Durante el año 2023 hubo cambio de gobierno y una nueva legislatura en el mes de junio. Se cerraba un ciclo y se abría otro. Había mucha expectación sobre cómo se cerraría una etapa en manos del consejero Valbuena (PSOE) en materia energética. En resumen, los objetivos de incorporar más renovables y rebajar la carga burocrática quedaron lejos de las expectativas creadas.
Por un lado, se alcanzó una cobertura de demanda del 19%. Y si analizamos el objetivo marcado por la directiva que analiza la energía final (energía que tiene en cuenta toda la tarta económica incluyendo transporte) originada con energías renovables, no logramos pasar del 5%. Muy lejos de los objetivos marcados por el PNIEC (Plan Nacional de Energía y Clima) que marcaban ya para 2020 un objetivo del 20%.
Los datos a junio del 2023 eran 644,7 megavatios de potencia eólica y 233,1 megavatios de potencia fotovoltaica instalada. El cierre del año dejó la cifra eólica igual y la fotovoltaica pasó a 234,6 megavatios. Un escaso megavatio y medio adicional, según datos de Red Eléctrica. Si comparamos los datos con los años anteriores vemos un incremento de potencia, aunque, de nuevo, insuficiente.
Mirando el artículo del 2020 en este Anuario de Canarias, los datos que colocamos en una gráfica eran del 2018 y eran los siguientes 387,2 megavatios eólicos y 187,4 mw fotovoltaicos. Como se puede comprobar se han mejorado las cifras. Pero seguimos diciendo que son incrementos insuficientes. Sobre todo, si queremos lograr descarbonizar Canarias en un futuro próximo.
Pero lo mas llamativo que ocurrió en el cambio de legislatura fue la declaración de emergencia energética por parte del Gobierno de Canarias en octubre del 2023. Esto marcó el comienzo de la legislatura sin lugar a duda. Daba una imagen de que se tomaban muy en serio resolver los problemas que veníamos arrastrando desde tiempos anteriores. Y hay que recordar, que nada más llegar el nuevo gobierno se encontraron con un cero energético en La Gomera.
Durante la legislatura anterior advertimos de la necesidad de reducir la carga burocrática, cosa que no se hizo. En mi humilde opinión, se hizo lo contrario. Se introdujeron normas nuevas que hicieron muy complicado sacar adelante los proyectos. También pedimos resolver la situación de los vertidos de energía renovable, es decir, la energía que el operador del sistema no te deja verter en la red y tiras a la basura. Un total despropósito que alcanza ya cotas de cerca del 4% de media en Canarias y que seguirá creciendo si no se lo pone remedio.
Para resolver este problema es importante que logremos introducir almacenamiento de manera urgente. Y para que esto ocurra hay que lograr una normativa, que promueve y hace el ministerio en Madrid, y que con ella permita rentabilizar las inversiones.
Canarias es un despacho y no un mercado, por lo que “se hace difícil” encontrar los medios para lograr que tu instalación de almacenamiento sea rentable y amortice la inversión en un tiempo razonable. Es, sobre todo, voluntad política.
El almacenamiento ingresa en el momento en el que es capaz de comprar en valle y vender en punta la energía. Ese diferencial le genera un beneficio. Pero solo con esta posibilidad no rentabiliza la inversión. Necesita de otras soluciones para lograr que la inversión sea rentable. Necesita acceder a los mercados de ajuste y ofrecer servicios adicionales al operador del sistema, servicios que ya se ofrecen en Península.
¿Cliente interrumpible? No aquí
En Canarias, el cliente interrumpible existe (es un mecanismo de ajuste) y se usa poco, pero se usa. ¿Qué es un cliente interrumpible? Básicamente, aquel consumidor de gran tamaño que puede autoregularse después de una orden de Red Eléctrica. Suelen tener otras soluciones para suministrarse de energía, un grupo diésel u otros, y a la orden del operador ellos se desconectan y alivian la tensión en un nudo. Logran, así, que la banda de los 50 MHz se mantenga y no afecte a la red. Este tipo de servicios y otros son los que permiten una retribución adicional. Con todo esto si se hace posible que el almacenamiento logre la economía que necesita para que sea rentable. Entonces, ¿Qué ocurre? ¿Por qué nunca llega dicha norma?
Los promotores no podemos seguir sufriendo la falta de propuestas desde Madrid. Hagan un régimen transitorio y retribuyan esa energía que se tira a la basura. Una afección que va directamente a la cuenta de resultados de las empresas que gestionan proyectos renovables. Y ellos no son responsables de que esto ocurra.
Lamentablemente llevamos muchos años esperando esa regulación, y en esta legislatura que llegaba a su fin, tampoco se hizo realidad. Pensamos que el mismo color político facilitaría las cosas, pero no fue así.
Yo tuve la oportunidad de hablar con Carlos Redondo, de la subdirección general de energía del Ministerio, y decía que sí lo tenían en las cosas a hacer, pero que siempre tenían un fuego mayor que apagar. Eso me decía.
Llegó el nuevo Gobierno y después de esperar un tiempo prudencial hasta conocer a los nuevos interlocutores, empezamos a hablar con la consejería. Venían con la idea de aliviar la carga burocrática y lograr una cobertura de demanda muy superior a la lograda por el gobierno saliente. Había buenas palabras y aunque la experiencia nos advertía de que las palabras se las lleva el viento, la música sonaba bien.
Empezamos a trabajar con el nuevo Gobierno y encargamos un informe a una consultora para tratar de moverlo en Madrid. En próximos artículos les informaré de si hemos logrado algún avance. A fecha de hoy los vertidos siguen aumentando y prevemos estar en el entorno del 10% muy pronto. Esto es absolutamente inadmisible.
En algo vamos mejor
En materia de autoconsumo sí vamos mejorando. La sociedad canaria ya conoce la oportunidad que representa esta modalidad de abastecimiento energético. Sabe que ahorra dinero y encima contribuye a reducir las emisiones contaminantes.
El nuevo gobierno ha tenido que emplearse a fondo para resolver los expedientes de autoconsumo, de los fondos europeos ya que la situación encontrada, según ellos mismos, era caótica. Un porcentaje muy bajo de resolución y muchos fondos sin adjudicar. Veremos cómo acaba la historia próximamente. Pero hay que reconocerles un importante esfuerzo para resolver la situación. Incluso algún fichaje estrella que esperamos les ayude a lograr resolver la difícil situación.
Otros muchos asuntos pendientes siguen en cola: la eólica marina, la geotermia, los puntos de conexión a red, la mejora de los grupos convencionales viejos…
El Gobierno actual trae en su mochila el cambio y mejora de la ley de cambio climático. Veremos cuál es el resultado de tan ambicioso plan y estaremos muy atentos a las propuestas que se planteen para lograr entre todos una Canarias mejor. Se lo contaremos en siguientes anuarios. Como algunos recordarán en pases de dibujos animados: “No se vayan, que aún hay más”.