Nuevos proyectos y asignaturas pendientes: Las Palmas de Gran Canaria ante el reto del cambio

Existe la percepción de que los avances en la gestión de la alcaldesa Carolina Darias dentro de la agenda municipal han sido lentos

Como buen año de elecciones, 2023 lo fue de cambios también en Las Palmas de Gran Canaria. Tras seis primeros meses marcados por la actividad selectiva en la gestión que practican todas las administraciones públicas -intentando cerrar los proyectos más factibles y sobre todo no cometer errores de bulto-, se abrió un nuevo escenario con la llegada a la alcaldía de la socialista Carolina Darias.

Con una trayectoria política más vinculada al ámbito regional y nacional, en el que ha ocupado desde consejerías del Gobierno de Canarias (Economía y Empleo) hasta carteras ministeriales a las órdenes del propio Pedro Sánchez (Política Territorial y Función Pública y Sanidad), su entrada en la política municipal ha generado grandes expectativas entre los vecinos capitalinos.

Pese a que la agenda de proyectos por concluir heredada de su predecesor, el también socialista Augusto Hidalgo, ha llegado cargada, Darias ha afrontado con la máxima determinación el reto de que la ciudad presente un cambio real durante los tres próximos años.

Trascurrido el primer ejercicio de mandato, la sensación entre los capitalinos es que las soluciones no van al ritmo de las urgencias de la ciudad. Aunque en alguna entrevista en los medios la alcaldesa ha manifestado que el grado de cumplimiento de los objetivos es “altísimo”, la percepción es que la gestión del Ayuntamiento está siendo un quiero y no puedo.

Con este panorama, el 2024 comenzó con un ambicioso abanico de actuaciones que abarcaban desde la construcción de viviendas asequibles, la puesta en marcha del primer tramo de la Metroguagua, hasta la renovación de la red de saneamiento en barrios como Las Coloradas, entre otros.

Estas acciones forman parte de una estrategia integral para modernizar la ciudad, con una inversión total de 106,9 millones de euros destinados a proyectos de mejora urbana y servicios públicos. El objetivo prioritario ha sido que a lo largo del año, se avanzase significativamente en áreas clave como la limpieza, la movilidad y la atención ciudadana.

Los retrasos en los procedimientos han hecho que todo se ralentice. Uno de los principales retos para el municipio ha sido el de dar un impulso definitivo a su plan de vivienda social, que pretende ofrecer mil viviendas de alquiler asequible para hacer frente a los elevados precios del mercado inmobiliario. El primer paso previsto era la entrega de las 76 viviendas del barrio de Tamaraceite, cuya construcción comenzó en octubre de 2021. Estas viviendas vienen a dar respuesta a las necesidades habitacionales de las familias más vulnerables de la capital grancanaria.

Además, el plan de reposición de Las Rehoyas sigue en marcha, aunque con retrasos. Se han iniciado las obras de dos edificios, lo que representa el 11,7% de los hogares previstos para esta zona.
De hecho, el término del primer edificio estaba previsto para finales de 2023, pero la aparición de una masa rocosa de gran tamaño provocó un retraso en las obras, por lo que se espera que finalicen en 2025 -la inversión ha rondado los 13 millones de euros-. En paralelo, el consistorio ha sacado a licitación nuevos proyectos de vivienda con el fin de cumplir los objetivos planteados para esta legislatura.

Metroguagua: el proyecto que parece no tener fin

El ambicioso proyecto de la Metroguagua, que ha sufrido múltiples retrasos y un encarecimiento en su presupuesto hasta alcanzar los 170 millones de euros, continúa siendo una de las principales prioridades del grupo de Gobierno. Aunque la finalización total del sistema de transporte no está prevista hasta 2028, el objetivo era que durante 2024 entrase en funcionamiento el primer tramo, que conectara el Teatro Pérez Galdós con la plaza Manuel Becerra. No se ha podido culminar.
En cuanto a los trabajos en la parte de Santa Catalina, se han encontrado numerosos obstáculos relacionados con la infraestructura subterránea, como el cableado y las tuberías, así como la consistencia del terreno, por lo que también acumula retrasos.

