Recuperando la ‘Isla Bonita’: Cajasiete multiplica su compromiso en La Palma

El pasado 19 de septiembre se cumplió un año desde que el mundo quedara en vilo al comenzar una erupción volcánica que duraría 85 días y que dejaría una huella imborrable en la isla y en el corazón de sus habitantes.

La fuerza de la naturaleza golpeó a más de 3.000 edificaciones, 1.100 hectáreas y cerca de 20.000 personas, de las cuales más de mil aún no han podido regresar a sus hogares, desafiando la entereza y solidaridad de todos los canarios.

Desde que se inició la erupción, Cajasiete quiso transmitir a todos los palmeros su solidaridad en aquellos graves y duros momentos, y manifestó su compromiso y esfuerzo para llevar ayudas directas a los afectados encontrando las mejores soluciones para cada persona.

En esos momentos es imprescindible el compromiso individual pero, sobre todo, de instituciones y entidades con capacidad de ayudar ante la adversidad.

Con el propósito de paliar las pérdidas sufridas por todas las personas afectadas, dar seguridad y tranquilidad en la difícil situación que se vivió el pasado año, y la cual se sigue viviendo, la entidad financiera Canaria Cajasiete puso en marcha de inmediato diferentes medidas con los que ayudar a la Isla de La Palma.

Trasproducirse la erupción del volcán, se activaron de inmediato trámites como la posibilidad de suspender temporalmente los pagos de los préstamos de aquellas personas con bienes afectados por la emergencia.

En paralelo, y en coordinación con el Gobierno Central, se pusieron a disposición de las familias que habían perdido su hogar la totalidad del parque de viviendas en propiedad de la entidad en la isla.
El sector agrario, de especial sensibilidad para la cooperativa de crédito, fue sin duda uno de los más golpeados por la catástrofe. Dentro del su compromiso con el sector agrario de Canarias, Cajasiete se sensibilizó con los agricultores y ganaderos de la isla de la Palma, poniendo a su disposición una serie de medidas de financiación, que les permitiera paliar las dificultades financieras del sector en la situación excepcional en las que se encontraron. La apertura de líneas especiales de financiación para abordar reparaciones urgentes en instalaciones de las explotaciones directamente afectadas con tipos de interés preferencial y los anticipos en las ayudas a los productores de plátano de Canarias a coste 0 buscaron ayudar a minimizar las consecuencias derivadas por la situación excepcional en la que se encontró la Isla de la Palma, facilitando la financiación a los agricultores y ganaderos.

Con la campaña Todos somos La Palma el compromiso de Cajasiete se extendió a los comercios eliminando las comisiones de actividad y de mantenimiento de los TPVS a los clientes de Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte. Los clientes de otras oficinas cuyos negocios estaban ubicados dentro de estas zonas, también pudieron solicitar en sus oficinas respectivas ayudas.

Gescooperativo, la gestora de Fondos de Inversión del Grupo Caja Rural, en colaboración con Cruz Roja, aportó 15.000 euros, procedentes de los ingresos generados por los fondos de inversión que combinan el análisis financiero con los criterios de sostenibilidad y solidaridad, generando valor a la vez que se apuesta por un futuro mejor, con los que se ayudó a atender a más de 80 personas al día y al reparto de más de 80.000 equipos de protección.

Agilizar la llegada de la ayuda se convirtió en una prioridad y para ello se activaron vías de donación directa con entidades como Cáritas, Cruz Roja, Cabildo de La Palma y los diferentes Ayuntamientos de las zonas afectadas.

Muchas familias lo perdieron todo directamente por el propio volcán pero muchas más se vieron afectadas al desaparecer las dos principales fuentes de ingresos de la isla: la agricultura y el turismo. La vida en la isla se vio afectada y mucho y necesitaban de la ayuda y solidaridad de todos los españoles.

Más de 500 clientes de Cajasiete se beneficiaron de las moratorias, un acuerdo que consiste en ofrecer al cliente la posibilidad de aplazar los pagos, alcanzando los 38 millones de euros, lo que supuso la renuncia por parte de la entidad a un millón de euros en intereses.

Ofrecer el apoyo económico, la seguridad y tranquilidad necesarias a los afectados fue una prioridad pero el lado humano de la entidad fue el que demostró más que nunca que los corazones de las islas están totalmente unidos.

Y es que, lejos de los que pueda parecer, en Cajasiete se ha vivido cada suceso en primera persona a través de su personal. Compañeras y compañeros que, en mayor o menor medida, han sido tocados de cerca por la situación y que con gran entrega ofrecieron su apoyo incondicional a los vecinos de La Palma.

La Caja ha realizado, y continúa haciéndolo, voluntariados y colaboraciones con decenas de iniciativas que luchan por la recuperación a través de iniciativas como la recaudación de fondos de la Universidad de La Laguna para alumnos de la Isla Bonita afectados o el apoyo a entidades deportivas y culturales en la reactivación de su actividad.

Cajasiete no abandona a La Palma a su suerte, va a seguir apoyando a todos los que lo necesiten dentro de sus posibilidades, manteniendo su red de oficinas que ofrece un servicio cercano y de calidad, evitando la exclusión financiera y poniendo a disposición de los palmeros una serie de productos y servicios para ayudarles a salir de una situación grave e inesperada en el menor tiempo posible. Hoy continuamos avanzando hacia una recuperación que, aunque llevará tiempo, con el apoyo y compromiso de todos nos permitirá volver a disfrutar de la Isla de La Palma con toda su belleza y su brillante futuro.

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