En Diario de Avisos tenemos la costumbre de publicar en el último domingo del año un suplemento especial con las portadas más importantes del periódico de los últimos 12 meses. Es una selección muy valorada por nuestros lectores y lectoras, pues les resulta un interesante y atractivo resumen de lo acontecido en Canarias y en el resto del mundo en el año que acaba. Nos consta que muchos lo guardan y hasta los coleccionan.
Es tan frenética y tan ingente la actualidad informativa en estos tiempos de máximo desarrollo de las tecnologías de la comunicación, que casi no tenemos tiempos para la reflexión, para la pausa, para la retrospección. El día a día lo devora todo y a menudo perdemos la perspectiva y hasta la memoria. Es por tanto un ejercicio muy saludable echar la vista atrás, como nos propone este Anuario, y recordar y analizar lo que hemos vivido en un periodo reciente.
El año 2023 fue el primero de la postpandemia, cuando el mundo empezó a recuperar la normalidad después de superar una emergencia sanitaria global sin precedentes en la historia, que ha dejado consecuencias y secuelas, aún persistentes, en muy diversos ámbitos.
Fue el año de las guerras de Gaza y Ucrania, de la crispación en España por la amnistía al procés, de la irrupción de la Inteligencia Artificial, de los dantescos terremotos de Marruecos, Turquía y Siria; del brillante campeonato del mundo conquistado por la Selección Española femenina de fútbol…
Pero en lo que a Canarias se refiere, yo destacaría por su dimensión y repercusión social, dos acontecimientos que marcaron para la historia este 2023: el pavoroso incendio forestal en la isla de Tenerife y la nueva crisis migratoria en la ruta atlántica.
La tragedia del incendio de agosto
El incendio declarado en los montes de Arafo el 15 de agosto fue el más grave de los últimos cuarenta años en la Isla y el más importante de todos los ocurridos ese año en España. Afectó a un total de 15 municipios, desde Arafo hasta Los Realejos, y su extinción costó tres meses de duro trabajo. Dejó 15.000 hectáreas calcinadas.
La otra gran noticia destaca de 2023 fue, en mi opinión, el dantesco repunte migratorio en la ruta atlántica hacia Canarias, que superó incluso el número de llegadas de la gran crisis de 2006. La organización Caminando Fronteras indicó en su informe Monitoreo Derecho a la Vida 2023 que en ese año fallecieron en la ruta canaria un total de 6.618 personas, de las cuales 363 fueron mujeres y 384 niños y niñas. En octubre se alcanzó al cifra récord mensual de casi 15.000 personas irregulares llegadas a Canarias por la considerada como la ruta más mortífera de la migración. Ese drama humanitario persiste y sigue sangrando como una herida abierta, para vergüenza de todos los europeos.
Además, 2023 fue un año de mucha trascendencia en el ámbito político. Hubo elecciones autonómicas en mayo que ganó el PSOE, pero no con la mayoría suficiente para impedir que un pacto entre CC y PP les aupara al Gobierno regional, presidido denuevo por el nacionalista Fernando Clavijo.
Pedro Sánchez y el PSOE sí lograron las alianzas necesarias, entre ellas la de Junts de Puigdemont, para gobernar a nivel estatal, lo que permitó al canario Ángel Víctor Torres ser nombrado ministro de Política Territorial y Memoria Histórica. Otro canario, el isorano Héctor Gómez, asumió el cargo de embajador de España en la ONU.
Corrupción, incendios…
En el ámbito politico-judicial, este 2023 será recordado también por el denominado caso Mediador, una trama de corrupción con ramificación en varias provincias, entre ellas las de Canarias, que ofrecía presuntamente ventajas a empresarios a cambio de sobornos. El caso continúa aún abierto en los juzgados.
Aparte del antes citado incendio forestal en Tenerife, otras islas del Archipiélagio sufrieron sucesos parecidos y graves originados por el fuego. En La Palma tuvieron que ser evacuadas más de 4.000 personas por un incendio forestal que comenzó en Puntagorda. Por su parte, La Gomera padeció un apagón general de tres días por una avería ocurrida en la central energética a consecuencia de un incendio en las instalaciones.
Fue además el año en que las Islas recuperaron el liderazgo turístico nacional, una vez superadas las restricciones de la pandemia. Y hubo una ola de calor en el Archipiélago como nunca se había recordado.
Fue el año en el que Canarias perdió a personajes irrepetibles, como el expresidente regional y ex ministro socialista Jerónimo Saavedra, o el maestro del humor Manolo Vieira.
Para nuestra casa Diario de Avisos, fue también un año memorable porque inició sus programaciones Atlántico Televisión, cadena del Grupo Plató del Atlántico, al que también pertenece el Decano de la prensa de Canarias.
Para el CD Tenerife no resultó esta una temporada muy favorable, con la permanencia en Segunda como premio menor. Pero, sin embargo, el CB Canarias hizo historia al conquistar su tercera Copa Intercontinental, con Txus Vidorreta en el banquillo y dos estrellas legendarias en la cancha, como Marcelinho Huertas y Gio Shermadini.
Por lo demás, la gasolinera La Chasnera, del sur de Tenerife, volvió a vender el Gordo de la Lotería Nacional, como ya es tradición; las microalgas reaparecieron en las costas de las Islas; el cambio climático trajo a Canarias la primavera más seca de la historia, y la OMS declaró oficialmente el fin de la emergencia mundial de salud por la pandemia de Covid-19.
En este rápido y somero repaso se observa claramente que los doce meses de 2023 resultaron muy intensos y agitados, con pocas buenas noticias y muchos motivos de preocupación y zozobra. Porque, además, las condiciones sociales de muchas personas en el Archipiélago son muy precarias. A pesar del esplendor del turismo y de los récords de visitantes, la realidad de las Islas es muy precaria: seguimos a la cola del país en empleo, en pobreza, en listas de espera sanitarias, en depedencia, en violencia de género, en vivienda, en absentismo escolar…
Echar la vista atrás, recordar, hacer memoria, como nos propone este útil y oportuno Anuario, nos servirá al menos para comprobar si hemos avanzado, para ver qué asignaturas seguimos teniendo pendiente -que son muchas- y averiguar si hemos aprendido algo de lo que la vida y la historia nos enseñan.