Otros tramos de la Metroguagua, como el de Blas Cabrera, la calle Galicia y Mesa y López, ya están terminados, y las obras que van desde Eduardo Benord hasta Juan Rejón avanzan. No obstante, la terminal de Hoya de La Plata tampoco llega a tiempo. Las actuaciones han estado paralizadas tras la rescisión del contrato de la empresa que había ganado el concurso para el desarrollo de las obras, por lo que la nueva fecha de entrega se ha extendido hasta 2025.

Limpieza viaria: una demanda ciudadana constante

Uno de los temas que más preocupa a los vecinos de la capital es la necesidad de mejorar la limpieza de las calles. El contrato de limpieza integral, caducado desde hace más de cinco años, ha salido a licitación en lo que supondrá una inversión de 41,7 millones de euros anuales (334 millones de euros en los próximos ocho años). Por su parte, la inversión prevista para la recogida de residuos será de 159 millones de euros.

Los nuevos contratos contemplan renovación de toda la maquinaria, la ampliación de la flota, la adquisición de la última tecnología y el refuerzo del personal, entre otras mejoras, para dar respuesta a las demandas de todos los barrios.

Además, en un esfuerzo por combatir los vertidos ilegales de escombros, la ciudad ha implementado un servicio de puntos limpios itinerantes, que se ha desplazado por una veintena de barrios para facilitar la recogida de residuos y mejorar la limpieza en zonas críticas.

En la misma línea de servicios municipales se encuentra la renovación de la red de saneamiento de Las Coloradas. Una actuación que cuenta con una inversión de 272.636 euros y un plazo de ejecución de 60 días, es otro de los grandes proyectos en marcha. Esta actuación no solo mejorará el sistema de alcantarillado del barrio, sino que también podría permitir la reapertura al baño de la playa de El Confital, cerrada al público prácticamente desde hace más de seis años debido a la contaminación.
Los técnicos señalaron en 2017 que el mal estado de los colectores de Las Coloradas era el origen de la contaminación, por lo que se supone que esta obra permitirá verificar si, efectivamente, este es el problema y, en tal caso, solucionarlo.

En el apartado financiero, las cuentas indican que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha hecho bien los deberes. Cerró el ejercicio 2023 reduciendo la deuda de 110 a 55,6 millones de euros. Pese a que durante la primera mitad de 2024 se vio incrementada hasta los 77 millones de euros por los contratos de servicios vencidos, las operaciones crediticias planificadas apuntan que se podrá reducir notablemente a final de año.

Donde se ha visto la mano de Darias es en la gestión referente al rearme del aparato administrativo interno de la corporación. Las más de 500 plazas de estabilización convocadas en diferentes áreas (desde directores generales hasta auxiliares administrativos pasando por la Policía Local), permitirán agilizar la tramitación burocrática de varios proyectos para su posterior puesta en marcha.

En los tribunales

Dos casos vinculados con la corrupción han salpicado la actualidad del Ayuntamiento capitalino en 2024. Por un lado, la investigación de las cuentas de la Sociedad de Promoción por presuntos delitos de prevaricación administrativa y malversación de caudales públicos. Por otro, el denominado Caso Valka, una presunta trama de corrupción con técnicos y ex técnicos de la Sociedad Municipal de Gestión Urbanística de Las Palmas de Gran Canaria (Geursa) y del área de Parques y Jardines. Se investiga principalmente las permutas sospechosas de parcelas municipales a cambio de una finca de Tamaraceite Sur.

La convivencia ‘Puerto-Ciudad’ se tensa

La tensión política surgida en la relación Puerto-Ciudad escenificada en un debate público entre Carolina Darias y la presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Beatriz Calzada, ha hecho peligrar el desarrollo del plan de ordenación del Parque Urbano Puerto de Las Palmas.

El proyecto incluye el traslado de las naves ocupadas del Programa Mundial de Alimentos y de Cruz Roja hacia el interior de la zona portuaria, para llevar a cabo la construcción de un gran área verde en el espacio que va desde la pasarela Onda Atlántica y el muelle Sanapú.

La amenaza de Darias de no llevar a cabo la tramitación del traslado de las mencionadas naves, al entender que la Autoridad Portuaria está trabajando de manera unilateral, provocó un cruce de declaraciones entre ambas partes. Tras una reunión técnica, hubo una puesta en común para seguir adelante, pero el ambiente ha quedado enrarecido.

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