, realizado por los arquitectos tinerfeños Eustaquio Martínez, Antonio Corona y Arsenio Pérez, que incluía arena negra y una longitud de unos  1.200 metros.

Tras la realización de las primeras obras en tierra, que incluyeron nuevas aceras y aparcamientos para el acceso de los usuarios a la nueva playa de Valleseco, los trabajos se detuvieron. En 2006, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife convocó un concurso de ideas con el objetivo de diseñar un espacio libre y público para el baño, con zonas de esparcimiento, actividades deportivas y diferentes posibilidades de disfrute del mar.

El diseño del proyecto para la nueva playa debía partir de criterios de integración paisajística, atendiendo a la configuración de las laderas de Anaga y a la articulación del área en el litoral de la ciudad, con atención especial al barrio de Valleseco, así como propiciar la adecuada accesibilidad peatonal, una solución eficaz para el contacto con la vía de servicio del Puerto capitalino y el máximo aprovechamiento de los recursos y la atención a las futuras labores de mantenimiento de los trabajos ejecutados.

La propuesta de Casariego Guerra Arquitectos, con el lema Sol y Sombra, ganó este concurso con un proyecto que se marcó como objetivos integrar el frente marítimo en la apertura de la ciudad al mar y recuperar así el uso y disfrute de ese litoral para los ciudadanos. Con ello se pretende también reconvertir y adaptar este espacio a actividades recreativas y a usos de carácter urbano que resulten compatibles y complementarios con el entorno.

Llegados a este punto, en 2012, la Secretaría de Medio Ambiente resolvió la Declaración de Impacto Ambiental de forma positiva para el proyecto y se mantuvieron diferentes reuniones con la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife con el objetivo de solicitar la desafección de esta zona. A mediados de 2016, una sentencia del Tribunal Supremo confirmó la nulidad del decreto del Gobierno de Canarias por el que se había declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de Sitio Histórico, al conjunto de muelles, almacenes, varaderos, puente del barranco y playa de Valleseco, delimitando su entorno de protección.

Este fallo permitió desbloquear el proyecto y, en mayo de 2017, el pleno municipal solicitó a las demás administraciones participantes que agilizaran los trámites, mientras que en abril de 2018 aprobó de manera unánime el convenio a suscribir con el Cabildo de Tenerife, el Gobierno de Canarias y la Autoridad Portuaria para la ejecución de las obras de rehabilitación del litoral de Valleseco, por un importe próximo a los 17 millones de euros. De estos, el Ayuntamiento capitalino aportaría 5,7.

En mayo de 2018 el Consejo Rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo manifestó que ofrecería cobertura urbanística al proyecto de creación de la playa, que se concretó en marzo de 2019 con la aprobación definitiva del Puerto de Santa Cruz de Tenerife-Litoral de Valleseco. Finalmente, en noviembre de 2019 se produjo la firma del convenio entre administraciones, lo que representaba el inicio inminente de los trabajos.

El proyecto

Partiendo del hecho de que la playa de Valleseco es una actuación largamente ambicionada, su reconfiguración corresponde a la recuperación y puesta en valor de un singular tramo de litoral, donde la ciudad se abre al mar y al horizonte, ofreciendo la posibilidad de su uso y disfrute público en unas condiciones excepcionales de accesibilidad.

La propuesta ganadora de Casariego-Guerra Arquitectos –hoy en día Arquitectura Anca– se desarrolló posteriormente en los correspondientes proyectos básico y de ejecución. Sus socias-directoras, Elsa Guerra y Noemí Tejera, han formado parte del diseño y definición de esta actuación desde el inicio, siendo en la actualidad la asistencia técnica para la arquitectura en la dirección de las obras que, una vez iniciadas y si todos los plazos se cumplen, se prevé que finalicen en 2023.

La idea general de la propuesta Sol y Sombra es la de generar una zona de playa compuesta por dos subámbitos: la playa de charcos y la playa de arena. La primera se creará sobre la plataforma que enlaza el acantilado de Anaga con el mar y, la segunda, resultante de la desembocadura del barranco.

La primera fase comprende la actuación sobre la playa de charcos en la superficie comprendida entre la torre de Salvamento Marítimo y el Centro Insular de Deportes Marinos. Tiene un plazo de ejecución aproximado de 24 meses y responde a un conjunto de diferentes posibilidades de disfrute de la línea costera.

De este modo, la playa de charcos de Valleseco constituye, básicamente, un ámbito de espacio libre, con diversidad de formas de acceso al mar, con conexión peatonal desde la Avenida de San Andrés, así como con la futura playa de arena de Valleseco. Este espacio estará formado por un área de baño, en las configuraciones de charco natural, rampa, escalinata, juegos de mar y muelle-terraza; un solárium que, al mismo tiempo, conforma la línea de recorrido peatonal más cercana al mar; paseos peatonales, articulados a partir del paseo central, y una ladera verde, a modo de ámbito ajardinado y arbolado, cuya configuración topográfica permite la separación de la vía de servicio del Puerto.

Además, se incorporarán elementos de hormigón a modo de elevación del suelo de los paseos; edificaciones de servicio, con plazas en su entorno inmediato, destinadas a aseos, almacenaje e instalaciones y sala de usos múltiples, así como pasarelas peatonales desde la Avenida de San Andrés. Entre éstas, la pasarela sur ofrecerá accesibilidad universal a la playa.

Todos estos elementos estarán enlazados por las líneas de arbolado, la red de alumbrado y el conjunto de parasoles, Sombra de Valleseco, que aportarán cualidades singulares a las diversas terrazas y paseos.

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